Valladolid

Un capellán tudelano en el Tribunal Eclesiástico: «El derecho no gusta porque parece que quita libertades»

Su principal función a partir de enero será administrar justicia sobre algún asunto «que afecte a las personas dentro del ambiente eclesial», comenta. El tema más común que se da en el Tribunal Eclesiástico es la nulidad matrimonial. Aunque Díez menciona que se pueden dar otros casos. Como por ejemplo, «un laico que a lo mejor considere que se han vulnerado sus derechos, puede acudir al juzgado para que se dirima sobre el asunto que él considere. Puede haber, también, cuestiones entre diócesis y cofradías, entre cofradías y parroquias o situaciones que se pueden dar dentro de las mismas parroquias», menciona.

El capellán tudelano dispone de una amplia formación en este tema pues, incluso, es Doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Tras tres años de estudio, obtuvo la máxima nota 'Summa Cum Laude' por su trabajo «La Libertad Religiosa entre la general protección del Derecho Humanitario, Perspectiva Ius Filosófica». «Me decidí a estudiar derecho porque siempre me ha gustado. Es una labor en cuanto a la disponibilidad y el servicio que puedes prestar a la gente. Es un tema interesante», expresa.

Aunque aún no está ejerciendo de ello, espera que así sea a principios del 2025. «Tengo que ir a Valladolid, hablar con el vicario judicial y ver cómo hacemos el planteamiento a la hora de recibir las encomiendas concretas. Imagino que en el año que comenzamos empezaremos a trabajar con ilusión y siempre para el bien de todos», añade Don Ángel.

Y es que, a día de hoy, se encuentra en Eslovaquia, donde ha acompañado a un grupo militar en una etapa del Camino de Santiago Europeo; la cual une las ciudades de Pezinok y el Santuario de Marianka, el lugar de peregrinación mariana más antiguo del país. Los efectivos españoles también han estado acompañados por integrantes del resto del contingente de la OTAN destacados en dicho país: entre ellos, eslovenos, eslovacos, estadounidenses y portugueses. Entre los más de 250 peregrinos también se encontraba Don Ángel, el capellán castrense del contingente español en Eslovaquia.

Por el momento, el cargo será por cinco años, aunque puede ser renovado. Tras ello, este capellán asegura no tener una meta «especial» que quiera alcanzar. «Para mí es un servicio que intentaré hacer lo mejor posible, dentro de la modestia que podamos tener, pero no me planteo ningún objetivo en concreto. Sencillamente trabajar teniendo presente que hay personas que tienen problemas, que buscan una solución y que trabajaré por y para ellas; para que vean que la Iglesia también se preocupa», indica. «La mejor meta es, al final, haber hecho mi trabajo de la mejor manera posible», cerciora.

Anteriormente, Ángel Díez ha sido delegado de Familia y Vida y Delegado de Vocaciones en la diócesis castrense de España. También ha sido capellán en la Brigada Paracaidista y en la Guardia Real; además de haber realizado diferentes misiones en el extranjero, como la llevada a cabo recientemente.

Pero para él, su «punto de referencia» siempre será Tudela de Duero. «Para mí significa todo porque es mi pueblo», cerciora. Una localidad que valora «mucho más» cuando se encuentra fuera de ella. «Cuando uno ha vivido fuera de él mucho tiempo, o vive fuera en el extranjero, se tiene ahí un punto de anclaje», explica. Y, aunque ha pasado varios años en muchos sitios, sigue empadronado en Tudela. «Es maravilloso, no puedo decir otra cosa», manifiesta.

Desde la experiencia, Diéz anima a los jóvenes a formarse en derecho canónico o a formar parte de la administración eclesiástica. «Les diría que merece la pena. A veces el derecho no gusta porque podemos considerar que nos quita libertades. Pero vivimos en una sociedad donde tiene que haber unas normas de convivencia para que funcione lo mejor posible. Cuando estas no se cumplen, es cuando hay que hacer uso del derecho», señala. «Es ilusionante trabajar de ello, sobre todo porque se tiene en cuenta a las personas. Cuando se hace con responsabilidad y con servicio, es bonito; más aún cuando se hace con justicia», añade.

Además del nuevo cargo, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, también ha nombrado al sacerdote Alberto Rodríguez Cillero nuevo arcipreste de Campos, y al diácono Óscar Agüera Iglesias como ecónomo del Seminario Diocesano.

Por su parte, Alberto Ruiz (OMI) ha sido nombrado párroco in solidum (moderador) de Megeces, Mojados y la Parroquia San Isidro Labrador de Valladolid; Alejandro María Aldavero (OFMConv), vicario parroquial de la Parroquia San Francisco de Asís de Valladolid; Deo Kahuranyi, vicario parroquial de las parroquias Nuestra Señora del Pilar y Ntra. Sra. de Belén, en Valladolid; y Francisco Javier Martínez, párroco 'in solidum' de las parroquias Santiago Apóstol y Santísimo Salvador, en Valladolid.

Además, Gerson Javier Nieto (OP) ha sido nombrado capellán del Monasterio Madre de Dios de Olmedo; Giovanny Nova (OMI), párroco in solidum de Megeces, Mojados y la Parroquia San Isidro Labrador de Valladolid; José González (OFMConv), vicario parroquial de la Parroquia San Francisco de Asís de Valladolid; José Heras, párroco in solidum (moderador), de las parroquias Santiago Apóstol y Santísimo Salvador, en Valladolid; José María García (SJ), párroco de Castromembibre, Villagarcía de Campos y Villavellid; José María Lucas (OFM), vicario parroquial de la Parroquia Inmaculada Concepción de María de Valladolid; y Luis Gallardo (O.Carm), párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Henar de Valladolid.