Nacho Prada, con su guitarra. JOSÉ C. CASTILLO

Ignacio Prada: «A muchas personas les reconforta crear una canción que sea un legado para su familia»

Este profesional del equipo de Cuidados Paliativos analiza el papel del musicoterapeuta

Ana Santiago

Valladolid

Domingo, 4 de abril 2021, 07:45

.«La actitud, muy abierta y adaptable. Lo primero, saber escuchar, acoger a la otra persona y, después, dejar fluir. La música ayuda relajarse, a ... conectar con la respiración, a autoexplorarse o a atraer recuerdos agradables. La música también para crear o para dejar un legado para la familia en forma de canción». Si algo tiene la musicoterapia es que es música y es terapia sin un plan fijo para Nacho Prada cuando entra en una casa con el equipo de cuidados paliativos para llevar armonía, sosiego, para acompañar los días, muchos o pocos, de una existencia ya dañada.

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«Básicamente es usar la música con un fin terapéutico, es una herramienta que se mueve entre lo lúdico, el juego y dentro de lo no verbal. En ocasiones, cuando el paciente sufre una demencia o autismo o síndrome de Down... no sabes donde está su cabeza y la música ayuda a conectar, estimula los sentidos y crea bienestar. Hay personas totalmente desconectadas de la realidad y la musicoterapia logra llegar a ellos», describe este psicólogo especializado en esta línea de trabajo asistencial.

Este tipo de terapia, concreta, «no es para todos los casos, depende de la persona, de su patología física o psicológica, su situación, su malestar emocional en el que la música puede ayudar mucho a calmarse y sus gustos. Trabajo con ellos desde su historia personal sonora. Lo importante para la persona, lo que para ella tiene sentido. Los cuidados palitivos son, en definitiva, un acompañamiento sostenido y amable hacia el final de la vida. Aplicar vida en esta etapa final sea de la longitud que sea», explica Nacho Prada.

El primer contacto de Nacho con el paciente, y con la familia, es 'informal' busca conocer, además de su patología y circunstancias, qué le puede gustar en cuanto a temas musicales, estilos y que sonidos le desagradan. Si hay alguna canción importante para el enfermo, si hay algún trauma asociado a sonidos, a algún allegado... A veces, escribimos una canción, de bienvenida, de despedida. A muchas personas les encanta la idea de crear una canción como legado a la familia, se involucran mucho en este proyecto y le ponemos letra y música. Otras precisan una terapia de relajación, para rebajar la disnea, la ansiedad. O hay momentos diferentes, sesiones, distintas, para cada paciente. Y la familia se implica mucho en general, crea buenos vínculos», describe.

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La incorporación al equipo de esta disciplina, de la mano ed Nacho, llegó en septiembre de 2019 como experiencia piloto y configura ya pieza inseparable de una oferta terapéutica, en los hogares, fundamentel en el equipo.

«Estoy aprendiendo muchísimo, estas personas, estas familias te dan mucho. Y tiene muy buena acogida produce distracción, tiene un componente lúdico y un placer, un sosiego y lo agradecen muchísimo y más en estos tiempos de covid que no pueden salir de casa a casi nada. Hay respuestas increíbles, gente que no es capaz de hablar cuando llegar y al final canta contigo», explica.

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«Valorar el final de la vida, conseguir una visión diferente de esta etapa, generar bienestar, no tiene precio. A algunas personas al principio se les hace extraño porque relación la música con celebraciones y, ¿por qué no?. Es reconfortante. Y dejar un tema como legado no siempre se puede hacer, a veces es solo música, en ocasiones logran escribir algo, mñas prosaico, más recitado, expresar sus sentimeintos y emociones con una canción... identificarse con lo creado o identificarse con un tema ya hecho. Produce satisfacción», explica este psicólogo y músico que estudió la carerra en Salamanca y la guió con doce años ed Conservatorio, fundamentalmente toca la guitarra y proviene de una familia ed músicos.

Reconoce Nacho que «hay que estar hecho para esto; pero siempre lo decimos: 'Te dan mucho más, de lo que das' y aprendes infinito de estas personas. Hay que acostumbrarse a saber que se irán. En ocasiones se genera un vínculo muy fuerte y duele más. Es parte de la vida. Es duro pero muy bello, de verdad».

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«Básicamente es usar la música con un fin terapéutico, es una herramienta que se mueve entre lo lúdico, el juego y dentro de lo no verbal. En ocasiones, cuando el paciente sufre una demencia o autismo o síndrome de Down... no sabes donde está su cabeza y la música ayuda a conectar, estimula los sentidos y crea bienestar. Hay personas totalmente desconectadas de la realidad y la musicoterapia logra llegar a ellos», describe este psicólogo especializado en esta línea de trabajo asistencial.

«Los sonidos ayudan a conectar con la realidad a las personas que están desconectadas. También regala sosiego»

Este tipo de terapia, concreta, «no es para todos los casos, depende de la persona, de su patología física o psicológica, su situación, su malestar emocional en el que la música puede ayudar mucho a calmarse y sus gustos. Trabajo con ellos desde su historia personal sonora. Lo importante para la persona, lo que para ella tiene sentido. Los cuidados palitivos son, en definitiva, un acompañamiento sostenido y amable hacia el final de la vida. Aplicar vida en esta etapa final sea de la longitud que sea», explica Nacho Prada.

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El primer contacto de Nacho con el paciente, y con la familia, es 'informal' busca conocer, además de su patología y circunstancias, qué le puede gustar en cuanto a temas musicales, estilos y que sonidos le desagradan. Si hay alguna canción importante para el enfermo, si hay algún trauma asociado a sonidos, a algún allegado... A veces, escribimos una canción, de bienvenida, de despedida. A muchas personas les encanta la idea de crear una canción como legado a la familia, se involucran mucho en este proyecto y le ponemos letra y música. Otras precisan una terapia de relajación, para rebajar la disnea, la ansiedad. O hay momentos diferentes, sesiones, distintas, para cada paciente. Y la familia se implica mucho en general, crea buenos vínculos», describe.

La incorporación al equipo de esta disciplina, de la mano ed Nacho, llegó en septiembre de 2019 como experiencia piloto y configura ya pieza inseparable de una oferta terapéutica, en los hogares, fundamentel en el equipo.

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«Estoy aprendiendo muchísimo, estas personas, estas familias te dan mucho. Y tiene muy buena acogida produce distracción, tiene un componente lúdico y un placer, un sosiego y lo agradecen muchísimo y más en estos tiempos de covid que no pueden salir de casa a casi nada. Hay respuestas increíbles, gente que no es capaz de hablar cuando llegar y al final canta contigo», explica.

«Valorar el final de la vida, conseguir una visión diferente de esta etapa, generar bienestar, no tiene precio. A algunas personas al principio se les hace extraño porque relación la música con celebraciones y, ¿por qué no?. Es reconfortante. Y dejar un tema como legado no siempre se puede hacer, a veces es solo música, en ocasiones logran escribir algo, mñas prosaico, más recitado, expresar sus sentimeintos y emociones con una canción... identificarse con lo creado o identificarse con un tema ya hecho. Produce satisfacción», explica este psicólogo y músico que estudió la carerra en Salamanca y la guió con doce años ed Conservatorio, fundamentalmente toca la guitarra y proviene de una familia ed músicos.

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Reconoce Nacho que «hay que estar hecho para esto; pero siempre lo decimos: 'Te dan mucho más, de lo que das' y aprendes infinito de estas personas. Hay que acostumbrarse a saber que se irán. En ocasiones se genera un vínculo muy fuerte y duele más. Es parte de la vida. Es duro pero muy bello, de verdad».

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