Lucía Pérez -derecha- en una imagen de sus vacaciones en Marruecos, donde se encontraba con una amiga cuando se produjo el terremoto. El Norte
Lucía Pérez | Vallisoletana en Marruecos

«Me agarré al primer sitio que encontré y luego todo era polvo y gritos»

Lucía Pérez, originaria de Valladolid, se encontraba de vacaciones en Marruecos cuando se produjo el terremoto que ha dejado más de dos mil muertos

Sergio García

Valladolid

Domingo, 10 de septiembre 2023, 20:31

Era 26 de agosto cuando Lucía Pérez aterrizó con una amiga en Marruecos. Las dos llegaban desde Valladolid para pasar una semana de vacaciones en ... Marrakech. Después de varios días conociendo la cultura, la ciudad y disfrutando de la gastronomía, ambas se preparaban para disfrutar de la última noche de su estancia. Acababan de cenar y decidieron subir a la azotea del hotel cuando la tierra comenzó a temblar. «Fue horrible. Apenas duró unos segundos. Al principio mi amiga creía que había sido una bomba, pasamos mucho miedo. Yo me agarré a lo primero que pillé porque el edificio parecía de chicle. Luego, desde allí todo era polvo y chillidos. Estamos todavía en shock», relata esta vallisoletana, que vivió de primera mano el sismo de magnitud 7 que ya ha dejado más de dos mil muertos y miles de heridos en el país.

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Después del sobresalto bajaron rápido desde la azotea. «A mi amiga la temblaban las piernas, pero conseguimos llegar a la calle. Quedarse arriba no era una opción porque el edificio se podía venir abajo. Aunque no hubiera un techo que se pudiera caer el hotel sí se podía derrumbar. Nos desalojaron muy rápido y hasta pasado un tiempo no pudimos volver a las habitaciones», continúa. Horas después tenían el vuelo de vuelta a España, pero las dos decidieron ir al aeropuerto lo antes posible. «A la una de la mañana conseguimos un coche que nos pudo llevar. De camino se veían casas derruida. Vimos una mezquita que se había derrumbado, era tremendo. Por suerte en nuestra zona no afectó mucho a los edificios. Nosotras estábamos hospedadas en una zona más céntrica de la ciudad, pero afectó más en la zona norte de Marrakech», prosigue.

Al final, consiguieron llegar hasta el aeropuerto, donde tenían que esperar hasta las nueve de la mañana para coger el vuelo. Al final, se retrasó y hasta las 14:00 horas no despegó. Allí, la situación era caótica. «Esta hasta arriba de gente que quería salir. Personas que compraban billetes a última hora y con precios que superaban los mil euros», comenta Pérez. Ella y su amiga regresaron a Valladolid este sábado y ahora habla desde Traspinedo, donde se ha acercado para visitar a su familia tras los sucesos, todavía con el miedo en el cuerpo. Las dos se encuentran bien y ya están en casa.

Desde Valladolid, su familia estaba preocupada cuando recibieron la noticia del terremoto, que se produjo a las 23:00 hora local y pasada la media noche en España. A pesar de ello las dos fueron previsoras y una de las primeras cosas que hicieron fue avisar a sus seres queridos de que se encontraban bien. «Escribí a mi familia de madrugada, porque sabía que lo podían pasar mal. Imagina despertarte, ver las noticias y saber que alguien que conoces está allí. Cuando hemos vuelto hemos visto las imágenes y se nos pone la piel de gallina», relata la mujer. «Pasamos mucho miedo. Es uno de los peores momentos que he vivido en mi vida», finaliza.

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