Anabel Vargas Gallego: «Las pulseras para maltratadores dan más seguridad a las mujeres»

Anabel Vargas Gallego (Talavera de la Reina, 1961) ejerció hace más de dos décadas como abogada matrimonialista hasta que en 1986 ingresó en la carrera fiscal y fue destinada a Barcelona. Desde hace dos años trabaja en la Fiscalía de Sala que creó el Gobierno para combatir la violencia contra las mujeres. Y desde 2005 está adscrita a la fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer con ámbito nacional. Ayer, acudió al Colegio de Abogados de Valladolid para dar una charla sobre las medidas civiles en la orden de protección, para aquellas mujeres que son víctimas de malos tratos.

-¿Ha sido letrada de Familia antes que fiscal, ¿qué le parece el papel de estos abogados?

-Creo que su actuación es muy importante y muchos tienen que creer en lo que están trabajando porque sino puede resultar desagradable por las circunstancias que ven.

-¿Cómo se regulan las órdenes de protección?

-Cuando una mujer interpone una denuncia puede pedirla ya. Es importante que sepan que los juzgados de Violencia tienen no solo competencias en materia civil (uso de la vivienda, régimen de visitas, o pensiones alimenticias para los hijos), sino también penales como es la medida de alejamiento.

-El hecho de que un mismo magistrado de violencia tenga competencias civiles y penales dificulta la solución al problema?

-Las ventajas que tiene que el mismo juez conozca el procedimiento penal y civil en los procesos de separación favorece tener toda la información sobre esa víctima. Con lo cual puede compatibilizar las soluciones sin que jurídicamente entren en colisión.

-¿Qué le parece que haya letrados que utilizan las denuncias para lograr mejoras civiles?

-Eso podría ser antes de la entrada de la ley Integral del año 2005. Ahora no vale ya que lo que tiene prioridad para los jueces en un primer momento son aquellas cuestiones que tienen que ver con las medidas de protección o alejamiento.

-¿Se ha avanzado con los cambios de la ley hace seis años, porque las estadísticas lo cuestionan?

-Claro que sí. La ley que se aprobó es una herramienta útil para las víctimas, que abarca otras cuestiones como la materia educativa, los derechos de las víctimas o de prevención ante un riesgo real.

-¿Han aumentado las denuncias falsas?

-La Fiscalía en la que trabajo está haciendo un seguimiento desde el año 2009 de este tipo de conductas, y representan solo un 0,08%. En el momento en el que el fiscal detecta en el procedimiento que hay una denuncia falsa, inmediatamente retira la acusación contra el agresor, y estamos pidiendo que se deduzca testimonio por delito contra las mujeres que así actúan.

-Con la crisis económica, ¿se está detectando por las fiscalías provinciales una mayor agresividad en el ámbito doméstico?

-El incremento de las denuncias es paulatino desde el año 2005, lo que significa que no creemos que esté relacionado con una situación de crisis como la que vivimos ahora.

-¿Qué le parece que se coloquen equipos electrónicos para localizar a los maltratadores?

-Es una medida muy acertada ya que de lo que se trata es de cumplir la medida de alejamiento sin que ello suponga que le tengamos que ingresar en prisión para que sea efectiva. Los pulseras dan más seguridad a las mujeres.

-Pero no se solicitan o no se ponen como se esperaba.

-Tenga en cuenta que se comenzaron a colocar a partir de 2008 y puede que al principio hubiera reticencias, pero ahora los jueces las utilizan porque saben que con las pulseras lo acordado se va a cumplir.