Los primeros planes de la deseada fase 1
Los ciudadanos de Valladolid regresan a las calles de su ciudad con el ánimo renovado y la mente ocupada en planear cómo recuperar el tiempo perdido
El maldito, y por ahora no vencido, coronavirus ha quitado a todos los españoles su bien más preciado: las relaciones sociales. Los hay a ... los que les ha impedido ver a sus nietos desde hace más de dos meses -como era el caso de Montse Carrasco y José maría Izquierdo o de Antonio Olmedo- y a muchos otros a los que no les dejaba quedar con sus amigos para recibir los regalos de cumpleaños que el confinamiento les negó -como le sucedía a Sandra Castilla, que ayer a media mañana aún podía disfrutar de un sorbito de libertad en forma de café con leche antes de acudir a su trabajo a las cinco de la tarde-.
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Junto a Andrea Valerio aprovechó la primera mañana de la fase 1 en Valladolid capital para recibir los últimos parabienes por su reciente cambio de edad; los primeros que no le llegaban por WhatsApp o videollamada, sino a través del aire y desde una persona sentada justo a su lado, en una terraza de las muchas que ayer volvieron a dar vida a unos bares hipercastigados por la crisis de la covid-19.
Igual que ellas tenían pensado hacer otros como el abogado Javier de Uña Velasco que, tras no dejar de trabajar durante este periodo -ayer por la mañana seguía haciéndolo-, estaba seguro de que no tardando mucho podrá reunirse con algún amigo y recobrar poco a poco la normalidad, o Miguel Ángel Casilla, que lo emplazaba a la tarde tras acudir a una consulta médica.
«Le he regalado un cuento a mi nieto después de casi tres meses sin poder verle. Él es lo más importante»
Montse Carrasco
«Es el primer día que vengo al centro; he ido a una terraza y también al mercado de Plaza España»
Enrique Cereijo
«Me he tomado un café mientras disfrutaba del sol... Lo echaba mucho de menos»
Andrea Valerio
«Llamaré a un amigo y volveremos a ir juntos a tomar algo; nos acercamos a la vida normal»
Miguel Ángel Casillas
«Mi cumpleaños fue durante el confinamiento; ahora ya puedo recoger los regalos pendientes»
Sandra Castilla
«Es el primer día que salgo y lo hago para ver a mis nietos; la casa de Simancas tendrá que esperar»
Antonio Olmedo
«Disfruto teniendo más flexibilidad para hacer cosas; todo empieza a regresar a su ritmo »
Cecilia Arnau
«Aún no me ha dado tiempo, pero seguro que iré a una terraza. Todavía no he pensado en ello»
Javier de Uña Velasco
«Los niños tenían muchas ganas de ver a su abuelo, cuando no pasamos de fase fue una decepción»
Conchi Olmedo
«Hago lo mismo que hasta ahora; solo deseo poder ir a Zamora porque mi familia vive allí»
Iván Fernández
Esa vuelta a lo de siempre es lo que decía valorar más Cecilia Arnau, mientras paseaba con una amiga por la Acera de Recoletos, contenta por disfrutar de «más flexibilidad horaria para salir a la calle» y de que «poco a poco la vida vuelva a recuperar su ritmo». Con un ocho de chocolate de La Espiga y una visita al mercado de fruta instalado en la Plaza de España celebraba Enrique Cereijo su primera visita al centro de la mano de la entrada en la primera fase del desconfinamiento de la ciudad, después de no abandonar su barrio, Santos-Pilarica, desde el 14 de marzo.
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Justo al lado, Conchi Olmedo acudía al encuentro de su padre junto a sus hijos Sara, Javier y Jorge, poco después de que Iván Fernández, que paseaba junto a su vástago Lucas, reconociera estar deseando avanzar aún más en la desescalada para acudir a Benavente y reunirse con su familia.
Ayer Valladolid se sintió libre, pero aún queda mucho espacio por recuperarle al virus. Por el momento solo se ha ganado una batalla , pero se celebró por todo lo alto.
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