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Calle Jerónimo de Aliaga antes de las obras y en la actualidad. Óscar Costa

La variante interna de Segovia cumple 15 años

La apertura de Jerónimo de Aliaga conectó Vía Roma con el paseo de Santo Domingo y fue clave para alejar el tráfico de la plaza de San Lorenzo

Quique Yuste

Segovia

Lunes, 11 de agosto 2025, 17:08

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El 10 de agosto de 2010, el Ayuntamiento de Segovia abrió oficialmente al tráfico la calle Jerónimo de Aliaga, un vial largamente esperado por el barrio y que respondía a una de sus reivindicaciones históricas. Aquella jornada, autoridades locales y autonómicas levantaron las vallas que hasta entonces impedían el paso y recorrieron a pie los 268 metros de un nuevo trazado urbano que, más allá del cemento, simbolizaba una transformación profunda del entramado viario y social de la ciudad.

Quince años después, Jerónimo de Aliaga es ya una arteria consolidada. Su apertura permitió conectar dos puntos clave: el paseo de Santo Domingo de Guzmán (a través de la calle Cardenal Zúñiga) y la avenida de Vía Roma, facilitando el acceso al nuevo centro de salud Segovia III, al barrio de San Marcos y a Zamarramala. Pero sobre todo, fue la pieza clave para iniciar la peatonalización progresiva de la plaza de San Lorenzo.

El proyecto de la calle Jerónimo de Aliaga no fue rápido ni sencillo. Se gestó durante más de una década. La semilla se plantó la última década del siglo XX, cuando la prohibición del tráfico bajo el Acueducto redirigió gran parte del flujo rodado hacia San Lorenzo, saturando su plaza. En 2004, la Asociación de Vecinos del barrio propuso formalmente crear nuevos viales de circunvalación que unieran Jerónimo de Aliaga con Cardenal Zúñiga a través de calles como Echarpiedra o Los Molinos, y así liberar la plaza del tráfico.

La propuesta coincidió con el Plan Especial de San Lorenzo, Valle del Eresma y San Marcos, donde la zona ya figuraba como Área de Proyecto Singular, lo que permitía su desarrollo prioritario. El Ayuntamiento recogió el guante en 2005, tras anunciar la construcción del centro de salud de San Lorenzo. Para facilitar el acceso a esta nueva dotación, era necesario habilitar una vía directa desde Vía Roma. Así resurgía un proyecto que ya aparecía en los planes urbanísticos de 1999, aunque había sido aparcado en el mantato anterior con José Antonio López Arranz como alcalde.

El diseño contemplaba una vía de 18 metros de ancho, con doble sentido de circulación, aceras anchas, arbolado, red de saneamiento y zonas de aparcamiento. El trazado bordeaba la finca donde se instala la plaza de toros en las fiestas del barrio y enlazaba con Cardenal Zúñiga cruzando la calle Antonio Coronel. También preveía una nueva plaza de acceso al centro de salud desde la calle de Los Novillos.

Sin embargo, la ejecución no fue sencilla. Uno de los principales escollos fue el proceso de expropiación: 13 parcelas (diez privadas y tres municipales) sumaban más de 5.400 metros cuadrados, y su adquisición retrasó el inicio de las obras más de dos años. Las expropiaciones fueron valoradas en más de 600.000 euros, lo que encareció el proyecto hasta superar los 1,4 millones de euros. Finalmente, en 2009 empezaron las obras con un presupuesto de 865.000 euros, financiado parcialmente con fondos de cooperación de la Junta de Castilla y León.

Los trabajos arrancaron en octubre de ese año tras el desbroce del terreno y la demolición de muros. El nuevo vial se diseñó con dos carriles de 3,5 metros, aceras de 4,80 y 2,45 metros, bandas de aparcamiento, baldosas hidráulicas polícromas y arbolado. Bajo la calzada se construyó también el emisario de saneamiento para los sectores urbanísticos A y B de la carretera de Palazuelos (aún sin ejecutar).

Proyectos conectados

El proyecto de Jerónimo de Aliaga fue solo una pieza de un engranaje mayor: el rediseño del acceso oriental a la ciudad. En paralelo, el Ayuntamiento impulsó el plan 'Plaza Oriental: puerta de la ciudad', que incluía otras actuaciones urbanas como el aparcamiento subterráneo de Padre Claret o la urbanización de la calle Echarpiedra.

En la planificación original se contemplaba también la construcción de una rotonda en la salida de Jerónimo de Aliaga hacia Vía Roma. Esta rotonda permitiría reorganizar el tráfico de entrada y salida hacia San Gabriel, que, según los planes del equipo de gobierno de Pedro Arahuetes, quedaría reservada en el futuro para residentes. A largo plazo, se proponía incluso ejecutar un nuevo vial en una cota superior a la ladera del parque del cementerio, con el fin de conectar directamente con el aparcamiento de Padre Claret y facilitar un circuito fluido de circunvalación en la zona.

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