De ilustrador a director en 390 viñetas

«El 10 de octubre de 1941 entraba yo en el portal del número 7 de la calle Montero Calvo, de Valladolid, con un portafolios bajo el brazo. Puedo añadir que yo no acudía allí con ánimo de ingresar como redactor sino con un propósito más modesto: hacerme un hueco como dibujante». Así describía Miguel Delibes, cincuenta años después, su ingreso en el diario, esa misma tarde. Un hecho que entonces no tomó como un paso decisivo en su vida, es más, añadía, «si alguien me hubiera insinuado entonces que acababa de poner la primera piedra de una relación vitalicia lo hubiera tomado a broma». Como explicaba más adelante, «solo buscaba entonces un poco de publicidad para mis caricaturas y unas pesetas para capear el duro invierno que se avecinaba».

Las trayectorias como escritor y periodista de Miguel Delibes acabaron ensombreciendo su faceta como dibujante. Sin embargo, esa afición que luego sería su trabajo fue la que le acercó por primera vez a la puerta de El Norte de Castilla, donde fraguaría sus dos grandes talentos. Con la idea de recuperar esa vertiente desconocida para la mayoría, la Fundación Delibes y El Norte de Castilla han editado el libro Miguel Delibes dibujante en El Norte de Castilla, que recuerda la relación del que luego fuera director del diario con el dibujo y la caricatura.

Trabajo exhaustivo

El libro cuenta con la presentación del actual director del diario, el poeta Carlos Aganzo, y textos del biógrafo y amigo del novelista Ramón García, del periodista deportivo José Miguel Ortega, del historiador Enrique Berzal y del director de la Fundación Miguel Delibes, Alfonso León. Analizan los dibujos del escritor en relación al cine y las artes escénicas, el fútbol y la política local y regional. Por último, el dibujante de El Norte, Rafael Vega, Sansón, valora en el último capítulo la calidad como dibujante de Delibes e incluye una viñeta a modo de homenaje. No en vano lo considera un dibujante «técnicamente impecable y de muchísimo talento». El volumen muestra «de forma exhaustiva» el trabajo gráfico de Delibes en El Norte.

Aquel portafolios con el que un joven Delibes se presentó ante el director de El Norte guardaba caricaturas de «los vallisoletanos más distinguidos, pero también de los más feos», que fue su inicial aportación al periódico. Después dibujaría dinámicas escenas de los partidos de fútbol del Valladolid, viñetas costumbristas relacionadas con ese deporte y caricaturas de actores, personajes públicos y hasta jefes de Estado. En total 390 dibujos a lo largo de 17 años, pues siendo subdirector de El Norte y ya un prestigioso y galardonado escritor no dejó de publicar sus trabajos, que firmaba MAX, acrónimo con las iniciales de Miguel, Ángeles (su entonces novia) y la X de su incierto futuro.