Técnicos municipales comprueban «palmo a palmo» la bóveda del Clamores
El vecindario de la plaza Aurelio Hernández afectado por el socavón retoma la normalidad mientras prosiguen las obras de reparación
Todavía con el susto de lo que pudo ser más dramático, el Ayuntamiento de Segovia trabaja en la inspección del curso del Clamores bajo el suelo de la ciudad. El alcalde accidental por la ausencia de Clara Luquero, Jesús García Zamora, ha puesto de relieve que los técnicos municipales avanzan «palmo a palmo» para comprobar la bóveda de la corriente subterránea entubada. Mientras tanto, el concejal y portavoz del grupo socialista también ha revelado que prosiguen las obras para reparar el socavón originado el pasado 26 de agosto en el barrio de San Millán debido a la fuerte tormenta que descargó en la ciudad.
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En este sentido, Jesús García Zamora ha indicado que la normalidad ha vuelto poco a poco al vecindario de la plaza Aurelio Hernández, que fue el más damnificado por los estragos que ocasionó la tromba de dicha jornada. Así, el regidor accidental ha comentado que los residentes del bloque han podido regresar a sus hogares y retomar de forma paulatina sus vidas cotidianas, con la pertinente supervisión de los daños y los trabajos para rehabilitar la zona. No hay que olvidar que la tormenta de hace 25 días hizo que el suelo se hundiera en el umbral del edificio y que el socavón engullera dos un coche y una furgoneta.
Las obras consisten en el recalce y refuerzo de la cimentación del bloque de viviendas afectado, en el entubamiento, en el relleno del socavón y en la pavimentación de la plaza Aurelio Hernández. El coste aproximado del que dio cuenta la propia alcaldesa hace unos días es como máximo de 450.000 euros. Así se dispuso en el decreto de Alcaldía del que dio cuenta la junta de gobierno local hace tres semanas.
García Zamora no ahondó en los detalles, aunque sí repitió el mensaje de tranquilidad que lanzó Luquero sobre la exhaustiva inspección que se está llevando a cabo de la bóveda del Clamores en estos momentos. Este acuífero subterráneo tiene una longitud de cuatro kilómetros. Aunque el tramo del arroyo ya ha sido comprobado con anterioridad por secciones, lo que pretende el Ayuntamiento a raíz del percance del socavón es una revisión más detallada.
Para el Consistorio, las medidas que se decida tomar son prioritarias, por lo que pedirá la colaboración de otras administraciones para llevar a cabo las intervenciones que se requieran. En este sentido, Clara Luquero ya ha mantenido conversaciones con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Con las conclusiones que extraigan los equipos técnicos, se adoptarán las medidas necesarias con el objetivo de que se repitan incidentes como el del 26 de agosto.
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