La Guardia Civil de Segovia refuerza hoy los controles para garantizar el confinamiento en Íscar y Pedrajas
La «tranquilidad» y la «precaución» han marcado el primer día de las nuevas restricciones en las dos localidades
Con «tranquilidad y mucha precaución». Así vivieron los cerca de 10.000 vecinos de Íscar y Pedrajas de San Esteban el primero de los catorce días –que pueden prorrogarse en función de la evolución de la situación epidemiológica– de confinamiento, motivado por la creciente expansión del brote de coronavirus, vinculado inicialmente a un matadero de aves pero que surgió en una comida de compañeros de trabajo.
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La «normalidad» se adueñó de las calles, y aunque los alcaldes detectaron «mucho menos movimiento y menos gente», numerosos residentes continuaron con su rutina dominical. «La gente está haciendo vida normal, aunque sí que se nota que muchos se han quedado en casa;la gran mayoría cree que lo mejor es este confinamiento y se está respetando todo», afirmó el regidor de Pedrajas, Alfonso Romo.
Por su parte, el primer edil de Íscar, Luis María Martín, aseguró que los iscarienses están «muy mentalizados y concienciados». Asimismo, ambos alcaldes recalcaron que, hasta el momento, no se han producido incidentes, aunque en el caso de Pedrajas sí «alguna» denuncia por no llevar la mascarilla puesta.
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Un domingo «para olvidar», como coincidían varios vecinos que, resignados, afirmaban que el confinamiento era «algo que se veía venir» ante el creciente aumento de casos. También hubo residentes que se lamentaban de cómo, «por unos pocos», ahora se ven abocados a una situación «similar» a la vivida durante el estado de alarma. No siempre llueve a gusto de todos. Alguno mostraba su indignación con la medida aplicada, pues la consideraba «excesiva». Todos, eso sí, confiados en que las restricciones no se prolonguen más de dos semanas.
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En bares y restaurantes, según informó Efe, no se notó el primer día de confinamiento, tal y como explicó el representante de los hosteleros y responsable del bar Rotty, Jonathan Martín, prácticamente el único local abierto en Íscar, quien incidió en que la gente está «tranquila y cumpliendo las normas a rajatabla». «Se tiene un poco más de precaución, pero miedo ninguno. La gente sigue saliendo, sigue paseando, y lo hacen acorde a las medidas oportunas», matizó.
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Al menos dos positivos más
Por la mañana, entre las nueve y las once, el personal sanitario continuó realizando test de detección del virus a todas aquellas personas que presentaban síntomas o que están en estudio por ser consideradas contacto estrecho con los contagiados. A ello, además, cabe añadir que los servicios municipales desinfectaron, con un camión de riego, las zonas más transitadas.
Asimismo, durante todo el día, los 18 efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana Comandancia (USECIC) de Valladolid y los de Zamora, y todos los agentes del puesto de la Guardia Civil de Íscar realizaron controles de acceso y salida de las localidades, así como tareas de vigilancia con varias patrullas y el helicóptero. Según confirmaron fuentes de la Delegación del Gobierno, está previsto que este lunes se sumen al operativo refuerzos de Segovia y si fuera preciso, del resto de provincias. Está en la zona, asimismo, con el helicóptero de la GC.
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El brote suma al menos 51 contagios, pues Sanidad informó este domingo a través de su página web que en la zona sanitaria de Íscar se detectaron dos nuevos positivos. Se han identificado, además, nueve casos sin vinculación directa con la comida que el pasado 11 de julio mantuvieron los trabajadores de la citada empresa, celebración considerada origen del brote.
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