Loquillo, cara a cara con el público durante el concierto que ofreció en la Plaza Mayor de Valladolide en el año 2000. Gabriel Villamil

25 años de la Virgen de San Lorenzo: la fiesta que cambió Valladolid

El traslado de las fiestas de San Mateo a San Lorenzo en el año 2000 abrió un nuevo ciclo festivo en la ciudad. Algunas de las voces que lo hicieron posible lo cuentan mientras posan con la pañoleta de El Norte

Laura Negro

Valladolid

Domingo, 7 de septiembre 2025, 08:11

Durante generaciones, el mes de septiembre vallisoletano estuvo marcado en rojo por San Mateo –el 21 de septiembre–, sin embargo, en el año 2000, con ... Francisco Javier León de la Riva como alcalde, se decidió dar un giro y trasladar las fiestas a la Virgen de San Lorenzo –8 de septiembre–, la patrona de la ciudad. Aquellas primeras fiestas, que hoy ya parecen de toda la vida, provocaron un buen debate entre los diferentes sectores afectados y también entre la ciudadanía. No todos recibieron la noticia con alegría. A muchos les costó «cambiar de santo», sin embargo, 25 años después, lo ven como un acierto ya que con el cambio se mejoró la climatología, se alargó la actividad en la calle y se aprovechó un festivo local.

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Aquellas primeras fiestas de los años dosmil dieron un giro radical respecto a las de San Mateo, con actividades tan rompedoras como la Feria de Día o la Partydance. Entonces, la participación femenina en la organización era más la excepción que la norma. Poco a poco se ha ido tendiendo a un modelo más inclusivo y diverso, aunque según los colectivos feministas aseguran, «todavía queda mucho por hacer».

En estas bodas de plata festivas hemos querido recoger los testimonios de quienes, de alguna manera, participaron en aquel cambio y de otros protagonistas de estos 25 años de las fiestas dedicadas a la Virgen de San Lorenzo. Todos ellos han querido lucir la pañoleta de El Norte de Castilla para desear unas felices fiestas a los lectores.

Eusebio Sacristán Pregonero en las primeras fiestas de la Virgen de San Lorenzo, en 2000

«Fue un honor pregonar el inicio de una nueva etapa en 2000»

Eusebio Sacristán posando con la pañoleta de las fiestas A. Mingueza

El exfutbolista Eusebio Sacristán fue el encargado de dar el pregón en el año 2000, cuando las fiestas de la ciudad pasaron a celebrarse en honor la Virgen de San Lorenzo. «Lo viví con mucha alegría y satisfacción. Era el comienzo de una etapa diferente y para mí fue un orgullo dirigirme a todos los vallisoletanos en un momento tan especial», recuerda.

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Nacido en La Seca, Eusebio llegó a Valladolid con 11 años. Estudió en los Pavonianos, jugó en los juveniles y debutó en Primera con el Real Valladolid el 1 de enero de 1984, cumpliendo el sueño de su infancia. En el año 2000, con 36 años y todavía en activo como futbolista, se subió al balcón para hablar a su ciudad. «Me ofrecí a todos con mucho cariño», señala. El cambio en los días grandes de Valladolid, lo recuerda como algo natural y bien recibido. «Fue un paso agradable, coincidía con un clima más templado y la gente lo acogió con ilusión. Lo importante es que ha perdurado», opina.

Aquella tarde, para él la Plaza Mayor se convirtió en un gran estadio en el que los aplausos le llegaron desde la calle. «Sentí un calor enorme de la gente. Era como estar en Zorrilla, pero con toda la ciudad delante», confiesa. «El pregón me permitió devolver algo de lo que Valladolid me había dado. Aquí me formé como persona y como jugador. Todo lo que soy tiene que ver con esta ciudad, y poder abrir las fiestas en ese momento histórico fue un regalo», comenta.

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José Antonio González Gerbolés Artífice de las alfombras florales

«La primera alfombra de la patrona se hizo con alfalfa y posos de café»

José Antonio González Gerbolés A. Mingueza

Durante décadas, José Antonio González Gerbolés ha llenado la Plaza Mayor de Valladolid de color con sus alfombras florales dedicadas a la Virgen de San Lorenzo. Su historia empezó en 1997, cuando realizó su primer tapiz floral en Viana de Cega. «Quería dar el salto a Valladolid, y en 2002 se lo propuse al Ayuntamiento y al Arzobispado, pero no me hicieron caso. Al año siguiente insistí y la concejala Mercedes Cantalapiedra me escuchó: 'Hazla', me dijo. Y así empezó todo».

