Cuatro exposiciones de belenes en la ruta jacobea conmemoran el Año Franciscano

Cuenta la tradición que entre noviembre del año 1213 y la Semana Santa del año 1215, San Francisco de Asís estuvo en Santiago de Compostela. Partió de Italia, atravesó Francia y finalmente llegó a España probablemente recorriendo el Camino de Santiago, desde donde tuvo que a regresar a Italia, aquejado de una grave enfermedad, sin llegar a cumplir su objetivo de alcanzar Marruecos. Por ello, la Orden Franciscana celebra desde enero el año jubilar que conmemora el octavo centenario de aquella visita y, también por ello, la asociación Belenistas de Valladolid ultima su particular homenaje al santo peregrino, al que se atribuye también la iniciativa de los nacimientos.

Los belenistas han elegido tres de los municipios por los que atraviesa el trazado madrileño del Camino de Santiago: Rueda, Simancas y Medina de Rioseco (además de la Casa Museo de Zorrilla, en la capital) para instalar las exposiciones que conforman esta ruta franciscana, que podrá visitarse de forma gratuita a partir del próximo viernes, día 19.

Rueda, Simancas y Rioseco

La sacristía de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Rueda, ha sido el lugar elegido para exponer los cerca de 150 belenes de la colección de Miguel Gallego, nacimientos y misterios de todo el mundo (desde piezas de Martí Castels a figuras mexicanas y asiáticas). «Se trata de hablar de multiculturalidad; de la universalidad del belén», explica el comisario de las muestras, Enrique Gómez.

En la Casa Museo de Zorrilla (el Camino de Santiago de Madrid atraviesa también Puente Duero) se expondrán nacimientos de finales del siglo XIX y principios del XX, «coincidiendo con la época en la que vivió el escritor» y, en Simancas, no se propone una exposición propiamente dicha, sino una visita al taller de Mercedes Lamm, en la urbanización El Pichón. El de Simancas es uno de los pocos talleres de nacimientos de la región que realiza belenes napolitanos y tradicionales de creación propia o por encargo, con figuras napolitanas de terracota, figuras clásicas o españolas. La propietaria «dará la oportunidad a los visitantes de conocer de primera mano cómo se hace un belén napolitano de manera artesanal», recalca Enrique Gómez.

La traca final de la iniciativaa será la exposición que se ultima ya en la antigua sacristía de la iglesia riosecana de Santa María, donde se mostrarán dos centenares de nacimientos, junto a una selección de piezas del Museo de San Francisco relacionadas con el ciclo de la Navidad (un Jesús napolitano, un Jesús de plomo, escenas de la huida a Egipto, etc). «En este caso se persigue es establecer un diálogo entre la obra antigua y la moderna», concluye el comisario, tras anunciar que las piezas artísticas se mezclarán con dos belenes napolitanos, un árbol de la vida, nacimientos singulares (de maíz, de sobres de azúcar...) y, como colofón, una serie de dibujos navideños de Miguel Ángel Soria.