Las águedas de Tiedra renuevan sus tradiciones

Tiedra posee una de las cofradías más antiguas de la provincia de Valladolid, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII y que en la actualidad cuenta con más de 150 cofrades. A ella solo pueden pertenecer mujeres casadas por la iglesia que no estén separadas o divorciadas. La tradición destaca por la singularidad de sus ritos y la riqueza y vistosidad de los trajes.

La veterana cofrade Carmina Tabares, de 70 años, ha tenido el honor de ser por primera vez mayordoma después de más de cuatro décadas en la cofradía. Regresa cada año desde la localidad vizcaína de Getxo, donde vive, para no perderse el ritual de su pueblo natal. Un viaje que este año no ha tenido que realizar, ya que lleva en Tiedra desde que se inició la pandemia. Su honor de ser mayordoma ha llegado con la emoción de que su hermana Irene sea la diputada, y es lo más importante que «hemos vuelto a celebrarlo». Tabares recordó que ya su abuela Carmen Tejedor y su madre, Isabel Gutiérrez, fueron águedas. De ellas heredó un mantón de Manila y otro de ocho putas, que forman con orgullo parte de sus trajes.

Hoy se celebrará el segundo día de fiesta. A media mañana, una vez más, se repetirá el protocolo de ir a buscar la diputada a la mayordoma para dirigirse a la iglesia, pero esta vez sin música, y los ricos colores de los trajes se tornarán en el negro de luto para asistir a la misa por las águedas difuntas. Es el denominado traje negro compuesto por la falda y el jubón realizados con telas de ricos brocados y mantilla española que algunas mujeres llevan con peineta y otras sobre los hombros.

Durante la misa, el sacerdote, como es costumbre, comunicará la mayordoma del próximo año. La seriedad, la solemnidad y el recogimiento del luto de la mañana se tornarán en alegría por la tarde con la celebración del baile en la plaza Mayor, con el traje de labradora, que es el más típico de Tiedra, compuesto por manteo o falda, en especial de color tojo, pero también puede ser amarillo o verde; el jubón negro con lentejuelas, que también están en el mandil de terciopelo, la pañoleta blanca y el lazo negro para la cabeza.

En esta ocasión, no se mandará a las cofrades de mayor y menor en edad que pidan al alcalde un día más de fiesta, el llamado Santaguedón, al haberse suspendido. Tras el baile se producirá el cambio de varas en una ceremonia de gran solemnidad.

El alcalde de la localidad, Nunilo Gato, volvió a defender los valores tradicionales y la singularidad de las águedas de Tiedra para que sean declaradas Fiestas de Interés Turístico Regional.