Aquella primera alfombra de 2003 se hizo con alfalfa, flores y hasta con posos de café. «Era muy vistosa y la gente la recuerda con muchísimo cariño», comenta este artista mientras se le empañan los ojos. Desde entonces y hasta 2024, sus trabajos se han convertido en una tradición de las fiestas. Este año, será su sobrina la que tome el testigo de esta tradición. «Para mí, hacer la primera alfombra de la patrona en Valladolid fue como llegar al más allá. Y todavía hoy me sigo emocionando». Para José Antonio, sus alfombras son mucho más que un adorno festivo. «Yo siempre me he fijado cómo la gente se para a admirarlas y siempre he pensado: fíjate, aquí habrá de todo, cristianos y no cristianos, políticos de un lado y del otro, y todos miramos lo mismo, con los mismos ojos. Ojalá miráramos todo así. Todos a una y dejando la política al margen», subraya.

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José Luis Bellido Presidente de la Federación de Casas Regionales y Provinciales en Castilla y León (FECARCYL)

«La idea de trasladar las fiestas de fecha surgió en las casetas»

José Luis Bellido A. Barrio

José Luis Bellido, es el alma mater de la Feria del Folklore y la Gastronomía, que este año cumple su 42 edición. Él tiene muy presente aquel año 2000, cuando las fiestas dejaron de celebrarse en San Mateo para pasar a la Virgen de San Lorenzo. «Había años que nos pelábamos de frío, por eso pensamos que no era mala idea cambiar las fiestas. Hubo una consulta popular y salió adelante, pero la propuesta había surgido ya en 1998 desde las casas regionales. La propuesta fue nuestra y se la hicimos al alcalde León de la Riva», explica.

Por aquel entonces las casetas se habían trasladado desde la Cañada de Puente Duero al entorno del estadio José Zorrilla, donde han permanecido desde 1998 hasta el pasado año. En esta nueva edición de las fiestas, se estrenará ubicación. «Cuando llegamos junto al Real de la Feria allí no había nada. Aquello era un páramo. Empezamos en un desierto, pero poco a poco fuimos mejorando. En general allí hemos estado bien», recuerda. Uno de los hitos fue la creación de la conocida zona de sombra, muy valorada por los asistentes».

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En estos 25 años, dice, ha habido de todo, rachas buenas y malas, pero siempre con la sensación de formar parte esencial de las fiestas. «La gente lo ha pasado bien y las casetas se han consolidado como un punto de encuentro. Esa es nuestra mayor satisfacción», dice.

Rafael Mesonero Presidente de Asociación de confiteros de Valladolid

«El postre de las fiestas nació del trabajo conjunto de los confiteros»

Rafael Mesonero A. Barrio

El cambio de las fiestas de San Mateo a la Virgen de San Lorenzo también se saboreó en los obradores de Valladolid. Rafael Mesonero, presidente de la Asociación de Confiteros, recuerda aquel momento como un reto colectivo. «Hasta entonces no teníamos un postre dedicado a San Mateo, pero cuando se anunció el cambio decidimos ponernos manos a la obra para crear uno a la patrona, igual que también lo tenía San Pedro Regalado». La receta nació de una lluvia de ideas entre los confiteros, hasta dar con una combinación que todavía perdura. «Se decidió una base de hojaldre caramelizado, con crema de naranja y bizcocho de chocolate. El contraste del chocolate con la naranja funcionaba muy bien, y el resultado fue un éxito», recuerda.

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El público lo acogió con entusiasmo y el dulce se convirtió en tradición. «Que siga 25 años después significa que acertamos. Los turistas lo buscan y los vallisoletanos lo sienten como algo propio de las fiestas», añade el presidente de los confiteros. A nivel personal, asegura que aquel postre fue mucho más que un encargo. «Reportó esfuerzo y entusiasmo, porque nació del trabajo conjunto de todos los confiteros de Valladolid. Ver que se ha consolidado como parte de la fiesta es un orgullo enorme», apostilla.

Este año, además, los confiteros volverán a tener un papel protagonista en las fiestas. «El domingo haremos la tarta más grande del mundo, con 4.500 raciones del postre de San Lorenzo, formando una fila de 360 metros de tarta continua con la que se pretende batir el Record Guinness. Es mucho trabajo, pero también mucha ilusión», adelanta Mesonero.

