Detenido por violar a una mujer y obligarla a prostituirse sin cobrar en la carretera de Renedo

El presunto cabecilla de la trama, un joven rumano de 29 años, afincado en Delicias y con cuatro antecedentes por los mismos delitos, fue detenido de nuevo el 19 de mayo en calidad de investigado por los delitos de agresión sexual, coacciones y relativos a la prostitución. El sospechoso, al igual que ocurrió a raíz de su primera detención a mediados de marzo, volvió a quedar en libertad con cargos.

Los hechos, esta vez, se remontan al mes de marzo, cuando la mujer, que conoció al explotador a través de otra víctima de la red, quien les puso en contacto a través de Internet, inició una aparente relación sentimental con él. Al final la convenció de que viajara a Valladolid, donde reside, para formalizar dicha relación -este método se denomina del 'lover boy'-. Pero nada más llegar, según relatan fuentes policiales, comenzó a darse cuenta de que había sido engañada.

Así que la mujer, que mostró sus reticencias a seguir las órdenes del varón, acabó siendo forzada de manera violenta. El hombre, siempre según el relato policial, la obligó a mantener relaciones sexuales con él, la retiró la documentación y acabó obligándola a ejercer la prostitución durante una semana, con temperaturas bajo cero, en la carretera de Renedo, donde se encontraban ya otras tres víctimas, al menos, de esta red. La diferencia es que ella tuvo que trabajar gratis. Debía entregar todo el dinero que recibía de los clientes a su explotador y era este el que dictaminaba cómo debía ejercer la prostitución e, incluso, la obliga a mantener las relaciones sin preservativo si así se lo pedían los clientes.

La suerte, al menos, quiso que a mediados de marzo comenzara la denominada 'operación Craiova', gracias a la denuncia de otra víctima de la red, en la que fueron detenidos el presunto cabecilla de la red y tres compinches, todos ellos afincados en Delicias. Ella logró escapar de ellos entonces y ha sido ahora, al ser localizada en Murcia, cuando ha relatado el calvario sufrido en Valladolid y facilitado la detención, de nuevo, del sospechosos.

El grupo, en origen, trajo también engañadas a compatriotas de su país natal y las obligó a trabajar para ellos (con violencia y a cambio de recibir la mitad del dinero que recibían por sus servicios) en la carretera de Renedo, el punto habitual que ha concentrado la prostitución callejera en la capital desde mediados de los años noventa, pero que entró en clara decadencia en los últimos años. En 2016 eran una veintena las mujeres que trabajaban allí y el año pasado tan solo fueron cinco las mujeres que ejercían allí la prostitución. El doble golpe policial a la red que intentó reactivar el 'negocio' puede haber puesto casi un punto y final a este escenario.