La Unidad Militar de Emergencias desinfecta varias residencias de la provincia

La desinfección de los centros residenciales a través de la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) era una de las medidas tomadas por la Junta de Castilla y León para tratar de contener el contagio por el Covid-19 en este tipo de entidades donde viven personas mayores, muchas de ellas con patologías múltiples, que son las más vulnerables en la expansión de la infección. Ese plan de actuación empezó a materializarse ayer con las tareas de limpieza que llevaron a cabo los integrantes de la sección de la UME desplazada a la provincia.

Los militares acudieron a los centros que gestiona la Junta –la residencia Mixta y la Asistida– y también previsto que desinfectaran las instalaciones de las cuatro residencias dependientes de la Diputación Provincial, cuyo presidente, Miguel Ángel de Vicente, lanza un llamamiento para contratar personal en diferentes categorías debido a las necesidades que ha planteado esta crisis sanitaria.

Las bajas en el personal de estas entidades se suceden. En el caso de las dos residencias de titularidad regional, el delegado de la Junta, José Mazarías, apuntaba ayer que no había ningún usuario hospitalizado por el Covid-19, aunque sí hay residentes aislados en cumplimiento del protocolo: quince en la Asistida y siete en la Mixta. En cuanto a la plantilla, en cada una hay catorce bajas; y en la primera hay además ocho trabajadores pendientes y en la segunda uno está en reposo domiciliario.