Los peatones ganarán espacio a costa de la calzada en la calle Arca Real de Valladolid

Los peatones ganarán espacio cuando culminen las obras de remodelación de la acera de la calle Arca Real que discurre al borde del parque de La Paz, en un tramo de más de trescientos metros lineales desde el cruce con General Shelly hasta casi la calle Transición, en el marco de un proyecto que va a ampliar, por un lado, los jardines del propio parque y, por otro, la acera peatonal, que hasta ahora era de brea y que va a ser adoquinada. De manera que el espacio peatonal crecerá hasta los cinco metros a costa de reducir la calzada para vehículos de los nueve metros actuales a seis, aunque manteniendo los dos carriles de circulación y la hilera de aparcamientos en línea para vehículos. Los trabajos mantienen cortado desde hace un mes el carril de salida de la calle Arca Real (hacia la avenida de Madrid), entre General Shelly y Transición, y así permanecerá hasta que concluyan las obras, en principio, el próximo 20 de diciembre –solo se permite circular por los dos carriles en sentido al centro urbano–.

La intervención, además, incluye la eliminación del carril de incorporación a Arca Real desde las calles General Shelly y Argales para convertir la pequeña isleta existente en un espacio mucho mayor para peatones, prácticamente una nueva plazoleta en el cruce de las dos primeras vías, que prolongará el propio parque. Los operarios comenzaron ayer a colocar los adoquines de la nueva acera (desde la isleta del cruce con General Shelly), que ahora rondará casi los tres metros;mientras que sobre el espacio que hasta ahora ocupaba la acera de brea se han ampliado un par de metros los jardines para separar, de paso, la línea de árboles del parque y evitar así los temidos daños de las raíces.

Las obras solo afectan a la acera de la calle Arca que bordea el parque, ya que la de enfrente (números impares) fue adoquinada hace más de diez años. Para cuando terminen los trabajos, en los que se ha aprovechado para renovar una tubería de agua potable, los peatones ganarán espacio tanto en el propio parque como en las aceras y en la plazoleta que nacerá de la supresión del citado carril. Los vehículos dispondrán de dos carriles más dimensionados, de tres metros cada uno, y apenas se perderán una decena de plazas de aparcamiento.