Rodrigo Jiménez

42 metros de mural de lucha femenina en Castronuño

La localidad vallisoletana visibiliza el papel de la mujer rural con seis rostros del pueblo inmortalizados en una gigantesca pared

Patricia González

Miércoles, 21 de julio 2021, 07:45

Seis décadas separan a la octogenaria Pilar Sotelo de la veinteañera Irene García. A pesar de que sus vidas han transcurrido por caminos diferentes, ... con tesón y esfuerzo, han superado barreras y en muchos casos han roto techos de cristal. La primera fue una de las cantareras pioneras de Castronuño.

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Durante años cargo cántaros y botijos desde las fuentes y manantiales hasta su casa para «posibilitar la vida de mis familiares y vecinos», recuerda con gesto serio, para a continuación señalar que «siempre trabajé mucho en el campo ya que en aquellas épocas teníamos mucha escasez de todo y teníamos que arrimar el hombro».

La segunda, ha conseguido hacer de su pasión, el fútbol sala, su profesión. En estos momentos es la única vallisoletana que juega en Primera División y hace pocas semanas cumplió el sueño de ser convocada por la Selección Nacional Sub-21. «Es duro, y a pesar de que aún tienes que escuchar comentarios machistas tengo claro que el trabajo, la constancia y la perseverancia tiene sus recompensas», comenta esta joven que, a pesar de la diferencia generacional con Pilar, comparten los mismos valores.

Valores como el compromiso, la superación, la empatía, la constancia o la diversidad que forman parte del ADN de estas dos mujeres que son piezas claves para el desarrollo colectivo y la sostenibilidad en el mundo rural.

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Por estas cualidades, tanto Pilar como Irene forman parte de un gran mural junto a otras cuatro mujeres del municipio: María Victoria Velasco, Francisca Hernández, Antonia Castaño y María Acosta del gran mural. 'Castronuño con mirada de mujer', obra del artista Javier Román pretende dar visibilidad a la lucha contra la violencia de género y lanzar un alegato a favor de las mujeres, que ensalza su papel en la sociedad a lo largo de la historia del municipio.

La mirada de estas seis mujeres emprendedoras y sus historias vitales son el hilo conductor que teje los 42 metros de mural situado en uno de los muros del Área Recreativa del Frontón. Espacio muy frecuentado por los jóvenes de la localidad que desde hace varias semanas conocen más de cerca a las protagonistas y su espíritu reivindicativo.

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La obra ha sido promovida por el Ayuntamiento, a través de la convocatoria del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, y fue toda una sorpresa para sus protagonistas que hasta que no se vieron inmortalizadas en el mural desconocían su papel protagonista, según explicó el alcalde, Enrique Seoane. «Queríamos hacer un homenaje a las mujeres de Castronuño. Mujeres de diferentes generaciones y épocas, han luchado por mejorar su papel en el mundo rural y que tienen un espíritu reivindicativo y unas cualidades necesarias para avanzar en pro de la convivencia y en el avance de la sociedad hacía el desarrollo y la paz».

El folklore de Antonia

Este es el ejemplo de Antonia Castaño, más conocida por La Castañera. Fue una mujer que tras el fusilamiento de su marido y sin apenas medios tuvo que criar sola a sus cinco hijos, pero nunca perdió las ganas de vivir, según relata su nieta, Milagros Ferrín, que tiene claro que «es el mejor homenaje que podrían haber hecho a mi abuela». Antonia, fue una mujer que «derrochaba talento para el folklore y probablemente en otra época y en otras circunstancias podría haberse dedicado a ello», apunta su nieta que recuerda que en el Centro Etnográfico de Joaquín Díaz hay varias grabaciones de canciones interpretadas por Antonia.

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Su espíritu participativo, como el que derrocha en todas y cada una de las donaciones de sangre que se realizan en el municipio, o su implicación en la lucha por mantener abiertos algunos de los servicios públicos de la localidad son solo una pequeña parte de los valores de Francisca Hernández, que, a sus 80 años, aún recuerda como si fuera hoy el día que, con tan solo 12 años, llegó a Madrid para servir en una casa. «Las mujeres de mi generación hemos tenido que luchar mucho por tener nuestros derechos, hemos lidiado con muchos obstáculos por lo que el mural tiene que servir de reflexión», comenta Francisca.

María Victoria Velasco, más conocida como Toya, es una de las vecinas más implicadas en la Asociación de Mujeres del pueblo. Fue su fundadora. Desde este colectivo, desarrolla y organiza multitud de actividades como obras teatrales, cursos y excursiones que «no solo sirven para sociabilizar, sino que también son un espacio en el que reflexionar y avanzar».

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La que también representa el empoderamiento de la mujer hoy en día es la escultora María Acosta. Su elección para el mural está más que justificada ya que es un claro ejemplo para las próximas generaciones, una mujer que ha sido capaz de desarrollar una sólida carrera profesional en el medio rural y que continua su formación en Alemania –de ahí su ausencia en las fotos–. Ante su propia experiencia Acosta tiene claro que «hay que luchar por dinamizar los espacios rurales. Para las generaciones pasadas tampoco fue tarea fácil, pero gracias a ellas podemos y debemos seguir intentándolo».

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