Uno de cada tres españoles LGTBI ha tenido que abandonar su hogar o se plantea hacerlo
Huyen del rechazo, la discriminación y la violencia familiar y social y buscan poder vivir sin ocultarse y tener una vida plena
Uno de cada tres homosexuales, bisexuales o trans españoles han tenido que abandonar su hogar, el lugar en el que se criaron, o se han planteado hacerlo para evitar el rechazo social o familiar y para poder mostrarse tal y como son. Es la principal conclusión del primer estudio realizado en nuestro país por la Federación Estatal LGTBI y la Universidad de Salamanca sobre esta dramática realidad conocida como 'sexilio', elaborado a partir de la encuesta a 800 miembros de estos colectivos de todas las autonomías. El 13% se ha marchado, y han cambiado de municipio, provincia o de país, y el 21,5% se lo ha planteado o se lo plantea.
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El 'sexilio' no es un fenómeno del pasado, pues la mayor parte de los casos detectados se han producido en los últimos cinco años, ni mucho menos es una decisión voluntaria. «Es una expulsión forzada que continúa operando de manera silenciosa y sistemática en numerosos rincones del país», según las conclusiones del trabajo.
Además, como fruto que es principalmente de la intolerancia y la incomprensión, estas huidas muchas veces no suelen limitarse a una sola. El 42% de los consultados ha abandonado su hogar en una ocasión para lograr una vida más libre y plena, pero un tercio lo tuvo que hacer dos veces y casi uno de cada cinco debió repetir la huida entre tres y cinco veces.
El segmento LGTBI más afectado por el sexilio son los jóvenes, los menores de 30 años, entre quienes el abandono del hogar o la reflexión sobre la necesidad de hacerlo alcanza al 40%. Por eso la edad media de quien cambia de lugar residencia son los 32 años.
De igual manera, dentro del colectivo LGTBI quienes en más ocasiones han tenido que cortar con sus raíces son las personas trans y los ciudadanos de razas distintas de la blanca europea, en su mayoría inmigrantes que huyen de la incomprensión en sus países o entornos de origen.
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No es la huida desde el pueblo
En contra de lo que muchos piensan, el sexilio en España no es la huida de las áreas rurales a las urbanas. El destino mayoritario de todos los que se ven forzados a abandonar sus hogares sí que son las capitales autonómicas y las grandes ciudades, pero el 43% ya procedía de una ciudad grande y 27% ha llegado desde otro país. Solo el 13% huyen de entornos rurales.
Entre los rasgos de perfil que caracterizan a los sexiliados, además de la juventud, están que han sufrido el doble el acoso, discriminación o violencia que el resto de los LGTBI españoles y que, en buena parte por los avatares de su huida, han sufrido el triple que el resto la lacra de tener que vivir en la calle, es más frecuente que vivan con miedo y padecen el triple de problemas psicológicos, como por ejemplo la depresión.
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42% 'sexiliados'
Es el porcentaje de encuestados que ha abandonado su hogar en una ocasión para lograr una vida más libre y plena
El sexilio es una decisión que en buena parte de los casos busca huir del rechazo y la discriminación, pero el 38% de quienes dan este paso también buscan poder expresarse libremente y ser uno mismo, el 32% desarrollar sin trabas un proyecto vital (pareja, trabajo, estudios) y un 30% encontrar las redes de apoyo, los referentes y los amigos que les han faltado durante años.
«El sexilio no es una elección, es una expulsión silenciosa que sigue operando en nuestro país. Miles de personas han tenido que dejar atrás su hogar para poder vivir sin esconderse. Hablamos de derechos humanos que deberían estar garantizados en cualquier rincón de España», afirma Jesús Muñoz, miembro de la Comisión Ejecutiva de la Federación Estatal LGTBI. «Necesitamos políticas públicas con enfoque territorial e interseccional que aseguren que nadie tenga que huir de su pueblo, su barrio o su país para ejercer sus derechos y ser quien es», añade.
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