La barandilla colocada en el pasillo de acceso contra los resbalones a la biblioteca de Parquesol. J. Sanz

Valladolid

La biblioteca de Parquesol pasa por el quirófano para minimizar ruidos y resbalones

El espacio, abierto en 2023 y que costó tres millones de euros, incorpora paneles para mejorar la acústica en sus salas de estudio

J. Sanz

Valladolid

Viernes, 21 de febrero 2025, 19:44

La biblioteca de Parquesol, un edificio de construcción inaugurado hace menos de dos años y en el que se invirtieron tres millones de euros, ha ... pasado por el quirófano esta semana para intentar solucionar una serie de deficiencias que fueron detectadas con su uso y que ahora, en su mayor parte, han sido modificadas para mejorar la acústica de sus salas, en cuanto a su interior, y la accesibilidad, en su rampa de entrada desde la calle Ciudad de la Habana.

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La intervención, que fue anunciada a finales del año pasado, se ha realizado a lo largo de la presente semana, en la que la presencia de los operarios ha obligado a cerrar unos días sus salas de estudio y polivalente, ambas situadas en el ala oeste del inmueble, y a trasladar a sus usuarios a otros espacios.

Los dos espacios han recuperado este viernes la normalidad una vez concluidos los trabajos para colocar paneles acústicos en el techo de dichas salas destinados a mejorar su sonoridad reduciendo el ruido externo y, a su vez, el interno. Este último venía generando las quejas de sus usuarios prácticamente desde que la flamante biblioteca Santiago de los Mozos, que así se llama -en reconocimiento a la figura del catedrático y físico vallisoletano (1922-2001)-, abrió sus puertas el 31 de marzo de 2023. «Las salas tenían mucho eco y cualquier ruido parecía multiplicarse por reverberación», explican fuentes municipales antes de incidir en que la de ahora era una «intervención necesaria» al tratarse de salas en las que se requiere evidentemente silencio.

Interior de la sala polivalente, ya en uso desde este viernes, en la que se aprecian los paneles acústicos instalados en el techo. J. S.

La solución ha pasado por la colocación de paneles acústicos en el techo de las dos salas acristaladas de la sala oeste. Y parece que funcionan. «Llevan apenas unas horas colocadas y la verdad es que sí se nota de momento que ha mejorado notablemente la acústica», coinciden en señalar usuarios y trabajadores del centro municipal.

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La instalación de las planchas se ha llevado a cabo entre el lunes y el jueves y durante esos días, de manera alterna, se han cerrado las salas de estudios y el espacio destinado a la hemeroteca y la lectura. Sus usuarios, no obstante, pudieron utilizar el resto de las instalaciones para sus consultas o estudiar. «Ha sido una intervención muy rápida, y parece que efectiva, y desde este viernes se ha recuperado la normalidad y todas las salas están ya operativas con su función habitual», destacan los trabajadores.

Las puertas de la entrada principal esperan presupuesto para su sustitución por lamas automáticas

Pero las «deficiencias de insonorización» detectadas con el uso de la biblioteca afectan también a la entrada principal, desde la calle Ciudad de la Habana, que cuenta con una doble puerta acristalada que también viene generando problemas de ruidos y aislamiento térmico, sobre todo, en los días de viento debido, en principio, a su «excesivo tamaño». «Se abren y se desencajan en ocasiones con el viento», según explicó en noviembre la concejala de Cultura, y responsable del espacio, Irene Carvajal. Así que ya entonces se anunció su futura sustitución, al menos, de la puerta interior -cuenta con dos puertas y una de ellas está condenada-. Puede que de las dos. Sus lamas, además, cuentan con un muelle que «falla y eso provoca que golpeen contra el marco». La solución, en principio, pasará por su retirada para instalar puertas automáticas. Esa intervención, no obstante, está aún pendiente de disponibilidad presupuestaria.

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El otro problema detectado en la biblioteca se encontraba en su rampa exterior de acceso, una explanada de suelo liso en origen en la que los días de lluvias y heladas se venían produciendo numerosos resbalones. Ya a finales del año pasado se realizó una primera intervención para habilitar dos 'senderos' de suelo más rugoso para evitar caídas. Uno procedente de la escalinata de la parte alta de Ciudad de la Habana (con Enrique Cubero) y otro de la parte baja de dicha calle. Y allí, ya en enero, se colocó en un lateral de dicho camino una barandilla para poder agarrarse en caso de helada. El otro sendero, por ahora, carece de este elemento anticaídas.

La biblioteca Santiago de los Mozos, una de las obras de mayor envergadura de la pasada legislatura, abrió sus puertas el 31 de marzo de 2023 y ocupa la planta baja de un complejo en el que unos meses antes, el 28 de febrero, se inauguró el centro de vida activa de Parquesol.

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La inversión conjunta en el edificio, que cuenta con espacios ajardinados, una plazoleta y terrazas transitables (un tanto áridas por la escasez de mobiliario) en su entorno, superó los cinco millones de euros.

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