Los mejores aliados para la desconocida fauna de Valladolid

Da rabia, dice Jesús Colás, presidente de Acenva, la asociación para la conservación y el estudio de la naturaleza en Valladolid. «Rabia porque sabemos más de los peligros que amenazan al oso polar que de lo que les pasa a los aviones comunes que anidan en nuestros edificios». «Hay un desconocimiento general sobre la fauna de Valladolid y esa es una de nuestras luchas, difundirla y darla a conocer». Sobre todo, dice, porque este un territorio privilegiado en muchos aspectos. «En aves, por ejemplo. Aquí podemos ver la mayoría de las especies rapaces que hay en la Península, salvo el quebrantahuesos». Pero también están los mamíferos, las mariposas, los polinizadores...

«Es importante conocer nuestro patrimonio para así protegerlo mejor», asegura Colás, quien enumera algunas de las acciones emprendidas por Acenva durante sus 19 años de andadura. Suyo es uno de los primeros estudios que se elaboraron en España sobre el gato montés, un animal presente en la provincia (salvo en Tierra de Campos, sobre todo en el entorno de la capital) del que hicieron seguimiento de ejemplares radiomarcados.

Desde el año 2008 trabajan en un censo de los dormideros del milano real(con 3.400 ejemplares según el último recuento). Su labor es crucial para impulsar la reserva biológica en las nueves hectáreas de El Tomillo. Y uno de sus principales focos de atención está ahora en los aguiluchos ibéricos, una especie migratoria que se reproduce en zonas con vegetación y en las tierras de cultivo, por lo que deben intervenir para salvar los pollos del nido antes de que se lleve a cabo la cosecha de trigo y cebada. Algunas de esas crías son anidadas para comprobar si (al ser aves migratorias) en algún momento regresan a la provincia. La asociación cuenta con sesenta socios y otros tantos voluntarios y colaboradores.

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