Consejos sobre ruedas
Así es un desguace desde dentro: «Los faros y retrovisores son lo más buscado»Las piezas de los vehículos usados o accidentados cuentan con toda una estructura de economía circular que gestiona su reciclaje
La sociedad cada vez está más concienciada con la sostenibilidad, particularmente en ámbitos como el sector del automóvil. El auge de los vehículos eléctricos, las restricciones ambientales o las diferentes innovaciones para reducir las emisiones contaminantes son solo algunas pruebas de ello, sin contar con todos los pequeños hábitos que, de por sí, la población ya aplica en su día a día. Sin embargo, un tema que puede generar dudas es la vida útil del propio vehículo. ¿Qué sucede con los componentes del automóvil una vez finaliza su uso?
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La realidad es que las piezas de los vehículos tienen detrás toda una estructura de economía circular que, en muchos casos, permite su recuperación y comercialización. «Cuando un vehículo sufre un siniestro, ya sea por accidente de tráfico, daño por desastre u otras razones, las piezas del vehículo pueden ser gestionadas de diversas maneras». «Esto depende de la gravedad del daño y las políticas del propietario del vehículo, las compañías de seguros y las leyes», explica Marc Cuñat, responsable de recambios de 'Recomotor', empresa especializada en recambios de coche.
¿Qué funciones desempeñan los desguaces?
Manuel Cano es una de las personas al frente de la gestión de 'Desguaces Cano', donde trabaja desde 1979. En su negocio, entre 1.000 y 1.500 vehículos son desguazados cada año; y actualmente allí se encuentran alrededor de 1.500; entre coches, motos y camiones. Sin embargo, también cuentan con otros vehículos de difícil categorización, como carritos de golf.
Los desguaces se podrían definir como «centros de tratamiento de residuo sólido urbano». Ya que así es como se denomina a los vehículos fuera de uso. Establecimientos como el suyo se encargan de los procesos de descontaminación, y en ellos se somete a los vehículos a diferentes tratamientos.
Además, es habitual que se compense económicamente a aquellos usuarios que lleven su vehículo al desguace. Sin embargo, esta cantidad varía dependiendo de factores que pueden influir en que las piezas estén más o menos cotizadas; como el estado de conservación, la antigüedad, la marca y el modelo o la versión. Por norma general, se puede pagar entre 50 y 200 euros por aquellos vehículos en mal estado. Si el coche es de alta gama, la cifra puede ascender hasta los 2.000.
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En el caso de 'Desguaces Cano', los coches más valorados son aquellos nuevos que han sido dados de baja por siniestro. «En cambio, si la retirada del vehículo implica el desplazamiento de la grúa, el servicio es gratuito, pero sin compensación».
Tras la llegada al desguace, se presta atención a la batería y los líquidos
A su llegada al desguace, el vehículo debe pasar por diferentes procesos. En primer lugar, se le extrae la batería y los líquidos (como la gasolina o el gasoil), con el fin de evitar problemas, como incendios. Más tarde, se lleva el vehículo a la zona de recepción, para después pasar a la zona de descontaminación y, finalmente, a la campa. Allí «se espera a que llegue el cliente y pida lo que necesite».
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La clasificación de las piezas, por otro lado, no se trata de un proceso sencillo. Esto depende en gran medida del valor y la antigüedad de cada vehículo. «A los coches con mayor valor se les quita el motor y otras partes, pero a la inmensa mayoría de automóviles, con mayor antigüedad, se les quita todos los residuos y después pasan a la campa».
Las piezas para sustituciones de roturas son las más solicitadas
Desde 'Desguaces Cano' afirman que las piezas más solicitadas por los clientes «son aquellas que puedan sustituir diferentes roturas en los vehículos, como faros, pilotos, espejos retrovisores… Así como piezas que se desgasten habitualmente, como los neumáticos». Además, Manolo Cano destaca el importante papel que los desguaces desempeñan para todas aquellas personas con vehículos cuyos componentes han sido descatalogados. «Aunque hay algunas piezas que, pasado el tiempo no se pueden utilizar, es cierto que hay coches antiguos cuyas piezas ya no están en el mercado y nosotros somos el último recurso para las personas que las necesiten».
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Precisamente sobre estos temas hablaremos más adelante en 'Consejos sobre ruedas'.
Además, 'Recomotor' detalla esta información al afirmar que «las piezas que se suelen recuperar dependen en gran medida de la gravedad del daño y del estado general del vehículo». Señalan que las piezas que suelen recuperarse más habitualmente son:
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Motor: Si el vehículo accede al desguace por un golpe y el motor no se ve afectado, se realizan diferentes pruebas para comprobar que no se den sobrecalentamientos, así como comprobaciones en las compresiones y el estado visual del motor. Si cumple de forma satisfactoria todos los requerimientos, este componente podrá recuperarse.
