Los mineros, contra Feijóo

Desde primera hora de la mañana, antes incluso de que llegaran los miembros de la plana mayor del Partido Popular, los mineros fueron concentrándose en las puertas del Auditorio de León hasta sumar dos centenares de profesionales ahora en paro que buscaban hacer oír su insatisfacción. No tienen trabajo y achacan gran parte de esta responsabilidad al recurso que en su momento presentó Galicia contra las ayudas del Carbón. «No es una protesta contra el PP sino contra el señor Núñez Feijoo», decían algunos de los manifestantes. «No es una provocación», insistían aunque entienden que «Feijoo está defendiendo la posición de las eléctricas», como explicaba el representante sindical, Marco Antonio Martín.

Su ubicación era estratégica. En los terrenos que comunican el Parador de León con el Auditorio de la capital. Solo unos metros separan ambos lugares y el único recorrido era el que supone cruzar un paso de cebra en una vía de seis carriles. Cuando los mineros se percataron de que los actos en el Parador habían terminado y tenía que empezar la clausura en el Auditorio, empezaron a silbar y pitar con más fuerza con un interlocutor muy claro: el presidente de Galicia, aunque conscientes de que estaba acompañado por su presidente nacional, Mariano Rajoy.

El ruido reactivó de nuevo a los efectivos de la policía que tomaron posiciones a ambos lados de la calle. Sin embargo, la sorpresa de los manifestantes fue la decisión que alguien tomó de montar a Rajoy, Feijoo y Herrera en un coche, custodiado por dos vehículos de la policía local, y recorrer los escasos metros de distancia entre los dos lados de la carretera.

Esta medida enfureció aún más a los mineros que agudizaron sus silbidos. La policía adelantó posiciones y, precisamente cuando dentro del Auditorio se estaba hablando de lo que habían visto al entrar («lo que está pasando fuera -explicaba la presidenta del PP, Isabel Carrasco- lo ha hecho Zapatero con su desgobierno. No te preocupes Alberto, todo León sabe que el PP ha sido el que ha defendido la minería y fuimos testigos del comienzo del plan de carbón»), se produjo un enfrentamiento entre manifestantes y miembros de la Policía. Fue algo muy rápido pero de graves consecuencias, sobre todo para Miguel Sánchez, uno de los mineros en paro que resultó herido con un fuerte golpe en la frente. «No hemos hecho nada más que manifestarnos aquí -decía despacio y tembloroso mientras otro de sus compañeros llamaba a los servicios de emergencias-. Han venido a darnos. Uno de ellos me estaba empujando. Me tiene ojeriza y al final ha decidido zurrarme en la cara». también otro manifestante, de ananzada edad, resultó con contusiones en una pierna.

«No lo entiendo -se sorprendía otro compañero, arrodillado como él al lado de un coche-; si hubiéramos hecho algo... Si viniéramos tapados, o algo así,… Pero es que, no lo entiendo".

Y mientras eso ocurría fuera, dentro de nuevo se hablaba de la minería. No lo hizo el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, pero sí Juan Vicente Herrera que tomó la palabra después. Lo hizo para comprometerse a reconducir la situación aunque sin permitir que «quieran enfrentarnos entre comunidades autónomas». Es «lógico» que Galicia defienda «sus intereses», reconoció Herrera convencido de que el problema está en que el Gobierno de Zapatero «ha abdicado» de su labor en hacer compatible los intereses entre distintas comunidades recogido en un verdadero modelo energético para el país.

Por su parte, el secretario general del PSCyL, Óscar López , aseguraba en un acto socialista en Valladolid que José María Aznar no habla de la situación por la que atraviesa el sector porque «cobra de las eléctricas» y lamentó que Núñez Feijóo, no retire la denuncia interpuesta por su Gobierno.