Ceinos recupera una arquería románica que estaba expuesta en el Museo de Escultura

Dos años y medio de tramitación, de largas gestiones, autorizaciones y restauración, han valido finalmente la pena para que el pueblo de Ceinos de Campos tenga ya en su término una de las piezas del edificio más valioso de cuantos ha ostentado la localidad, e incluso, la comarca. Una arquería de la desaparecida iglesia de Nuestra Señora del Temple, fruto de una de las más importantes bailías templarias de Tierra de Campos, ha regresado a este municipio del norte de la provincia dos siglos después de que pasara a formar parte de Patrimonio del Estado. Se trata de tres arcos románicos que han estado hasta ahora expuestos en el patio del Museo Nacional de Escultura y que el propio alcalde, Celiano Vielba, ya había solicitado su regreso a la localidad hasta en dos ocasiones desde el año 2003.

Con la remodelación de este espacio, los arcos fueron desmontados y depositados en un local que el Museo dispone en la ciudad. Fue entonces cuando el subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, tras mantener una conversación con la directora del museo, María Bolaños, ofreció al Ayuntamiento de Ceinos la posibilidad de recuperar esta arquería. La condición es que existieran las debidas garantías de conservación para cumplir una función de difusión cultural.

Desde ese momento, el Consistorio terracampino, encabezado por el alcalde, Celiano Vielba, se puso manos a la obra para poder tener de vuelta uno de los vestigios de la iglesia de Santa María del Temple. Ayudado por la Diputación de Valladolid en la tramitación, el Ayuntamiento remó entonces al unísono con la Subdelegación y el Museo. «Ha sido un proceso complejo y largo, porque hablamos de más de dos años, pero finalmente ha valido la pena para que el municipio de Ceinos tenga de nuevo esa arquería», señala el subdelegado.

Tras el seguimiento de técnicos de Patrimonio y las correspondientes autorizaciones, y gracias «a la intervención personal también de María Bolaños, que desbloqueó la recuperación», la arquería se sometió después de verano a un proceso de restauración y consolidación en la empresa Valuarte, de Palencia, supervisado por el Museo Nacional de Escultura.

Para ello, el Ayuntamiento requería de una inversión de 34.951 euros. Una inyección económica financiada con cargo de los Planes Provinciales 2014-2015, de tal forma que el Ayuntamiento aportó 23.825 euros y la Diputación 11.126 euros. No obstante, según los datos de la institución provincial, el pasado mes de noviembre, la Diputación aprobó la concesión de una subvención urgente por 7.000 euros.

Hasta el taller palentino Valuarte Conservación de Patrimonio S. L. se trasladaron los sillares y dovelas, que se sometieron primero a un tratamiento fungicida para la destrucción de colonias de algas y microorganismo. Después, se aumentó la dureza de la piedra con la aplicación de consolidante copolímero acrílico, se extrajeron los elementos de anclaje metálicos o de madera existentes para colocar un anclaje de fibra de vidrio y acero inoxidable; y se sopló aire a presión para eliminar material disgregado, según la memoria técnica de la empresa, dirigida por el arquitecto Juan Antonio Ruiz. Han sido alrededor de dos meses los necesarios para la restauración de esta arquería escultórica.

Con el respaldo de la Diputación, y la preocupación personal del presidente, Jesús Julio Carnero, la tramitación prosiguió hasta que hace apenas unas semanas el Consejo de Ministros autorizara el traslado de los contenedores con las piezas de estos arcos hasta Ceinos de Campos. Una realidad que ha supuesto la consecución de un gran «sueño» para todos los vecinos, porque «era algo que desde crío me hubiera gustado tener, desde que tuve constancia de que en Ceinos había existido una iglesia tan importante como fue la de Santa María», señala el alcalde, quien insiste en que había solicitado ya con anterioridad el regreso de estos arcos y que en las dos ocasiones se le respondió con una negación al haber sido vendidos por parte de un particular en el siglo XIX. «Recuerdo que insistí cuando empezaron a salir los papeles del archivo de Salamanca hacia Cataluña, porque dije que si eso ocurría por qué no podíamos recuperar nosotros nuestra arquería».

Nueva ubicación

El levantamiento de los arcos en el Jardín de la Calle Mota es ya una realidad. Los operarios, bajo la supervisión de los técnicos del Museo, anclan piezas de basas, columnas, capiteles y bases de arranque de los arcos, rejuntan sillares y dovelas y consolidan las arquerías en la que será su ubicación definitiva. Aquí, en esta plaza, junto al centro cívico y donde se abrirá un futuro centro de día, se levantó en su día la desaparecida iglesia de Santa María del Temple. De ahí que se haya elegido este lugar, su ubicación original, para que quede expuesta.

Desde este momento, el Ayuntamiento se encargará de custodiar una arquería que sigue siendo Patrimonio Nacional, con las obligaciones que ello conlleva. Serán desde este momento los encargados de custodiarlo, acondicionarlo y vigilarlo, de tal forma que contarán con un seguro ante posibles daños. «No obstante el proceso de restauración al que se ha sometido se ha hecho teniendo en cuenta que estará al aire libre, para evitar deterioros por la lluvia y el aire», añade el alcalde.

Los vecinos, asegura, han recibido «con una gran alegría» el regreso de estos arcos, pues algunos lo acogieron con cierta incredulidad. «Me atrevería incluso a decir que la demolición de esta iglesia fue algo que afectó mucho a los vecinos, porque estamos hablando de la joya del románico más importante en la provincia de Valladolid», añade el regidor.