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Fue uno de los primeros anuncios de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al asumir el cargo: el Gobierno derogará «en breve» y por decreto ... ley el despido con baja médica, identificado como uno de los «aspectos más lesivos» de la reforma laboral. Ante esta perspectiva, algunas empresas parecen recurrir con especial intensidad a esta opción mientras sigue siendo legal. Así lo ha denunciado públicamente el sindicato CGT, que ha constatado la existencia de hasta 25 casos en el último cuatrimestre en la empresa de 'contact centers' Konecta, cinco de los cuales se han producido en Valladolid.
De los 25 trabajadores que han perdido su puesto de trabajo en el último cuatrimestre, «más de la mitad se han producido en la última semana de enero -explican desde la representación sindical- alegando la acumulación de bajas médicas cortas o ausencias justificadas pero intermitentes, que acumulan el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos o el 25% en cuatro meses discontinuos», que es lo que dice el artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores que será eliminado. Los empleados despedidos contaban con unos seis años de antigüedad en la empresa, si bien hay varias personas que llevaban hasta 13 años, según detallan desde la Confederación General de Trabajo.
De los cinco despidos en un lapso de cuatro meses que se han materializado en Valladolid, tres se han producido en enero.
El sindicato lamenta que ante el anuncio del gobierno de coalición del PSOE-Unidas Podemos la operadora Konecta BPO, encargada del servicio de atención al cliente de Vodafone en Valladolid y Sevilla, haya «recrudecido e incrementado de forma drástica el número de trabajadores despedidos alegando esta causa».
La representación de los trabajadores no duda en calificar de «despido miserable» una manera de proceder que ha permitido a la empresa prescindir de «una trabajadora por faltar el día de su desahucio, a trabajadoras en tratamiento de fecundación asistida, personas en rehabilitación médica o en el proceso de las pruebas médicas preoperatorios de enfermedades crónicas o graves, y hasta representantes de los trabajadores que les resultaban especialmente molestos».
Desde que la reforma laboral de 2012 aligeró de requisitos y abarató los despidos, Konecta ha recurrido a ellos para, en opinión de la CGT, «enmascarar otros motivos que atentarían contra derechos fundamentales protegidos si se alegaran». Trabajadores con enfermedades o tratamientos crónicos, advierte el sindicato, se ven obligados a reincorporarse cuanto antes al trabajo por miedo a perder el puesto «sin estar completamente recuperados», por lo que vuelven a recaer de baja en poco tiempo y finalmente son puestos en la calle.
Konecta presta servicios para las principales empresas de telecomunicaciones, seguros y banca del país. En Valladolid emplea a cerca de 1.700 trabajadores en el Polígono San Cristóbal y se ocupa del servicio de atención al cliente de Vodafone.
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