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claudia carrascal
Segovia
Domingo, 10 de julio 2022, 17:06
Los toros vuelven al ruedo, pero también a las calles y plazas de los pueblos para protagonizar los tradicionales encierros, recortes o corridas taurinas, que ... se celebran en una parte importante de los municipios segovianos con motivo de sus fiestas patronales. En materia taurina la polémica está servida entre aquellos que piden la abolición de estos festejos por considerarlos maltrato animal y quienes defienden su papel como parte de la cultura popular.
No obstante, ni siquiera el parón provocado por unas restricciones sanitarias que impedían celebrar todo tipo de eventos multitudinarios ha servido para acabar con estos festejos. De hecho, la mayoría de los municipios ha decidido potenciarlos. A mediados de junio la Junta de Castilla y León tan solo había autorizado 23 espectáculos taurinos para este año. De ellos, siete en Navas de Oro, seis en Martín Muñoz de las Posadas, dos en Valsaín y Samboal y uno en Cantalejo, Hontalbilla, Mozoncillo, Muñopedro, Santa María la Real de Nieva y Villacastín. La cifra es baja, pero poco representativa, ya que desde la administración autonómica advierten que todavía es pronto porque los ayuntamientos suelen pedir estas autorizaciones unos días antes de la celebración. De hecho, en 2020 se alcanzaron los 330 festejos con los toros como protagonistas y en 2017 se llegó a los 350, la cifra más alta de los últimos años.
La tipología de los espectáculos taurinos es muy variopinta, aunque cerca de 40% lo acaparan las sueltas de reses, le siguen los encierros urbanos con un 25% de los festejos en 2019 y los encierros mixtos con el 10%. Más residuales en la provincia son los concursos de recortes, las becerradas, las novilladas, los encierros de campo o los festivales y corridas taurinas.
La crisis sanitaria obligó a cancelar estos eventos, hasta el punto de que en 2020 tan solo se celebraron cinco en la provincia. En 2021 se recuperó cierta actividad, aunque todavía muy por debajo de las cifras habituales, con un total de 46 espectáculos, según las autorizaciones otorgadas por la Junta de Castilla y León. Además, se produjo un cambio de tendencia, ya que el 26% fueron corridas de toros, cerca del 22% concursos de recortes y el 17% novilladas, ya que eran los formatos que mejor se adaptaban a la normativa sanitaria vigente.
El Espinar es uno de los municipios que este año ha aumentado su apuesta por los toros porque por primera vez habrá encierros urbanos. El alcalde, Javier Figueredo confirma que «se va a recuperar la normalidad y las tradiciones entorno a la tauromaquia, entre ellas, el toreo por parte de los quintos y de las peñas del municipio». En cuanto a los encierros, asegura que habrá dos jornadas en El Espinar y otras dos en San Rafael porque «es un municipio con mucha afición y los vecinos llevaban años demandándolo».
Para organizar cualquier actividad taurina lo mejor es ponerse en manos de profesionales porque es un tema muy delicado que puede herir sensibilidades y generar problemas legales. «Son los que mejor conocen los procedimientos y la normativa, por lo que hacerlo con empresas especializadas es garantía de éxito», asevera Figueredo.
La partida presupuestaria para las fiestas de los cuatro núcleos pertenecientes a El Espinar es de 400.000 euros. De ellos, más de 100.000 están destinados a los toros. El alcalde recuerda que estos espectáculos tienen una repercusión económica muy importante y calcula que la feria taurina que organizaron en 2021 con El Juli, José María Manzanares o Roca Rey contó con una partida de 150.000 euros, pero dejó en el pueblo más de un millón. «Hacer cosas de calidad merece la pena porque genera un importante movimiento y el sector hostelero es el gran beneficiado, aunque también el comercio y los alojamientos turísticos», apostilla. Unos ingresos que, a su juicio, necesitan y mucho los negocios del municipio para poder soportar el duro invierno.
El Real Sitio de San Ildefonso está avanzando a pasos agigantados para convertirse en un referente en el panorama nacional de la tauromaquia. La Asociación Taurina de La Granja creó en 2021 el Certamen Nacional del Judión de Oro de novilladas picadas, un evento que se mantiene este año y que ha nacido con vocación de futuro. Al respecto, el presidente de la asociación, José María Costales, comenta que todavía no puede adelantar detalles, pero «se lidiarán ejemplares de las ganaderías más prestigiosas del país».