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Yolanda Rodríguez Presidenta de Fundación Triángulo

«El colectivo LGTBI sigue teniendo poca visibilidad en las fiestas»

Yolanda Rodríguez A. Mingueza

Para Yolanda Rodríguez, presidenta de Fundación Triángulo, las fiestas de la Virgen de San Lorenzo han sido siempre un espacio con escasa presencia del colectivo LGTBI. «En el año 2000 prácticamente no estábamos, y lo cierto es que seguimos teniendo muy poca visibilidad. Nunca ha habido una peña LGTBI, ni una programación pensada específicamente en este sentido. Hemos participado como cualquier otro ciudadano, pero sin un espacio propio», recuerda.

En los últimos años, sí se han dado algunos pasos tímidos. Desde la fundación han impulsado campañas de prevención de la LGTBIfobia y de las infecciones de transmisión sexual, repartiendo pegatinas, organizando mesas informativas junto al Consejo de la Juventud y difundiendo mensajes de sensibilización en redes sociales. «No es que las fiestas se hayan convertido en un referente de visibilidad, pero al menos hemos podido estar presentes con pequeñas acciones, sobre todo dirigidas a la gente joven».

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La oferta musical ha contribuido también, de forma indirecta, a dar representación. «En los últimos años han actuado artistas LGTBI con gran proyección y eso también es una forma de visibilidad, aunque no se plantee como algo específico. Simplemente refleja que cada vez hay más artistas LGTBI reconocidos y que entran de manera natural en la programación», explica Rodríguez. «No se trata de crear un programa aparte, sino de que las personas LGTBI estemos presentes en igualdad, que formemos parte de la ciudad y de sus celebraciones. Dentro de 25 años me imagino unas fiestas más diversas y abiertas, donde la gente joven encuentre espacios para visibilizarse si lo desea», comenta.

Óscar de Rivera DJ en la Partydance que se celebró entre 2001 y 2010 y pregonero 2013

«La Partydance fue una lanzadera para mi carrera»

El DJ Óscar de Rivera con el pañuelo de fiestas de El Norte A. Barrio

Óscar de Rivera, DJ vallisoletano, fue uno de los protagonistas de la famosa PartyDance, aquel desfile musical que durante los primeros años de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo convertía la Plaza Mayor en una macrodiscoteca al aire libre. Este profesional de la música actuó como invitado durante todos los años que se celebró esta gran fiesta, desde el 2001 (aquel primer año se denominó Paradance). «Fue un concepto que convulsionó la ciudad. Traíamos DJs nacionales e internacionales, y muchos no daban crédito al éxito que tuvo. Personalmente, me sirvió como una lanzadera a nivel profesional, no solo en Valladolid, sino también a nivel nacional», explica.

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Para Óscar, aquellos primeros años de las fiestas de San Lorenzo fueron muy especiales. «Pinchar en camiones recorriendo el Paseo Zorrilla y terminar en la Plaza Mayor fue un torbellino de sensaciones. Pocas cosas han tenido tanto éxito en la ciudad como esos primeros años de la PartyDance», recuerda.

Aunque con el tiempo el desfile se diluyó y dio paso al World Dance Music en 2011, Óscar recuerda aquella etapa con cariño. «Fue un evento que marcó un antes y un después, no solo para mí, sino para Valladolid. Formar parte de algo así en tu propia ciudad es un orgullo enorme», comenta este DJ que, además, en 2013 tuvo el honor de ser también pregonero de su ciudad.

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Jesús Mateo Párroco de la iglesia de San Lorenzo desde 2002 a 2019. Impulsor de la procesión a la patrona

«Ver salir a la Virgen por primera vez fue una emoción inolvidable»

El párroco Jesús Mateo recuerda aquella primera procesión de la virgen con gran cariño A. Barrio

Jesús Mateo, fue párroco de la iglesia de San Lorenzo durante 17 años. Empezó en 2002. Recuerda con emoción cómo vivió el cambio de las fiestas de Valladolid, que pasaron de San Mateo a celebrarse en honor a la Virgen de San Lorenzo. «Al llegar, el arzobispo me hizo un importante encargo: fomentar la devoción a la Virgen. Para mí fue un honor y una ilusión enorme», relata.

