

Vida de barrio
La Circular, un barrio con historia y retos: «Hay que reformar la plaza y mejorar la accesibilidad»Los vecinos y comerciantes lamentan el deterioro de la plaza de Pérez Galdós aunque destacan la gran variedad de negocios y la buena comunicación con el centro de la ciudad
A finales del siglo XIX se estableció la ordenación de la zona de Vadillos, un área rural que formaba parte de las tierras de cultivo que rodeaban la ciudad. A su vez, se aprobó el proyecto de José Benedicto Lombía, arquitecto municipal de Valladolid y Huesca entre 1903 y 1919, para la creación de una plaza de forma circular con el objetivo de urbanizar la zona y unirla con Vadillos, San Juan, Cruz Verde y San Isidro. Así se formaron los cimientos del pequeño y humilde barrio de la Circular.
Eran años muy duros en lo que a economía se refiere, y los vecinos que se mudaron a esta zona trabajaban sobre todo en los talleres construidos para dedicar el tiempo a sus diversos oficios y obtener el beneficio que les permitió salir adelante. De hecho, se dice que el barrio de la Circular acogía a los mejores artesanos de la ciudad, muchos de ellos dedicados a fabricar materiales destinados al ferrocarril.
Y desde entonces no ha habido grandes transformaciones en la zona. El tráfico es intenso desde primera hora de la mañana y basta con dar un breve paseo por esta característica plaza esférica cuyo nombre oficial es Plaza de Pérez Galdós desde 1920, para darse cuenta que quien quiera aparcar aquí, debe armarse de paciencia. De hecho, es una de las reivindicaciones que anota la Asociación Vecinal Bailarín Vicente Escudero, el problema de accesibilidad y circulación del barrio además de una remodelación de la plaza.
«La plaza la tienen que arreglar, está muy estropeada»
Emilia Álvarez
Vecina
Aspectos con los que los vecinos y comerciantes de aquí están de acuerdo. Emilia Álvarez, nacida en Valladolid, acude todas las semanas hasta esta zona para visitar a su madre. Juntas pasean «siempre que el tiempo lo permite», por la plaza de la Circular, la cual tienen muy estudiada.

«Nosotras estamos contentas con la zona porque hay muchos comercios pero la plaza la tienen que arreglar, está muy estropeada y podrían aprovechar y decorarla un poco» explica Emilia apenada por el deterioro de la zona más emblemática de este barrio. No obstante, destaca que lo bueno de vivir aquí es «que está todo a mano y muy bien comunicado con el centro de Valladolid» destaca mientras se dispone a entrar en una de las zapaterías con más historia de la ciudad.
«Los clientes se quejan de lo difícil que es acceder a las tiendas de la Circular»
David Conde
Calzados Toñín
No es otra que Calzados Toñín, un negocio que abrió en 1969 y que ya ha pasado por tres generaciones de la familia Conde. Allí está el actual dueño, David Conde, que mientras ordena una amplia torre de zapatos para el verano, explica cómo es tener un negocio en este barrio. «Tenemos más zapaterías, esta la abrimos hace ya doce años y estamos muy contentos, aunque echamos de menos al público joven, aquí cada vez hay menos» recalca mientras se asoma a la salida para recoger nuevos paquetes que le han llegado.

David Conde también explica que los negocios de esta zona se ven muy perjudicados por las dificultades que tienen los clientes para aparcar y circular por un barrio muy complejo para aquellos que acceden con vehículo propio. «No nos va nada mal, pero es cierto que muchos se quejan de lo complicado que es llegar hasta la tienda y otros directamente prefieren ir a comprar a otras zonas más fáciles para acceder» apostilla para dejar claro que, una de las necesidades que tiene la Circular, es la mejora de la circulación y accesibilidad.
«Tienen que poner más locales de ocio porque la zona se está quedando sin gente joven»
Juan García
Estudiante universitario
Sin embargo, jóvenes estudiantes -por esta zona hay un buen número de universitarios- aseguran estar muy satisfechos con la Circular. «Es un barrio muy cómodo porque tenemos la universidad cerca y hay muchas líneas de buses para ir al centro y a centros comerciales» explica Juan García que acaba de terminar educación infantil.

Aún así, también aporta una posible mejora en la lista de tareas pendientes para mejor el barrio, pues considera que «esta zona necesita más locales de ocio porque se está quedando sin gente joven» afirma.
Antes de concluir esta pequeña visita, no se puede obviar la gran variedad de comercios de productos extranjeros traídos por los dueños desde sus países de origen. Es el caso por ejemplo de Ahmed Hussan, de Alimentación Abid, que tiene en su pequeña tienda un montón de fruta, bebidas y especias de sudamérica y marruecos, con productos exóticos y también nacionales, lo que hace que tenga una gran variedad de clientes.

«A los vecinos de aquí les gusta los productos de fuera, vienen mucho a comprar porque quieren comer cosas diferentes» explica feliz por los doce años que lleva su negocio abierto en esta zona. «También nos gusta vender comida propia de aquí porque los vecinos mayores es lo que más reclaman» concluye mientras nos hace una pequeña visita guiada por el interior del comercio.
Nacido en el marco de la expansión urbana de finales del siglo XIX, la Circular conserva aún su esencia de comunidad trabajadora y cercana. A pesar de la falta de grandes transformaciones, el barrio es un lugar activo y lleno de vida, gracias a la diversidad de comercios, la buena conexión con el centro y la convivencia de vecinos de distintas generaciones. Sin embargo, las dificultades de accesibilidad y circulación son una preocupación compartida, así como la necesidad de más espacios de ocio para revitalizar la presencia de jóvenes.
La próxima semana
Nos acercamos hasta el barrio de La Victoria, barrio de entrada a la ciudad de viajeros y mercancías procedentes de los pueblos del norte y alrededores.
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