Por el momento, cuentan con más de 35 solicitudes de novilleros que quieren participar en el concurso, por lo que «ya se han superado todas las expectativas». De modo que esta feria de La Granja ha logrado abrirse hueco en el circuito de novilladas del país en tan solo una edición. «Creemos que va a ser un evento muy importante porque tiene calidad y se hace en una época buena, ya que se sirve de rodaje para los novilleros», recalca. Otro de los atractivos es el precio del abono que, aunque todavía no lo han cerrado, «será asequible para que pueda ir todo el mundo y estarán incluidos todos los festejos taurinos que se lleven a cabo en el municipio». Entre ellos, el ya tradicional Concurso Nacional de Recortes, o las sueltas de reses en la plaza de toros.
Por otra parte, están estudiando la posibilidad de organizar un Grand Prix para las peñas con vaquillas y se está valorando la posibilidad de que haya tres encierros, algunos de ellos con reses de ganaderías «legendarias». El presupuesto para actividades taurinas ronda los 70.000 euros y aunque la asociación se encarga de toda la organización cuentan con la colaboración del Ayuntamiento y de las empresas del entorno. Eso sí, prevén que la repercusión económica sea mucho mayor que la inversión, ya que el año pasado a pesar de la pandemia acudió público de otras comunidades autónomas como Baleares e incluso de países vecinos como Francia.
En su caso, presumen de no haber experimentado «situaciones incómodas» con grupos antitaurinos porque «las cosas se hacen con respeto y siguiendo la normativa». La asociación tan solo reclama esa misma consideración porque «la tauromaquia forma parte de las tradiciones culturales de nuestro país y es una actividad que puede gustar o no, pero está recogida por el Ministerio de Cultura».
Uno de los municipios con más tradición en este tipo de eventos es Cuéllar. El alcalde, Carlos Fraile, avanza que este año el municipio va a recuperar «la más absoluta y ansiada normalidad» a nivel taurino. Unos festejos en los que confluye «tradición y emoción» y que desde la Guerra Civil tan solo se han paralizado por la crisis sanitaria.
Como novedad este año se hará un encierro más de los habituales, será en honor a San Miguel, de modo que este año habrá cinco, otras cinco corridas de toros y un concurso de cortes. El Ayuntamiento no solo ha abogado por la cantidad también por la calidad, según el edil, quien matiza que las ganaderías «son de primera, de esas que figuran en los carteles de Madrid o de Pamplona».
Eso sí, para lograr estos estándares es necesaria una intensa labor previa, hasta el punto de que 90 días antes comienzan con el proceso de hermanamiento y el encabestramiento del ganado. Unos meses antes, entorno a octubre del año anterior ya buscan las ganaderías y escogen a los animales.
Cuéllar contará este año con una partida presupuestaria para las fiestas de 450.000 euros y el 70% estará destinado a toros, aunque Fraile estima que los ingresos de taquilla rondarán los 200.000 euros. A ello hay que sumar la enorme repercusión que, tal y como indica, tienen estos festejos a nivel turístico y, por tanto, económico y es que «con más de dos meses de antelación los alojamientos ya están colgando el cartel de completo para esas fechas».
Aunque no han realizado un estudio en profundidad, el retorno económico que supone para los negocios es como mínimo de 3,5 millones de euros porque calcula que durante las fiestas pasan por la villa unas 250.000 personas que «tirando por lo bajo hacen un gasto 10 o 20 euros». Por eso, Fraile considera que el esfuerzo que hace el Ayuntamiento está más que compensado.
El año pasado Cantalejo tampoco tuvo encierros, pero este verano los recupera para la celebración de sus fiestas patronales el próximo mes de agosto. Con un presupuesto de cerca de 150.000 euros el alcalde del municipio, Javier de Lucas, detalla que además de los tres encierros campestres está previsto un concurso de cortes, una corrida de toros y otra de rejones, una novillada picada y una becerrada popular, así como un encierro infantil.
Las expectativas para este año son buenas y esperan que vuelvan a disfrutar de estos eventos entre 1.500 y 2.000 personas diarias, cifras que registraban antes de la pandemia. Mientras tanto, ultiman los preparativos y a estas alturas «ya se están cerrando los contratos con total normalidad. Para ello, se están siguiendo los mismos protocolos que otros años y realizando los permisos, seguros y contratación de servicios médicos según marca la normativa», concluye.
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