El primer gran reto fue organizar la procesión de la Virgen en 2003, algo que no se realizaba desde hacía más de 50 años. «Al principio había muchas dudas. No sabíamos cómo reaccionaría la gente ni cómo coordinar a las peñas y cofrades. Pero todo salió perfecto. Salió la Virgen, y toda Valladolid salió a las calles. La emoción fue tremenda, especialmente cuando llegamos a la catedral y vimos la multitud que nos esperaba», recuerda. «Ese mismo año se hizo también la primera alfombra floral y fue algo impresionante. Tengo que decir, que aquel primer año no nos acompañó ninguna autoridad. No se fiaban de cómo saldría todo. Después del éxito, desde entonces la tradición se ha consolidado y las autoridades se implicaron muchísimo, gracias a Dios».

A nivel personal, aquella primera procesión es uno de los mejores recuerdos de su vida. «Ver la alegría de los cofrades, la emoción de los vecinos, incluso lágrimas de felicidad… eso es algo que jamás olvidaré. Fue un momento de unión y devoción que marcó el inicio de esta etapa de las fiestas», comenta este párroco que ha seguido impulsando la participación de los devotos apoyando distintas iniciativas. Él está convencido de que lo más importante es mantener viva la tradición y la unión en torno a la Virgen. «Ver a la ciudad entregada y disfrutando de la fe y la fiesta al mismo tiempo es algo increíble», concluye.

Nina Infante Presidenta del Foro Feminista de Castilla y León

«Las mujeres tienen más libertad, pero también más miedo»

Nina Infante posando con el pañuelo de fiestas A. Mingueza

Nina Infante, presidenta del Foro Feminista de Castilla y León, recuerda que hace 25 años ya había una presencia femenina destacada en las peñas, sobre todo de gente joven. Sin embargo, junto a esa mayor participación también persistía un problema que sigue vigente, las agresiones y la sensación de inseguridad. «Las mujeres no pueden estar divirtiéndose con sana alegría, con igualdad y sin miedo, sobre todo sin miedo», subraya.

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A su juicio, aunque se ha trabajado mucho en igualdad y buena parte de la juventud cree que ya está alcanzada, la realidad demuestra lo contrario. Ese temor sigue presente, a pesar de los avances impulsados desde el Ayuntamiento en coordinación con el movimiento feminista. «Tenemos el grave problema de la sumisión química, todavía muy desconocida. Es un problema que se viene dando sobre todo en los últimos cinco años y que afecta mucho a las mujeres. Llevamos mucho tiempo trabajando en igualdad y eso ha hecho que haya avances en libertad. Las chicas salen más libres, sin embargo, también salen con más miedo. Las agresiones han aumentado, sobre todo en fiestas, de ahí que surgieran los Puntos Violeta, que han sido un avance por parte del Ayuntamiento».

Aun así, Infante considera que la organización de las fiestas no ha incorporado de forma suficiente la perspectiva feminista. «Yo creo que queda mucho por hacer. Estamos en el 6º Plan de Igualdad… y no estamos atentos a la situación real que existe en Valladolid entre las mujeres y los hombres.

David Luguillano Torero

«Torear en Valladolid fue un orgullo y una gran responsabilidad»

El torero David Luguillano vivió tardes de gloria en el coso vallisoletano A. Mingueza

El torero David Luguillano recuerda con claridad el cambio de San Mateo a la Virgen de San Lorenzo en el año 2000. «Antes, las fiestas eran a finales de septiembre, solía hacer frío y llovía. Adelantar las fechas fue un acierto. El tiempo acompaña, oscurece más tarde y se vive mejor tanto dentro como fuera de la plaza» opina.

En aquel año, Luguillano vivía un momento muy especial de su carrera. «Acababa de ser máximo triunfador de la Feria de San Isidro junto con Miguel Avellán y 'El Califa'. Fue un año inolvidable, y por eso torear en mi ciudad, era un orgullo tremendo, pero también una gran responsabilidad. La exigencia era mayor porque todos me conocían y la crítica era más dura», recuerda.

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Aunque durante su época activa no vivía las fiestas más allá de la plaza, reconoce que ahora las disfruta como cualquier vallisoletano. «Salir con amigos, ir a los conciertos, compartir con la gente… Las fiestas de la Virgen de San Lorenzo son maravillosas. Los toros fueron mi pasión, pero hoy disfruto de todo lo demás y lo aprecio mucho más». Para Luguillano, estos 25 años de fiestas han supuesto una evolución positiva. «La ciudad se ha volcado, las casetas, la animación, todo ha mejorado. Las fiestas han ganado cercanía y calidad, y verlo como paisano es un verdadero lujo», opina.

