Los juzgados de lo social de Valladolid tendrán que reseñalar mil juicios anteriores a la covid

Es una jurisdicción especialmente sensible a las crisis económicas, lo que la convierte en uno de los indicadores más fiables de la que ya asoma. El magistrado titular del Juzgado de lo Social 4 de Valladolid, José Antonio Merino Palazuelo, señala que hasta ahora se estaban arrastrando en los juzgados laborales dos grandes picos en la carga de asuntos: el de 2008, por el crac de la construcción, y el de 2011, con la reforma procesal que les adjudicó más competencias (que hasta entonces llevaban los juzgados de lo contencioso). Con un volumen de entrada superior a los 5.000 asuntos en los cuatro juzgados de lo social en 2019, arrancaron 2020 arrastrando más de 2.000 en trámite, pero la puesta en marcha del quinto juzgado en enero supuso «un alivioimportante». Incluso, señala, se estaba empezando a rebajar el tiempo de los señalamientos –había procedimientos urgentes fijados hasta junio y los ordinarios, hasta noviembre–. Pero con el estado de alarma, todos los juicios se suspendieron, a excepción de «los más graves» sobrevenidos durante las últimas diez semanas de epidemia. Los juzgados de lo social de Valladolid celebraban una media, por órgano, de 20 vistas por semana. Ahora, los cinco tendrán que reseñalar el millar de juicios aplazados desde el 14 de marzo y calibrar muy bien cuáles se pueden ir celebrando en función de las medidas de distanciamiento social impuestas y de las salas disponibles en la sede judicial de Angustias. Sin olvidar que antes de estos procedimientos tienen preferencia los 'pleitos del coronavirus', por ejemplo, las impugnaciones a las multas impuestas por la Administración a quienes se han saltado las prohibiciones del estado de alarma; los ERTE y modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, entre otros conflictos laborales sobrevenidos a causa o con la excusa de la pandemia.

En principio, los jueces de lo social de Valladolid no seguirán la estela de las magistradas titulares de lo social de Burgos, que ya han solicitado refuerzos «dado el retraso ya existente y la previsible masiva presentación de demandas por el covid-19», una petición a la que el Tribunal Superior de Justicia dio el visto bueno y remitió al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Señala Merino al respecto que en Valladolid se van a mantener, por el momento, «a la espera de cómo evolucione la situación» a partir del 4 de junio, cuando se levanten los plazos procesales. La previsión es que comiencen a celebrar juicios, mañana y tarde, a partir del día 8 de junio, en dos salas. «Intentaremos mantener los urgentes que ya estaban señalados, en algún caso se cambiará la hora, y se suspenderán los ordinarios, los de derecho laboral y los de Seguridad Social, las incapacidades; y se añadirán a la agenda los otros urgentes surgidos a partir de la legislación especial promulgada para este periodo». Calcula el magistrado que solo se podrán llevar a cabo el 60% de las vistas que celebraban antes y los nuevos señalamientos se extenderán hasta septiembre. A partir de ahí se fijarán nuevas fechas para los que fueron suspendidos.

Hacer juicios telemáticos para descargar la agenda en la jurisdicción social es más complicado por la propia naturaleza de los procedimientos. Como el hecho de que el afectado puede acudir sin abogado, puede haber muchas partes (como pasa cuando hay subcontrataciones y grupos de empresas) o que la documentación esencial se aporta el mismo dia de la vista, de manera que tendría que establecerse un trámite para que se pudiera presentar anticipadamente. Y si hay testigos, tienen que ir en persona. «Estamos ante un campo inexplorado, pero lo recomendaremos siempre que se pueda. Además, los colegios profesionales están en esa línea», asegura.