El tractorista de Segovia que pagó de su bolsillo 60.000 euros por volcar
Antonio Maroto, que se salió de la vía para dejar pasar un coche, denunció a la Junta, pero el TSJ no le dio la razón porque no apareció el testigo
Antonio Maroto defiende casi seis años después de que su tractor volcara el 11 de octubre de 2018 en la cuneta de la SG-322 ... que fue una víctima de la carretera y que la Junta de Castilla y León debía cubrir los 60.000 euros que costó reparar la avería de un vehículo casi recién estrenado. Denunció argumentando responsabilidad extracontractual de la Administración, es decir, que si el ciudadano ha cumplido las normas básicas, es la infraestructura la que causó los daños por un funcionamiento incorrecto.
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El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León no le dio la razón en una sentencia de 2022 ya que, según falló, no se acreditó que viniera un vehículo en sentido contrario. «Vamos, que fue todo una distracción mía, que la carretera está en perfecto estado», ironiza este segoviano.
La relación de Maroto con la carretera es casi diaria porque trabaja en una finca de Muñopedro. «Ese día salí como otro día más. Habían arrimado grava a la carretera porque habían hecho las cunetas más hondas. Venía un coche de frente y yo me orillé para no ir pisando la línea blanca del medio. Me quedé mirándola para que pasara el otro y cuando me quise dar cuenta, pisé esa arena y el tractor fue para abajo. Había mucha pendiente, no me pude hacer con él», cuenta así el accidente. Eran casi las cuatro de la tarde. Entonces no pensó en que aquel coche rojo corroborara su versión. «A saber quién sería, bastante tenía con lo mío».
«Habían arrimado grava porque habían hecho las cunetas más hondas. Venía un coche de frente y yo me orillé para no ir pisando la línea blanca»
Antonio Maroto
Tractorista
Habla de décimas de segundo. «Casualmente, ese día fue una de las pocas veces que me puse el cinturón del tractor; por probarlo, como era nuevo... Y no me di cuenta de quitármelo». Una vez en el suelo, se desprendió de él y salió por la luna delantera. «En ese momento llegó un chico de la zona y no me había casi ni incorporado cuando vino una patrulla de la Guardia Civil», añade en el relato. Pasó las protocolarias pruebas de alcoholemia hasta que la ambulancia le trasladó al Hospital General de Segovia. Tras un periodo de observación, volvió a casa.
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El fundamento de su defensa es que la berma, el margen derecho de la carretera que no es cuneta, debía tener una cierta solidez para soportar los vehículos. Recurrió al Plan Sectorial de Carreteras de Castilla y León, que marcaba en 2020 unos estándares mínimos de seis metros para vías de este tipo, una anchura que no alcanzaba la SG-322. Antes de iniciar la vía judicial, pidió a la Junta que se hiciera cargo.
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Tras constatar su silencio, acudió al TSJ –al ser una cuantía superior a 25.000 euros, desaparece la primera instancia–, que dictaminó en contra al no aparecer el conductor que viajaba en sentido contrario. Con todo, arguyó que la carretera debe permitir que un vehículo circule por su sentido de la marcha sin abandonar la calzada y que la línea continua no estaba bien trazada: había unos 30 centímetros más de margen en el sentido contrario que en el suyo. Un informe perital que no discutió la Junta.
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Estuvo un año sin el tractor, así que tuvo que alquilar otro más modesto y pedir favores cuando necesitaba uno de mayores dimensiones. La cabina que le protegió quedó muy tocada, así como la centralita. «Lo pagué apañándome como pude», resume.
«Si invado la línea y se estrella el coche contra mi rueda, el culpable soy yo también. De todas maneras, pago el pato»
Antonio Maroto
Tractorista
A falta del testimonio del coche que venía de frente, recurre al sentido común. «La carretera te echa para fuera; unos lo denuncian y otros, no. Me llegaron a decir que por qué me orillé tanto. Si invado la línea y se estrella el coche contra mi rueda, el culpable soy yo también. De todas maneras, pago el pato».
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Más allá del proceso judicial, sigue sufriendo ese firme. «Te tiras una hora para un trayecto que tendrías que hacer en veinte minutos. Y no veas cómo bota la maquinaria agrícola».
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