Detenido un 'peluso' por intentar robar en una empresa de Pajarillos con una radial
Los agentes arrestaron a un compinche y al hombre que cobijó en su casa al joven, implicado en un tiroteo en febrero
El clan de Los Pelusos recibió ayer una de cal y otra de arena. La primera se la llevó un joven de 26 años, C. C. L., que fue detenido de madrugada después de protagonizar presuntamente un intento de robo a una empresa de Pajarillos y una sorprendente huida que le llevó a refugiarse en la casa de un conocido en Las Flores (el dueño de la casa también fue detenido por darle cobijo e intentar impedir su arresto a los policías locales). La de arena, aunque ya conocida por el protagonista, llegaría después en el juicio por el atraco a un estanquero del Cuatro de Marzo, en el que fue exonerado antes de la vista oral el cabecilla del clan, Alejandro G. E., 'Rini'. Los dos, eso sí, están pendientes de ser juzgados por su presunta implicación en un tiroteo ocurrido en febrero en La Rondilla (los dos fueron detenidos acusados de perseguir a tres jóvenes desde un bar de Pajarillos y tirotearles después).
El caso es que el joven 'peluso' de 26 años, C. C. L., en cuyo historial figuran ya numerosos antecedentes policiales por robos, fue detenido a las cinco de la mañana de ayer en compañía de un compinche, J. P. E., de 28, ambos afincados en Pajarillos, acusados de intentar desvalijar minutos antes una empresa de la calle Loto, situada entre el final de la calle Villabáñez y la ronda este (VA-20), dentro de su barrio. El caso es que los autores utilizaron un método ruidoso que llevó a un testigo a alertar a los agentes después de observar cómo dos jóvenes «cortaban la puerta metálica de una nave con una radial».
El sospechoso, de 26 años, salió en ropa interior para «simular que le habían sacado de la cama»
Los agentes llegaron a tiempo de sorprenderles antes de que accedieran a la empresa y los dos emprendieron la huida a pie hacia la ronda. Uno de ellos, J. P. E., fue arrestado antes de adentrarse en las calles de Las Flores. Al otro, C. C. L., le vieron meterse en una casa del mismo barrio. Así que los agentes llamaron segundos después a la puerta y el inquilino, J. R. A., de 42 años, negó que el joven estuviera allí, les pidió una orden judicial para entrar e intentó impedir que accedieran empujando la puerta desde dentro.
Los policías, pese a todo, lograron entrar a la casa y localizaron al joven 'peluso', que estaba ya en ropa interior para «simular que le habían sacado de la cama». Fue detenido por el intento de robo, al igual que el hombre que le cobijó en su vivienda por encubrimiento. «Ante un delito flagrante, como era el caso, estamos habilitados para entrar a una vivienda», explicaron fuentes policiales.
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