El vallisoletano García-Amado gana el Premio Bolsín Taurino de Aficionados

Ignacio García-Amado González, de 38 años, ganó el pasado domingo el primer premio del Bolsín Taurino para aficionados, un concurso que se celebró en la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros. En esta cuarta edición participaron una docena de los considerados mejores aficionados taurinos de toda España.

García-Amado, publicista de profesión desde hace años y sin antecedentes familiares en la tauromaquia, tuvo que lidiar con aspirantes al trofeo procedentes de Madrid, Barcelona, Salamanca, Castellón y Teruel, entre otras provincias. Es esta una modalidad de aficionados a festejos populares.

La fase eliminatoria tuvo lugar en el coso de Ejea de los Caballeros por la mañana del domingo con becerros de la ganadería de los Hermanos Marcen. En este caso, el vallisoletano toreó formando pareja con otro participante. Por la tarde, se produjo la fase final, en la que quedaron clasificados como finalistas Roberto Bravo (de la Comunidad de Madrid), Ángel Martín (Salamanca) y el vallisoletano García-Amado.

Finalmente, en una plaza a la que acudieron medio millar de espectadores, el jurado compuesto por profesionales taurinos decidió otorgar el trofeo del Bolsín a Ignacio García-Amado, frente a su más inmediato rival, el salmantino Ángel Martín.

García-Amado reconoce que su afición a los toros le viene desde los 10 años. «Primero fue como espectador, y luego fue a más hasta tal punto que me dedique a aprender las técnicas que desarrollaba saltando a torear vaquillas en fiestas y capeas de carácter privado». Desde entonces este estudiante de Empresariales ha toreado en pueblos de la provincia vallisoletana. Su participación en el certamen nacional el pasado domingo era la primera para este aficionado, que tiene como modelo al torero Morante de la Puebla.

«Hubo mucho nivel y la verdad es que no esperaba ganar. Entre los aficionados el premio tiene mucho prestigio y para los participantes estar ante el público de una plaza con categoría es algo que satisface», señala Ignacio, que no piensa dedicarse a los toros profesionalmente.

García-Amado, que considera que los festejos populares taurinos «son una expresión de la cultura española que no desaparecerá», reconoce, sin embargo, que los recortes de presupuestos por parte de muchos ayuntamientos han incidido en que muchos pueblos descarten la celebración de novilladas en los pueblos.