La DGT desmiente mitos sobre el alcohol en la conducción
El organismo alerta de una serie de creencias erróneas que comparten la mayoría de quienes van al volante
Beber alcohol y no conducir es uno de los mantras más repetidos, pero parece que no entra en la cabeza de algunos conductores. De hecho, existen una serie de creencias compartidas por muchos para ayudar a reducir los niveles de alcohol en sangre. Hábitos que se toman con el objetivo de evitar un positivo en el control de alcoholemia. O al menos no arrojar un porcentaje muy alto. Es por ello que la DGT ha decidido desmentir algunos de los mitos que más se repiten para intentar rebajar el nivel de alcohol en sangre.
Publicidad
Un café y una siesta
No, ni el café, ni el té. Estas bebidas no ayudan a rebajar los niveles de sangre. La única forma de beber algo y no sufrir los efectos del alcohol es, precisamente, no bebiendo alcohol. Tampoco funciona dormir un poco, estrategias que no son capaces de reducir la alcoholemia, según informa la DGT. Tomarse una ducha para despejarse tampoco ayuda, como añade el organismo.
Noticia Relacionada
De qué depende la tasa de alcoholemia
Si como no cuenta
Otra de las creencias que desmiente la DGT es que el alcohol que bebemos en las comidas no pasa a la sangre o, al menos, lo hace con más lentitud. Tampoco funciona si bebemos alcohol con el estómago lleno, pues la absorción no se produce de forma gradual, sea el alimento que sea. De cualquier manera, incide la entidad, el alcohol ingerido siempre pasará a la sangre.
Por debajo del límite legal
Antes de los 0,5 g/l de alcohol en sangre ya se pueden observar alteraciones en la capacidad de conducción, por lo que es falso que no ocurra nada si nos mantenemos por debajo del límite. Con 0,15g/l de alcohol en sangre también tenemos riesgo de accidente, a pesar de que no rebasemos el límite permitido.
El alcohol afecta igual a todos
Como se podrá intuir, el alcohol no afecta a todas las personas por igual. Cada organismo es diferente y eso influye en cómo se asimila el alcohol. Aunque la cantidad sea la misma, existen otros factores que influyen de forma importante y por eso beber la misma cantidad que otra persona no significa que se vaya a tener el mismo nivel de alcoholemia. De nuevo, lo mejor es no beber.
Publicidad
Beber poco, pero a lo largo del día
Beber poco, pero durante todo el día, tampoco nos salva de los efectos que el alcohol produce en nuestro organismo y en la conducción. El alcohol no se elimina del organismo fácilmente y eso hace que bajar la tasa de alcoholemia sea algo lento. Según los datos de la DGT, el hígado solo es capaz de metabolizar entre 8-10 gramos de alcohol en sangre cada hora. Si consumimos a lo largo del día, al final de la jornada la tasa de alcohol en sangre puede ser mayor de lo que pensamos.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión