Valladolid

Una falsa alarma por «olor a gas» en el edificio de la calle Goya moviliza a bomberos y policía

Concretamente, el Servicio de Emergencias 112 recibió sobre las 22:40 horas una llamada en la que se avisaba de un «olor a gas» a la altura del número 32 de la calle Goya, el edificio en el que hace seis días se produjo una fuerte explosión que causó la muerte de Teresa Bergondo, una vecina del inmueble de 53 años, y dejó catorce heridos de diversa consideración.

Fueron unos instantes de incertidumbre que finalmente resultaron ser una falsa alarma. Los efectivos desplazados en el lugar, tras realizar las comprobaciones oportunas, constataron que no se había producido ninguna fuga de gas. No obstante, cabe destacar que tanto Policía Municipal como Nacional realizan labores de vigilancia durante toda la noche para velar por la seguridad en la zona.

Saben los vecinos del número 32 de la calle Goya que aún les queda un «arduo y largo» camino por delante. Están a la espera de noticias sobre el futuro de sus casas. Por el momento, el primer informe de la calle Goya revela que la estabilidad del bloque corre un riesgo «muy grave».

Este análisis preliminar, realizado por la empresa Incidec tras un encargo del Ayuntamiento de Valladolid, urge a la necesidad de apuntalar de forma provisional la fachada del primer piso, concretamente una de las vigas correspondientes al exterior del 1ºC. Todo, para evitar el colapso del edificio al catalogar de «riesgo muy grave la estabilidad del pórtico y en consecuencia del conjunto del edificio».