Terry Tiro, estudiante erasmus procedente de Perú, durante un partido oficial del Real Valladolid en el Estadio José Zorrilla. El Norte
Valladolid

El estudiante peruano de Erasmus en Valladolid al que confundieron con un ultra del Pucela

Terry Tiro, becado por el programa de movilidad, destaca que han sido «los mejores cinco meses» de su vida

Raúl R. Méndez

Valladolid

Sábado, 2 de agosto 2025, 19:49

Cuando a Terry Tiro, estudiante erasmus de 21 años originario de Perú, le dijeron que el sorteo en la Universidad San Marcos de su país ... le había asignado una estancia de cinco meses en Valladolid no se quiso creer su «mala suerte». «Rápidamente me puse a investigar qué era Valladolid. No tenía ni la más remota idea, ni siquiera conocía la ciudad de antes. Un par de búsquedas rápidas en Internet fueron suficientes para asustarme por los comentarios de la gente. Decían que esta ciudad era muy seca, y solo encontraba comentarios negativos sobre sus habitantes y sobre lo cerrados y fríos que eran», explica.

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Las habladurías y las malas lenguas dejaron de sostenerse para él tan pronto como pisó Valladolid para continuar con sus estudios universitarios en márquetin e investigación de mercados a lo largo del segundo cuatrimestre del año académico 2024-2025. «Fui capaz de romper esos prejuicios con facilidad y rapidez. Me encantó todo de esta ciudad, y sobre todo lo amable, cercana y receptiva que fue su gente conmigo. Fueron, sin exagerar, los cinco mejores meses de mi vida».

En cuanto a la educación, destaca lo «avanzada» que está con respecto a la de su país. «Hay mucho dinamismo, es decir, en el 'salón' (el aula) el profesor no solo enseña, sino que invita a participar en la dinámica o propone actividades prácticas. Además, la UVA tiene una amplia y muy efectiva bolsa de trabajo, que te permite encontrar puestos adecuados para tu especialidad». Asimismo, señala que no se sintió solo en ningún momento y que la acogida por parte de sus compañeros españoles «no pudo ser mejor». «Gracias a Javier Batuecas, que fue uno de mis mejores amigos en todo momento, pude encontrar un grupo de amigos con rapidez. Al principio, pues recién había llegado, fui tímido, pero no me costó integrarme en la dinámica y disfrutar mucho con ellos».

Para Terry, lo mejor de Valladolid es la Plaza Mayor y el Museo de Escultura, aunque también asegura que la ciudad «no se queda atrás» en cuestión tecnológica con respecto a otras ciudades de España que ha podido visitar, como Bilbao. «Lo del sistema de alquiler BIKI, que es muy cómodo y la utilizaba para ir a la universidad, lo de los autobuses eléctricos... Todo esto en mi país, en Perú, es cosa de ciencia ficción», lamenta.

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Pasión por el Pucela

«Acá los latinos somos mucho más de gritar, de alentar, de cantar en los estadios de fútbol que los españoles. Todos los vecinos de asiento se me quedaron mirando», explica Terry Tiro sobre la que fue su primera experiencia durante un partido oficial en el José Zorrilla, concretamente el Valladolid-Barcelona de la pasada temporada. Una que guarda una anecdóta de lo más graciosa, y que aún sigue recordando entre risas. Precisamente, por lo mucho que animaba al equipo local, enfundado en una camiseta blanquivioleta como un aficionado más, los demás asistentes llegaron a confundirle con un ultra del Real Valladolid durante algunos minutos.

«Me miraban muy raro. Yo creo que pensaron por un momento que era un ultra más del equipo, equivocado de grada porque, claro, yo estaba en la sur y no en la norte. 'Hermano, el fondo ultra está al otro lado', me dijo un abonado», explica. «También me dijo que tenía mucho espíritu, digno de elogio. Luego ya le expliqué la situación y estuvimos cantando, bailando y saltando todo el partido, que empezamos ganando y terminamos perdiendo, lamentablemente», relata Terry antes de asegurar que conservará siempre un amor por el Pucela y su camiseta blanca y violeta como recuerdo.

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Este joven ya se ha despedido de la ciudad, con alguna lágrima pero con un recuerdo imborrable que seguramente le acompañará durante el resto de su vida. «De Valladolid me llevo muchos aprendizajes en muchos sentidos. Incluso que fue en el pasado capital de España. Cuando en Perú nos hablan de España pensamos rápidamente en Valencia, Barcelona, Málaga, Madrid... Pero nunca en Valladolid. Y qué equivocados están. Yo voy a recomendarle a todos mis amigos que, si pueden, hagan un Erasmus en la UVA, si los convenios lo permiten. La gente es muy cálida y no les va a faltar de nada, como tampoco me faltó a mí. Además, Valladolid me ha llegado a recordar por momentos a Huánuco, mi ciudad natal aquí en Perú», dice emocionado.

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