Juan Antonio Bermejo Peñista y presidente de la Coordinadora de Peñas de Valladolid

«Hubo reticencias, pero las fiestas ganaron en color y participación»

Juan Antonio Bermejo ilusionado ante esta nueva edición de las fiestas A. Barrio

Juan Antonio Bermejo tiene alma de peñista. Desde siempre ha vivido las fiestas de su ciudad arropado por el grupo y recuerda con claridad cómo se vivió el cambio de las fiestas en el año 2000. «El primer año fue polémico, sobre todo entre los peñistas. Muchos pensábamos que un santo es muy importante y que no se debía de tocar, pero con el tiempo se vio que fue un acierto. Hace mejor tiempo, se sale más a la calle y las actividades tienen más colorido», explica.

En aquel momento, Bermejo tenía 25 años y era un habitual en el tradicional desfile de peñas, que no estaba exento de incidentes. «Antaño se tiraban huevos al balcón del Ayuntamiento y siempre nos echaban la culpa a la Coordinadora, aunque luego se demostró que no teníamos nada que ver», comenta. Con los años, las peñas han ido ganando protagonismo en la organización de las fiestas. «Ahora tenemos un papel importante en el programa, coordinamos actividades deportivas, conciertos y eventos para la juventud. Es un legado que hay que cuidar y seguir fomentando», señala Bermejo.

A nivel personal, destaca la implicación de la Coordinadora y de la ciudad en general. «Ver a los chavales disfrutar, poder organizar todo de forma segura y colaborando con autoridades y servicios municipales es muy satisfactorio. Estas fiestas han crecido gracias al esfuerzo y al cariño de todos», recalca

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Ana Gallego y Ángel Sánchez Actores de Teloncillo Teatro y pregoneros en 2019

«Ser pregoneros fue una de las experiencias más emocionantes de nuestra carrera»

Angel Sánchez y Ana Gallego, de Teloncillo Teatro A. Mingueza

Para Ana Gallego y Ángel Sánchez, de la compañía Teloncillo Teatro, el año 2019 quedó grabado para siempre en su memoria. Fueron los pregoneros de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo, un honor que, como ellos mismos reconocen, les llegó por sorpresa. «Fue un sorpresón, muy bonito. Cuando nos llamó el alcalde y nos dijo que habíamos sido propuestos por asociaciones y colectivos vecinales, no lo dudamos. Fue un regalo», recuerdan.

Acostumbrados a trabajar en el teatro para niños —«una disciplina que a veces se considera menor»—, aquel reconocimiento tuvo un valor especial. «Sentimos que era una forma de dar visibilidad a nuestro trabajo y de agradecer el cariño que nos da la ciudad. En Valladolid nos sentimos en casa, hemos creado vínculos con familias que nos siguen desde hace años y eso nos emociona mucho».

El momento del pregón lo recuerdan con gran emoción. «Asomarte al balcón del Ayuntamiento, ver a toda la gente, escuchar a las peñas, sentir los aplausos… Fue mágico. Nos acompañaron nuestros músicos, porque queríamos que hubiera música en directo también para los niños, y al final lanzamos los papelillos blancos y malvas del Real Valladolid. Fue un instante inolvidable», comentan. «Nos sentimos arropados y queridos, tanto por el Ayuntamiento como por el público. Para nosotros fue uno de los momentos más importantes de nuestra trayectoria en la ciudad. Es algo que quedará siempre ligado a Teloncillo y a nuestra relación con las familias vallisoletanas», comentan.

Ana Sanz Directora de la academia de baile Farah Diva

«Fuimos la primera academia en sacar el baile a la calle»

Ana Sanz fue una de las impulsoras de sacar la danza a la calle A. Mingueza

Ana Sanz, directora de la escuela de danza Farah Diva, celebra este año el 20 aniversario de su centro en Valladolid. Su vinculación con las fiestas comenzó al poco de abrir la escuela. «Al año de inaugurarla, tuvimos la iniciativa de salir a bailar en la calle para promocionar tanto la danza oriental como la propia escuela. Fuimos el primer centro de baile de Valladolid que lo hizo», recuerda. Desde entonces, la presencia de Farah Diva en las fiestas de San Lorenzo, ha sido una constante, especialmente en la Plaza España, donde suelen bailar sus alumnos. Además, son también el grupo oficial de folclore de la Casa Regional de Melilla. «La primera vez que bailamos la gente estaba expectante, no sabía muy bien qué íbamos a hacer. Pero al segundo día ya hubo muchísima expectación, incluso sacamos a la gente a bailar para que fuera participativo. Desde entonces, sobre todo en los últimos diez años, la plaza siempre se llena. Cada vez nos conoce más gente y ahora en la plaza de España también ofrecemos más actividades, no solo danza oriental», cuenta. Lo mismo ocurre con las actuaciones junto a Casa Melilla, que logran captar al público que se mueve entre las casetas.