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Transmisión: A menudo se comprueban las marchas para verificar que realizan los cambios adecuadamente. Este elemento, dado su alto coste, suele aprovecharse. Además, tal y como afirma 'Recomotor', los diferenciales también se pueden reutilizar.
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Componentes electrónicos: Los módulos, sensores o unidades de control pueden aprovecharse si el vehículo no accede al desguace por problemas relacionados con estos dispositivos.
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Partes de la carrocería: Elementos como puertas, capó o incluso el maletero pueden utilizarse como repuestos siempre y cuando no estén severamente dañados.
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Sistemas de suspensión y frenos.
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Llantas y ruedas: Las llantas se pueden aprovechar si han sido golpeadas. «Los neumáticos, por otro lado, suelen reciclarse en la mayoría de los casos», según detallan desde 'Recomotor'.
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Asientos y tapicería: Los asientos y el salpicadero, en el caso de que no se encuentren dañados por haber saltado los sistemas de seguridad pasiva 'airbag', pueden aprovecharse fácilmente.
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Radiadores y sistemas de refrigeración: Si no han sufrido daños importantes, los radiadores y otros componentes del sistema de refrigeración y calefacción pueden ser recuperados.
«La economía circular en los desguaces consiste en reciclar alrededor del 95% del vehículo».
Manuel Cano
Desguaces Cano
Manuel Cano explica que «son un medio intermediario» a la hora de tratar determinados residuos. «Hay otras empresas que se encargan de recoger los aceites, filtros, o incluso compañías más especializadas cuya función es el reciclaje de neumáticos para suelos de parques urbanos, por ejemplo». «La economía circular en los desguaces consiste en reciclar alrededor del 95% del vehículo». Además, Cano constata que «El hecho de separar y clasificar cada residuo y hacer llegar aquellos que no puedan tener salida a empresas especializadas es, en definitiva, la economía circular que aquí llevamos a cabo».
También es necesario tener en cuenta que los coches, al estar elaborados con materiales muy variados, siguen un complejo proceso de separación y reciclaje para dar un nuevo uso a sus componentes.
El sector del desguace, en constante evolución
Con 45 años de experiencia, Manuel Cano reconoce que «hoy en día, este sector no tiene nada que ver». «Cuando empezamos en 1979, la situación era muy distinta. Ahora la reutilización es el doble, el personal está mucho más formado, todos los requisitos medioambientales de ahora están a años luz de aquella época». Además, afirma que las exigencias en materia de reciclaje y sostenibilidad «hoy en día son mucho más estrictas».
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«Requiere mucho más tiempo el trabajo administrativo que nuestras labores mecánicas».
Manuel Cano
Desguaces Cano
Precisamente, los trámites burocráticos son una de las principales dificultades a las que los profesionales de este sector deben hacer frente. «Los desguaces, al fin y al cabo, no dejamos de ser pequeñas y medianas empresas, y los requisitos que nos exigen son una locura». «Ahora mismo requiere mucho más tiempo el trabajo administrativo que nuestras labores mecánicas». Manuel Cano lamenta que la complejidad de estos trámites impide el dinamismo en la empresa «por todo el tiempo que lleva gestionar la administración en cuanto a la burocracia, inspecciones medioambientales, de Hacienda o de empleo». «Yo entiendo que todo el mundo tiene que cumplir con su trabajo, pero la pequeña y la mediana empresa contamos con diferentes limitaciones añadidas», concluye Cano.
Siniestro y siniestro total ¿cuáles son las diferencias?
En el caso de España, para que un vehículo sea declarado siniestro o siniestro total, existen unos pasos a seguir. En primer lugar, un perito debe valorar el estado del vehículo accidentado y calcular el coste de reparación para, más tarde, realizar un informe del mismo. Desde 'Recomotor' afirman que «aunque el vehículo sea declarado siniestro, este se puede llegar a reparar y dejar en condiciones óptimas para que vuelva a circular por las carreteras».
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Sin embargo, para que un vehículo sea declarado siniestro total, debe tener unos daños lo suficientemente graves como para que el valor de reparación sea más elevado que el valor venal del vehículo, que viene declarado por unas tablas con datos como la edad, los kilómetros, la marca o el modelo.
Desde este momento, el vehículo se lleva a un centro autorizado para su tratamiento y retirada del parque automovilístico español. «Una vez el vehículo accede al desguace, el establecimiento evalúa el daño que tiene y qué piezas puede llegar a aprovechar para vender o qué otras puede reciclar», concluyen desde 'Recomotor'.
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