Planes divertidos, culturales y creativos para los reyes de la casa

Durante el mes de agosto apenas hay actividades para los más pequeños, y las altas temperaturas no acompañan a pasar el día en casa. Aparte de la piscina, ¿qué alternativas hay para que los niños descarguen toda la energía que tienen acumulada?

Los más creativos pueden acudir a los talleres infantiles que se realizarán en la sala de Las Francesas hasta el 7 de agosto, y desde el día 11 hasta finales del mes, se llevarán a cabo en el Museo del Toro, por un precio de 220 euros por niño, aunque las plazas son limitadas. Durante los fines de semana, la sala de exposiciones La Pasión propone un plan familiar para los sábados tras la visita de la exposición vigente. Además, todos los domingos por la mañana, tiene lugar Challenge of the Art, taller que supone un reto para los niños. Si por el contrario, son niños activos y aventureros hay otros planes en la provincia pensados para pasar un fantástico día en familia.

Un ejemplo de ello son los parques temáticos, como el Parque de los Seis Sentidos, ubicado en Renedo. El centro está dividido en varias zonas que simulan los cinco sentidos. Los niños se encargan de poner el sexto: la imaginación. Juegos de acción y movimiento, el puente de cuerdas, juegos científicos, de música o relacionados con el medioambiente os están esperando. Además, el parque cuenta con un anfiteatro en el que se desarrollan cuentacuentos y representaciones teatrales. Para terminar el día, la mejor opción es realizar una marcha por el Sendero Verde, un recorrido interpretativo por el Valle del Esgueva.

Otro centro ideal es el de Matallana, donde hay espacios para todos los gustos: una sala de exposiciones; un jardín de plantas aromáticas y medicinales y un área en el que se han consolidado los restos arqueológicos del monasterio. La parte más atractiva para los niños es sin duda el parque infantil tematizado.

Un destino que no puede faltar en los planes familiares de este verano es la visita al Canal de Castilla, que posibilita paseos a bordo de la embarcación turística Antonio de Ulloa, la atracción estrella del centro. Disfrutar de la flora y la fauna, y del paisaje de los campos castellanos. Los más atrevidos pueden alquilar una barca eléctrica o piraguas y hacer el recorrido por su cuenta. La visita a la antigua fábrica de harinas San Antonio es la opción más acertada para completar la excursión.

El olor a pan recién hecho inunda en Mayorga las instalaciones del Museo del Pan, ubicado en la antigua iglesia de San Juan y el edificio anexo. Los niños podrán descubrir el mundo de los cereales, oler su aroma, tocar su textura y verlos crecer; Un mundo totalmente desconocido para aquellos que se hayan criado en la capital. Es una oportunidad también para hacer un recorrido por los diferentes tipos de molinos, desde los más antiguos y básicos, hasta los más modernos y actuales. Conocer el proceso de fabricación del pan, acompañado de leyendas y curiosidades. Los niños podrán apreciar como se lleva a cabo la elaboración del pan en el obrador, y convertirse en panaderos por un día, pudiéndose llevar sus propias creaciones a modo de recuerdo. Se realizan demostraciones de panadería y degustaciones con alimentos de la zona.

Como dice el refrán castellano, «con pan y vino se anda el camino», dado que era el sustento básico, con el que se alimentaban los viajeros en tiempos pasados. Una vez conocidos todos los secretos del pan, la siguiente parada obligada es el Castillo de Peñafiel, donde se cuenta de manera didáctica la historia del vino, que tan famosa ha hecho a la comarca. Conocer cómo es la planta y cómo se lleva a cabo la vendimia son algunos de los aspectos que se aprenden en el recorrido. Tras una visita a las dependencias del castillo de forma guiada, y la visita al museo, los más pequeños podrán asistir a divertidos talleres, como Los sentidos del Castillo, un juego en el que tendrán que resolver preguntas sobre la visita al castillo, adivinar olores, cantar, catar... o La vida en el castillo, donde los visitantes realizarán el medallón de los viajeros. El castillo cuenta con un parque infantil tematizado, en el que los niños se convertirán en caballeros medievales y protagonizarán su propia aventura.

La Tirolina del Pisuerga es la actividad ideal para aquellos que les gusten las emociones fuertes y no padezcan miedo a las alturas. Un viaje de 1.300 metros de longitud y 150 metros de desnivel, cargado de adrenalina. Está situda en el municipio de Cabezón de Pisuerga y es la mayor tirolina de España y la cuarta de Europa. Una experiecia única para los más mayores. Se puede completar la excursión realizando rutas de senderismo, y cuando el hambre apriete, disfrutar de una buena comida en una de las bodegas de la zona.

Diversión en el agua

Una alternativa para sobrellevar el calor estival, es la piscina de Castronuño, que sin duda es lo más parecido a un acuapark en la región. Los toboganes convierten a esta piscina en la más llamativa y divertida de la provincia. Los más aventureros pueden optar por trasladarse a Arroyo para practicar paintball, tiro con arco o disfrutar del parque de aventura. Circuitos de diferentes dificultades, donde pueden encontrar lianas de tarzán, rocódromos, pasos de monos o tirolinas de 50 metros.

Por último, cabe hacer una reseña a la empresa Naturduero, que durante los meses estivales se encarga de realizar descensos en canoa y kayak todos los fines de semana y algún día de diario, hasta un máximo de 18 plazas. El recorrido, con una duración de aproximadamente una hora y media, está pensado para adultos y niños mayores de 6 años. El trayecto comienza en Peñafiel y termina en Pesquera de Duero. Es una ruta muy cómoda, dado que la empresa se encarga de llevar y recoger a los participantes.