La AECC de Soria pide apoyo a la ciudadanía para atender a un número creciente de pacientes con cáncer
La asociación lanza una campaña de captación de socios para poder sostener sus servicios gratuitos, que ya asisten a 350 personas en una de las provincias más afectadas por el envejecimiento y la despoblación
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Soria ha iniciado este lunes una campaña de captación de socios con un objetivo claro que es lograr el respaldo ciudadano necesario para poder seguir prestando sus servicios gratuitos de atención psicológica, asesoramiento social y acompañamiento a pacientes y familias. Una labor que no cesa de crecer en demanda en una provincia marcada por la dispersión territorial, el envejecimiento de la población y la falta de recursos sanitarios especializados.
Durante toda esta semana, hasta el sábado, voluntarios y personal de la asociación estarán presentes en varios puntos clave de la capital y alrededores —El Collado, E.Leclerc, Centro Comercial Las Camaretas, Decathlon, Leroy Merlin y los centros de salud Soria Norte y Sur— ofreciendo información y facilitando el proceso para hacerse socio. Cualquiera puede sumarse, eligiendo libremente la cantidad y la periodicidad de la aportación. «Cada persona fija lo que puede aportar y cuándo quiere hacerlo. Puede ser una cantidad simbólica, porque aquí lo importante es sumar voluntades. Esto no es una cuota, es un acto generoso y solidario», explica Jesús Aguarón, presidente provincial de la AECC en Soria.
El llamamiento llega en un momento en el que la organización atiende ya a 350 personas con un equipo muy limitado: dos psicólogas, una trabajadora social y una gerente. A pesar del esfuerzo, Aguarón advierte de que no se da abasto. «Cada vez ofrecemos más servicios, y por desgracia, cada vez hay más personas acuden a nosotros. El cáncer sigue creciendo, y aunque es una buena noticia que la gente ya no afronte la enfermedad en soledad, eso implica que tenemos que estar preparados para acompañarles», señala.
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La AECC atiende a quienes reciben un diagnóstico oncológico pero también a sus familias, ofreciendo ayuda emocional, social y logística. «Hay personas que necesitan desplazarse a otras provincias para recibir tratamiento, y muchas veces no saben ni por dónde empezar con los trámites. Nosotros estamos ahí para eso», subraya.
La situación en Soria no es única, pero sí ejemplar. Se trata de una de las provincias con menor densidad de población del país y con una edad media elevada. Estos factores agravan la situación cuando se trata de enfermedades graves como el cáncer, que requieren un sistema de apoyo sólido y cercano. «La realidad de Soria representa la de muchas zonas del interior de Castilla y León. Aquí no hay grandes hospitales especializados cerca, y la red de cuidados muchas veces depende de las propias familias o de entidades como la nuestra. Por eso insistimos tanto en la necesidad de ayuda. Si no es con fondos públicos, tiene que ser con el respaldo directo de la ciudadanía», añade Aguarón.
Actualmente, la AECC en Soria cuenta con unos 3.100 socios, una cifra importante para el tamaño de la provincia, pero que resulta insuficiente para atender la creciente demanda. De hecho, entre el 60 y el 65% del presupuesto de la organización procede directamente de aportaciones privadas, socios y donaciones puntuales.
Junto a la campaña de socios, la AECC ha abierto un Rastrillo Solidario en el Centro Comercial Espolón 10, que permanecerá activo hasta el 13 de junio en horario de mañana y tarde (de 11:00 a 13:30 y de 17:00 a 20:00). Allí pueden adquirirse productos hechos a mano por pacientes, familiares y voluntarios que participan en los talleres de la asociación. «Todo lo que se vende está hecho artesanalmente, no hay nada industrial. También tenemos objetos donados por personas que quieren contribuir», puntualiza Jesús Aguarón.
Además de recaudar fondos, este tipo de iniciativas también sirven como espacio terapéutico para quienes participan en los talleres. «No sólo es cuestión de dinero, los talleres son parte de la recuperación emocional, crean comunidad, ayudan a salir del aislamiento».
Desde la asociación insisten en que nadie está obligado a ser socio para recibir ayuda. «La única condición para recibir nuestros servicios es haber sido diagnosticado de cáncer y necesitar ayuda. No pedimos cuotas, ni requisitos. Pero para que esto sea posible, necesitamos que más gente se implique», insiste el presidente.
Por eso, desde la AECC lanzan esta semana un mensaje a toda la sociedad y es que cada nuevo socio permite mantener vivo un servicio esencial en una provincia con muchas carencias estructurales, pero también con una enorme capacidad de solidaridad. «La lucha contra el cáncer no se libra solo en los quirófanos, también se pelea con el acompañamiento emocional, con el asesoramiento social y con la red humana que evita que nadie atraviese esta enfermedad en soledad. Y eso, en lugares como Soria, sólo se puede sostener con el compromiso colectivo».
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