«Ha sido el año más catastrófico de la historia en los Ancares»

Hace dos semanas que el fuego dejó de ser un peligro para la Reserva de la Biosfera de los Ancares, cuando comenzaron las lluvias tras casi un mes en el que se registraron más de una decena de incendios, todos intencionados. Aquí, en un paisaje único perteneciente al Ayuntamiento de Villafranca del Bierzo, el balance de la Junta no hace justicia. Aquí, pese a la reducción de las hectáreas quemadas en toda Castilla y León, «se ha vivido el año más catastrófico de la historia», en palabras del portavoz del Ayuntamiento, Luis Manuel Prieto Gaztelumendi. Vecino de Tejeira -una de las pedanías afectadas- ha visto cómo el fuego devoraba árboles milenarios y hacía desaparecer especies de anfibios y reptiles consideradas únicas. El 7 de octubre comenzó la pesadilla. Desde entonces se quemaron más de mil hectáreas y las llamas llegaron a poner en peligro los pueblos de Porcarizas y Campo del Agua. De este último se encontró al presunto culpable, el celador de la Reserva Regional de la Caza Alberto García González, que ahora está en libertad con cargos y del que se han conocido delitos anteriores, correspondientes al año 2005 por furtivismo. El Seprona lo descubrió con un corzo muerto y sin el correspondiente precinto. Por el momento, continúa presentándose todos los viernes ante el juez y será suspendido de empleo y sueldo hasta que se celebre el juicio y haya una sentencia firme. Ahora, superada la fase del fuego, el problema lo trae el agua. Con las lluvias y sin árboles, el agua arrastra todo cuanto se encuentra a su paso y bloquea sendas y caminos. Los vecinos temen ahora a las inundaciones. «Llevábamos unos cuantos años sufriendo incendios pequeños en comparación con otros puntos de la comarca, pero lo de este año yo no lo recuerdo, con tanta virulencia y en tan poco tiempo», explica Prieto.