Bajar al bar de la esquina es bueno para la salud
Así lo defiende al menos un estudio de la Universidad de Oxford que relata los beneficios del consumo moderado de alcohol en establecimientos alejados del centro de las ciudades
J. A. Pardal
Lunes, 9 de enero 2017, 19:11
Los resultados de un estudio científico desarrollado por investigadores de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, sugieren que las personas que suelen frecuentar el bar de su barrio o de la localidad en la que viven se sienten «más comprometidos socialmente, más contentos y confían más en sus vecinos». Además, según sus conclusiones, el consumo de bebidas alcohólicas «facilita la generación de endorfinas, que refuerzan este sentimiento de pertenencia a un grupo social».
Esta es la tesis a la que han llegado tras mezclar los datos de tres estudios: una encuesta entre la clientela de los tradicionales pubs ingleses, la observación de las conversaciones que tienen lugar en ellos y la encuesta nacional de la CAMRA, una organización de consumidores inglesa dedicada a promover la artesanía y calidad en la elaboración de la cerveza y la sidra.
Además, tal y cómo se publica en la página web de la propia universidad inglesa, el estudio apoya a aquellos establecimientos que en España llamaríamos 'bares del barrio', en contraposición a los ubicados en el centro de las ciudades. Durante el estudio «aquellos que solían beber en pubs locales tendían a socializar en pequeños grupos y a participar activamente en las conversaciones, mientras que los que lo hacían en el centro de la ciudad solían estar en grupos mucho más grandes y participaba mucho menos en las conversaciones».
Alcohol y segregación de endorfinas
Según el profesor Robin Dunbar, del Departamento de Psicología Experimental del prestigioso centro de estudios, «el trabajo muestra que frecuentar un bar de estas características puede afectar directamente al grupo social de las personas y a cómo se sienten de integrados en su comunidad, lo que puede redundar en cómo de satisfechos se sienten con sus vidas». «Nuestras relaciones sociales nos dan la mejor herramienta contra la enfermedad física y mental».
Este mismo profesor asevera: «los pubs tradicionalmente funcionan como un lugar para socializar en la comunidad. El consumo de alcohol, por su parte, se encarga de desencadenar el sistema de generación de endorfinas, lo que refuerza el enlace social. Al igual que otros sistemas de unión complejos como el baile, el canto y la narración de cuentos, beber ha sido adoptado por las grandes comunidades sociales como un ritual asociado con el vínculo».
El estudio completo, titulado 'Beneficios funcionales del consumo (moderado) de alcohol', ha sido publicado en el diario científico Adaptative Human Behaviour and Physiology.
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