Villalar de los Comuneros: historia y patrimonio en cada rincón

Padilla, Bravo y Maldonado forman parte de patrimonio de toda una región, pero Villalar de los Comuneros es más que la localidad donde perdieron la vida estos tres comuneros. Sin embargo, uno de los principales reclamos turísticos es el obelisco del año 1889que recuerda el lugar exacto donde fueron ajusticiados.

El pináculo que coronaba el rollo original se encuentra dentro del Ayuntamiento, donde también se encuentra la Torre del Reloj, que data de finales del siglo XIII que servía en el pasado para avisar con su campana al municipio.

Villalar acoge en sus calles dos iglesias, la Iglesia parroquial de San Juan Bautista, cuya construcción comenzó en el siglo XVI y que se prolongó 100 años. Su principal característica es que está construida en ladrillo y tapial, en lo que se conoce como un templo de 'de salón' en estilo neoclásico.

Esta iglesia está formada por tres naves de la misma altura. La central está cubierta con una bóveda de arista, por su parte, las naves laterales están rematadas por bóvedas de cañón con lunetos transversales. La capilla mayor presenta una cubierta con bóvedas de cañón y el crucero una cúpula con un cimborio al exterior alzado sobre pechinas.

Su interior guarda tres retablos neoclásicos y una joya en forma de órgano del siglo XVIII. En la sacristía reposa un mueble cajonero datado en el siglo XVI y dos casullas de la misma época con bordados relevantes.

La segunda de las iglesias de la localidad es la Iglesia de Santa María, de la misma época que la de San Juan Bautista y que se construyó en piedra y ladrillo.

El retablo principal fue obra de Esteban de Rueda, sin embargo, de este retablo no se conserva más que una tabla que se encuentra en al iglesia de San José Obrero de Valladolid. La iglesia tenía tres naves que estaban separadas por pilares en forma de cruz, en ellos se apoyaban arcas de medio punto rebajados. La planta, en forma de cruz, estaba cubierta por una bóveda de cañón y una cúpula rebajada sobre pechinas en el cruce. Pero esta iglesia ya no se conserva en la actualidad, fue reconstruida en 1990 y convertida en casa de cultura. Una pieza fundamental en la vida de los vecinos de la localidad.

La plaza de Villalar conserva otra de las joyas de la localidad: la torre del reloj, recientemente restaurada. A esta torre es posible subir para ver, desde su terraza, el pueblo y los campos que le rodean. Dos casas de los siglos XVI y XVII dan relevancia a la calle del Coro. Una de ellas, construida en piedra, mantiene tres escudos de armas en su fachada. La otra, de ladrillo del siglo XVII conserva sus ventanales conopiales y cúpula.

Pero Villalar también es adobe, tan castellano y tradicional en estas tierras. El que se usaba para construir viviendas y palomares circulares. Además, la tierra que vio caer a Padilla, Bravo y Maldonado cuenta también con el puente 'El Fierro', enclave de la batalla de Los Comuneros, tan indisoluble de la historia de Castilla como del patrimonio de la localidad que recuerda en cada rincón de manera orgullosa la batalla de las comunidades.

Villalar es sinónimo de comuneros, de historia y de un patrimonio que habla con solo mirar.