La Feria del Trueque atrae a numeros vecinos de Alar y de los pueblos próximos

Los colectivos de la localidad palentina de Alar del Rey parecen haber acuñado la máxima de que el inmovilismo genera impotencia y cada dos por tres se sacan de la chistera un conejo para inmunizarse contra la monotonía y para que el vecindario alarense no caiga en la depresión. Por ello, ayer la peña Los de Siempre, con Verónica Andrés Mengual al frente del puesto de mando, montaron un nuevo tinglado y organizaron una segunda entrega de la llamada Feria del Trueque. Aprovechando el nombre del pueblo donde nace el Canal de Castilla, la cita comercial no poda denominarse de otra manera que Trocalar.

Desde las once de la mañana, a la Sala Municipal Polivalente se acercaron decenas de personas que recorrieron el recinto para curiosear o llegar a a acuerdos con los más variados objetos y artículos que se podían intercambiar con el resto de participantes, sin que importara la edad, el sexo y la procedencia de los mismos, ni el valor real o sentimental de lo que habían llevado al recinto.

En el mercado del trueque repitieron unos cuantos de los que ya tomaron parte en la primera edición, el pasado mes de agosto. Durante las fiestas patronales de San Luis. Pero esta vez hubo mayor variedad, puesto que se incorporaron nuevos participantes de otros pueblos y comunidades, como Cantabria, que, a juzgar por la asistencia también cuenta con adeptos a esta curiosa fiebre de intercambiar cosas sin que tenga que mediar el dinero.

Canoas y motos

Los organizadores, abiertos a todo, habían aportado una serie de sugerencias sobre los artículos y objetos a intercambiar, pero sus expectativas se vieron ampliamente superadas porque seguramente no esperaban que junto a libros, material musical, juguetes, manualidades y utensilios domésticos y decorativos, entraran en escena cuadros pictóricos, esquíes, patines, cadenas, telescopios, tiendas de campaña, cocinas de gas en perfecto estado, una canoa y hasta un moto de 50 centímetros cúbicos Kymco Dink. De esta forma, el balance de la segunda edición de Trocalar se pueden considerar positivo, tanto por la afluencia de público, como por la cantidad y variedad de mercancía aportada por los asistentes.