El último tesoro de Tusculum
Investigadores de la Escuela Española de Historia y Arqueología descubren una estatua de 2.000 años de antigüedad en esta antigua ciudad a las afueras de Roma
El yacimiento arqueológico de la antigua ciudad de Tusculum, situada a las afueras de Roma pero más antigua, pues sus orígenes se remontan al siglo ... X antes de Cristo, sigue dando grandes satisfacciones a los miembros de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (Eehar), una institución dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que lleva tres décadas investigando la zona. En la última campaña de excavaciones, concluida en julio, fue encontrada una magnífica escultura femenina de tamaño natural, con unos 2.000 años de antigüedad y esculpida en un único bloque de mármol con extraordinario nivel de detalle, como se aprecia en los pies y en las transparencias de la ropa.
La estatua estaba en la zona de las termas de la ciudad, cerca del foro, y el hecho de que lleve sobre los hombros una piel de cervatillo, hace pensar a los expertos que formaba parte de la decoración de un ambiente dedicado al dios Dionisio. Podría tratarse de una ninfa, aunque le falta la cabeza y parte de los brazos. Tras ser presentada el martes, la estatua será exhibida durante este fin de semana en las Scuderie Aldobrandini de la cercana localidad de Frascati.
«Es un hallazgo de gran importancia, que demuestra el gran valor de Tusculum para la arqueología. No se hacía un descubrimiento de este tipo en esta antigua ciudad desde comienzos del siglo XIX. Ha sido algo excepcional para el trabajo que lleva realizando aquí desde hace 30 años la Eehar», señala su director, Antonio Pizzo.
Esta institución ofrece a estudiantes de universidades españolas la posibilidad de profundizar en sus conocimientos prácticos y teóricos de la arqueología de campo en el yacimiento de Tusculum. Ya van 26. «Nuestra misión consiste en integrar la formación de alumnos que proceden de España dentro del panorama arqueológico de Italia», explica Pizzo.
Enorme ilusión
Valeria Biolchini, responsable del proyecto de excavaciones en Tusculum, confiesa la «enorme ilusión» que supuso para el equipo de arqueólogos encontrar la escultura el pasado mes de junio, cuando quedaban además pocas semanas para concluir la campaña.
«Nos muestra la riqueza de este lugar tan querido por Cicerón. El hallazgo se realizó en las termas, que gracias a las últimas investigaciones hemos podido descubrir cómo funcionaban con sus distintos ambientes. Es un yacimiento muy peculiar, porque un metro y medio por encima del estrato de época romana hay otro medieval, con los restos de una iglesia de grandes dimensiones y mucha riqueza decorativa», señala Biolchini.
«Tusculum es un lugar único», celebra la experta, refiriéndose tanto a su rico pasado como al hecho de que las instituciones españolas e italianas colaboren de manera tan estrecha para seguir investigándolo. Aunque precedió a Roma y sus habitantes, en un primer momento, resistieron a la conquista, esta antigua ciudad del Lazio acabó convirtiéndose en una residencia veraniega para emperadores, senadores y próceres de la Ciudad Eterna.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.