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Sanz valora positivamente el cambio de las fiestas de San Mateo a la Virgen de San Lorenzo hace 25 años. «Fue un acierto. Ahora no se interrumpe el comienzo del curso escolar y se disfruta más», opina. «Me siento muy agradecida y valorada de que cada año cuenten con nosotros, especialmente con el técnico Carlos Heredero, que siempre está ahí. La danza debe salir a la calle y qué mejor momento que en fiestas e iniciando el curso», dice.

Miguel Ángel Fernández del Campo Cofrade de Nuestra Señora de San Lorenzo

«Queríamos relanzar la devoción y visibilizar a la Virgen dentro de las fiestas»

El cofrade Michel Fernández, recuerda aquella primera procesión de la Virgen A. Mingueza

Miguel Ángel Fernández del Campo, «Michel», cofrade de Nuestra Señora de San Lorenzo, recuerda con nitidez cómo vivieron aquel año 2000 en el que las fiestas cambiaron de San Mateo a la patrona. «Fue un acierto, porque permitió dar una significación religiosa y festiva a las fiestas, poniendo en valor a nuestra Virgen de San Lorenzo», asegura. Hasta ese momento, la celebración en honor a la patrona se reducía a una sencilla eucaristía en la iglesia de San Lorenzo, «sin grandes fastos ni procesión. Quedaba un poco alejada del conjunto de la ciudad», comenta.

Ese cambio de fechas les hizo ver a un pequeño grupo de cofrades la oportunidad de dar un paso al frente. «Pensamos que había que aprovechar la ocasión para relanzar la devoción y visibilizar a la Virgen dentro de las fiestas», explica. Así comenzaron a reunirse y trabajar en nuevos proyectos. De aquellos encuentros nació la idea de instaurar la procesión y la ofrenda floral, que finalmente se materializaron en 2003. «Fue un trabajo en equipo de la directiva de entonces y del párroco don Jesús Mateo, sin cuya ayuda nada habría sido posible», recuerda Michel. «Es un orgullo haber contribuido a dar sentido a unas fiestas renovadas. Me sigue emocionando ver a la Virgen de San Lorenzo, que hoy tiene mucha más devoción que entonces. Se ha puesto en valor a nuestra patrona y está plenamente integrada en la vida de Valladolid», concluye.

Laura López Primera pregonera en estos 25 años de fiestas, en 2009

«Me daba más miedo dar el pregón que tirarme a una piscina olímpica»

Laura López tiene muy presente el recuerdo de su pregón, cuando tenía 21 años A. Mingueza

La vallisoletana Laura López se convirtió en 2009 en la primera mujer en dar el pregón de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Apenas un año antes había logrado la medalla olímpica en Pekín con la selección española de natación sincronizada, y con tan solo 21 años asumió un reto que reconoce que le imponía tanto como una final olímpica. «Me hizo mucha ilusión recibir la llamada, pero a la vez me daba más miedo dar el pregón de las fiestas que tirarme a una piscina olímpica», comenta entre risas.

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Aquel día salió al balcón del Ayuntamiento con la misma concentración que en sus competiciones. «Estaba nerviosa. Nunca me había enfrentado a algo así, con miles de personas delante. Hice una respiración profunda, como cuando voy a competir, y salí al balcón muy bien acompañada. Quería era llegar a todos los vallisoletanos, a mi familia y a toda la gente que me había apoyado en mi carrera. Que fuera un pregón que vibrara desde abajo, como a mí me hacían vibrar otros pregones cuando era yo la que estaba en la plaza», señala. «Al finalizar, un petardo se enredó en la bandera y volvió al balcón. Nos llevamos un susto tremendo», ríe. «Siempre que paso por la Plaza Mayor pienso en ese día. Fue un lujo que mi ciudad me diera esa oportunidad», concluye la deportista, hoy entrenadora del Club de Valladolid y de la selección nacional.

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