El primer spa para bebés desembarca en Valladolid

Un regalo para su bebé recién nacido fue el detonante de esta historia de emprendimiento. Y es que las buenas ideas de negocio, las más ilusionantes y atractivas, pueden surgir en cualquier momento y lugar. Es lo que les ocurrió a Sergio Rodrigo y Ruth Grande. A ellos se les encendió la bombilla cuando canjearon la invitación para que su pequeño se relajase en un spa para bebés. Disfrutaron tanto, y su pequeño también, que quisieron replicar este nuevo concepto empresarial en su ciudad. De esta manera Valladolid acaba de inaugurar en el paseo de Zorrilla Splash Baby Spa, el primer centro de hidroterapia y estimulación acuática temprana.

Los valores scouts de la responsabilidad, la autosuficiencia, el respeto a la naturaleza y la ayuda al prójimo han marcado la vida de Ruth y Sergio. Ambos comparten también la misma inquietud por asumir nuevos proyectos. «Es una manera de ver la vida y valorar lo que tenemos. Desde pequeños hemos trabajado para conseguir lo que queríamos. Hoy día mantenemos esa misma filosofía de estar siempre pensando y emprendiendo para ganarnos la vida», cuenta él mientras ella asiente.

En apariencia sus carreras profesionales nada tienen que ver la una con la otra, pero al unirlas han conseguido crear proyectos únicos. Sergio se formó como técnico de Ocio y Tiempo Libre y más tarde en Electricidad y Mantenimiento Rodante Ferroviario. Ruth llegó a Valladolid desde su Salamanca natal para estudiar la carrera de Arquitectura.

En 2011, en plena crisis, emigraron a Brasil. «Se iban a celebrar Juegos Olímpicos. Era un país emergente y allí conseguimos trabajo, aunque las condiciones eran precarias. Nos apetecía emprender, pero nos pusieron trabas por ser extranjeros, así que regresamos a España», relata Ruth, que empezó a diseñar proyectos para Latinoamérica como cooperante. En 2017 se dio de alta como autónoma para realizar sus propios proyectos de arquitectura. Mientras tanto, Sergio llevó la gestión de una brasería cinco años. Ahora trabaja en los talleres de Renfe, en el área de mantenimiento, y lo compagina con sus proyectos empresariales.

No pueden estar quietos y hace un tiempo pusieron en marcha Ekoactivo Experiencia CB, una empresa dedicada a la gestión del albergue La Rueca en Los Arribes del Duero (Zamora). Organizan actividades medioambientales que sirven de revulsivo turístico a la comarca. Algo que les llena por completo, afirman.

El pasado diciembre acudieron con su bebé a un spa de Las Rozas (Madrid). Su única expectativa era pasar un buen rato en familia, pero el niño salió tan relajado y ellos disfrutaron tanto, que empezaron a plantearse implantar este negocio en Valladolid. «Nos parecía algo bonito y con posibilidades de crecimiento. En enero contactamos con la central de la franquicia y nos encantó su filosofía. Emprender bajo el amparo de una franquicia nos parecía más sencillo y seguro. Los números cuadraban y empezamos los trámites», explica Sergio.

Encontrar local en un barrio joven y con facilidad de aparcamiento fue complicado. Dieron con el espacio idóneo en el paseo de Zorrilla, aunque necesitaron una gran obra para acondicionarlo y conseguir un agradable y bonito ambiente, de lo que se encargó Ruth como arquitecto. Dieron de alta una nueva actividad en la comunidad de bienes que ambos compartían y solicitaron el alta de su sala de fisioterapia como centro sanitario dentro de un centro no sanitario. Están pendientes de resolución. «No cumplíamos los requisitos para ninguna subvención, ya que hemos aprovechado la sociedad que ya teníamos. Ruth, como madre autónoma, ha podido beneficiarse de la tarifa plana de la cuota de la Seguridad Social durante un año. Nuestra experiencia previa gestionando el albergue nos ha servido de mucho, y el apoyo e ilusión de la familia ha sido un gran motor para nosotros», añade Sergio.

Splash Baby Spa es el primer centro de estimulación acuática para bebés en Valladolid y el séptimo de la franquicia en España y Latinoamérica. Mediante un innovador método basado en el medio acuático, se potencia el desarrollo cognitivo y psicomotor de los pequeños. «En sesiones de una hora, trabajamos la estimulación acuática temprana para bebés de 0 a 12 meses y hacemos hidroterapia y tratamientos terapéuticos a niños con necesidades especiales», informa Ruth. Entre sus múltiples beneficios destaca que estos tratamientos favorecen el tránsito intestinal y la calidad del sueño, además de aumentar el apetito, afirman Ruth y Sergio. La música de fondo y la fragancia del local ayudan a un mayor disfrute y bienestar.

La pareja se encarga de la gestión de la empresa. Para llevar a cabo las terapias y estar pendientes de cada bebé han contratado a dos profesionales a jornada completa, con formación especializada en estimulación acuática, psicomotricidad, hidroterapia, masaje infantil y terapéutico. «Están en las mejores manos. Siempre se adaptan las sesiones a la etapa evolutiva y las necesidades específicas del bebé», añaden.

El centro, que abre de martes a sábado, dispone de flotadores cervicales y materiales de máxima calidad, que han superado todas las normativas y test de seguridad europeos. Siempre tratan de animar a los papás a colaborar en la relajación del niño, formando parte activa del proceso, con lo que se consigue crear fuertes lazos entre ellos. «Estamos muy contentos con la gran acogida del público. Estos tratamientos son una inversión en el primer año de vida del bebé, que le estimulará para el resto de su vida», concluyen estos emprendedores, que ya están informando de sus servicios a profesionales sanitarios como matronas y pediatras. «Nos hace muy felices ver cómo los papás de niños con necesidades especiales ven cómo estos mejoran. Para los padres cada sesión es un tiempo de auténtico disfrute viendo a sus hijos relajarse en el agua», concluyen.

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