«El ave de pico nunca hizo al amo rico»

Del tradicional corral al jardín del chalé. El concepto de animales de compañía para urbanitas se ha ampliado en la última década para dar entrada también a animales como los gallos y gallinas.

Guillermo Vega es juez en la Federación Nacional de Avicultura Artística, encargada de calificar a los ejemplares que este fin de semana han pasado por el certamen de Fimascota. «Cada raza tiene sus características, que vienen definidas por la cresta, el color de los ojos, el pico y las plumas», señala. Estos árbitros llegan a puntuar hasta el ángulo de la cola del animal, que «no puede sobrepasar los 90 grados» porque los jueces los descalifican.

Los propietarios de las aves los crían para seguir manteniendo estas razas y perfeccionarlas. A ferias como Fismascota acuden para que no solo se valoren los ejemplares, sino incluso para vender y obtener algunos recursos que permitan su mantenimiento.

«Las aves que participan en el Concurso Nacional de Avicultura Artística reciben un premio, y algunos pasan de posar en las jaulas de estas ferias al corral. Es su hábitat natural», recuerda Guillermo.

Este juez explica que los criadores son cada vez más conscientes del valor de este tipo de razas autóctonas para mantener su pureza. A los seis meses de su nacimiento, los gallos de estas características hay que separarlos y darles un campo muy amplio para «que vivan a su manera», evitando así que se produzcan peleas entre los machos.

Hasta 30 euros

El precio de estos ejemplares que resaltan entre barrotes por su belleza oscila entre 25 y 30 euros pero, como dice Guillermo Vega, «el ave de pico nunca hizo al amo rico».

En España, los criadores de gallos no solo tienen razas autóctonas, sino también de otros países como el Reino Unido, Alemania o China. Pese a la presencia ya casi anual de estas aves en la Feria, Valladolid ha retrocedido dentro del concierto nacional. «Hace años, la capital vallisoletana sí que tenía mayor presencia de criadores. Quizás eso se deba a que la asistencia comporta unos días previos de preparación, viajes y gastos de alojamiento. Ello supone que para muchos criadores esto es capricho».

Los expertos consideran que la raza de gallo castellano es muy buena para la producción de huevos blancos, mejores en muchos casos a los marrones industriales. Estas aves son alimentadas con grano de trigo, cebada, maíz y algo de pienso, que les da vitaminas. Cuando un espectador se pone frente a uno de estos ejemplares, de 50 centímetros de altura y uñas afiladas, lo que le viene a la cabeza es si pueden participar en las peleas.

«En la mayoría de regiones de España las peleas están prohibidas, excepto Canarias y Andalucía, donde se permite siempre que estén protegidos los espolones», dice Guillermo. Al igual que las de los perros, el Código Penal castiga estas riñas con dinero de por medio por considerarlas un maltrato animal.