¿Efectos secundarios? Pregunte a internet
Un nuevo sistema ideado por la Universidad Carlos III emplea las redes para encontrar posibles efectos adversos de los medicamentos
innova+
Lunes, 6 de abril 2015, 12:08
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid han desarrollado un nuevo sistema para detectar los efectos adversos de los medicamentos siguiendo en tiempo real la información sobre salud que generan los pacientes en redes sociales como Twitter o blogs especializados.
La categoría de salud es la tercera más buscada en Google, ya que cada cinco segundos se realizan 170.000 búsquedas sobre este campo, y de ello han sido conscientes los investigadores que han creado este prototipo, en el marco del proyecto de investigación europeo TrendMiner.
Este prototipo, según explica una de estos investigadores, Isabel Segura Bedmar, del departamento de Informática de la Universidad Carlos III, permite analizar los comentarios en redes sociales por medio de técnicas de procesamiento del lenguaje natural.
Patrones y tendencias
Con estas técnicas, las descripciones coloquiales de los pacientes se "traducen" a datos manejables en estudios comparativos que permitan la obtención de patrones y tendencias.
Según la investigadoras Paloma Martínez, del Laboratorio de Bases de Datos Avanzadas de esa misma universidad, "estos datos pueden también combinarse con los obtenidos de otras fuentes, como son las historias clínicas electrónicas de los pacientes, en las que aparece información muy útil sobre diagnósticos o tratamientos".
El prototipo que han creado para analizar comentarios en redes sociales incorpora un procesador lingüístico basado en una tecnología comercial que reconoce las menciones de fármacos, efectos adversos y enfermedades.
El sistema visualiza la evolución de estas menciones y sus "coocurrencias"; es decir, registra qué fármacos se mencionan y con qué efectos adversos.
Por ejemplo, el sistema monitoriza fármacos pertenecientes a la familia de los ansiolíticos, y para ello no solo tiene en cuenta las menciones de los principios activos o medicamentos genéricos de este grupo (entre otros el lorazepam y el diazepam), sino también las marcas comerciales (como el orfidal).
Esta tecnología, según José Luis Martínez Fernández, también del departamento de Informática, la podría emplear también una farmacéutica para "saber qué se está diciendo de un fármaco o para recabar sospechas sobre efectos adversos, y así complementar las notificaciones recibidas por los canales tradicionales".
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