Vista parcial de la plaza de la Reina Victoria Eugenia, antesala del Alcázar, que será remodelada. Antonio Tanarro

La remodelación de la plaza del Alcázar empezará tras la Cabalgata

El alcaide confirma que será una de las obras de mayor envergadura de cuantas se han ejecutado últimamente

Miércoles, 26 de diciembre 2018, 22:56

El Alcázar de Segovia será un año más uno de los puntos claves de la Cabalgata de Reyes, que tendrá lugar el próximo 5 de enero, por eso, no será hasta después de este acto tan esperado por pequeños y mayores cuando den comienzo las obras para la remodelación de la plaza Reina Victoria Eugenia, que da acceso al Alcázar.

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El alcaide del Patronato del Alcázar y coronel director de la Academia de Artillería, José María Martínez Ferrer, anuncia que esta intervención marcará todo el 2019, ya que el plazo de ejecución es de un año y contará con un presupuesto de 1,7 millones de euros. Eso sí, confirma que han presentado esta actuación a la subvención del 1,5% Cultural, destinado a actuaciones de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español.

Esta plaza ajardinada es la primera impresión que los visitantes obtienen del Alcázar de Segovia, además, de una de las vistas más reconocidas de la ciudad. La plaza está presidida por el monumento que las Cortes de Cádiz decretaron realizar en 1812, Héroes del 2 de Mayo, en homenaje a Daoiz y Velarde. La estatua la ejecutó casi un siglo después el escultor segoviano Aniceto Marinas.

En varias fases

Martínez Ferrer afirma que esta será una de las obras de mayor envergadura de los últimos añosy una de las que más van a afectar a los turistas que acudan a visitar el monumento. Sin embargo, explica que se ha diseñado un proyecto de ejecución en varias fases que garantizará el acceso de forma sencilla tanto al Alcázar como a la Casa de la Química, donde se encuentra el servicio de información y de venta de entradas. «En ningún momento se va a cerrar al público por lo que hemos tenido que crear un sólido plan que permita reducir al máximo las molestias a los visitantes», apunta.

El alcaide insiste en la necesidad de mejorar esta plaza, eliminar barreras arquitectónicas y dotarla de un aspecto más cuidado, ya que hasta ahora la mayoría de las intervenciones se han centrado en el interior del monumento cuando, a su juicio, «lo que está alrededor no está a la altura».

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«No se va a cerrar al público, por lo que hemos creado un plan para reducir molestias»

josé maría martínez ferrer, alcaide del alcázar

Las diferentes fases marcarán el orden de actuación, primero se levantará el pavimento de la zona sur, es decir, en el lateral más próximo a la Casa de la Química y luego se pasará a la zona norte. La acción más importante es la sustitución del pavimento con el fin de homogeneizar el suelo que tiene zonas de asfalto y numerosos parches, además, de áreas bastante deterioradas, comenta.

Por otra parte, existen varios escalones y bordillos que dificultan el tránsito a las personas con problemas de movilidad, una limitación que también quedará resuelta. En este sentido, indica que «el objetivo es acondicionar el espacio para que sea lo más accesible posible y lograr un aspecto remozado».

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Parte de la monumental verja tendrá que ser retirada. Antonio Tanarro

La modernidad, resaltar la belleza, así como la comodidad y accesibilidad del espacio serán, de hecho, los aspectos que primarán en esta intervención. Una de las acciones que más impresión provocará a los visitantes será la retirada de una parte de la imponente verja que rodea la plaza, no obstante, advierte de que se trata de una medida temporal para poder ejecutar las obras, por lo que se restituirá de inmediato.

Todo ello, junto al estudio documental que han elaborado para tratar de mantener la esencia original, a través de los elementos y de la vegetación, contribuirá a que la plaza Reina Victoria Eugenia no sea solo un sitio de paso y con vistas bonitas, sino que se convertirá en un lugar de belleza, armonía e historia, señala.

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Corregir humedades

Aunque esta va a ser la principal intervención que se llevará a cabo en 2019, Martínez Ferrer recuerda que en un monumento de estas características siempre es necesario acometer ciertas restauraciones y reparaciones puntuales en el interior. Por ejemplo, está previsto que se corrijan las humedades existentes en el coro de la capilla, así como el deterioro de algunas zonas del tejado que ocasionan goteras.

El paso de los años es una de las principales dolencias de toda obra patrimonial, la antigüedad es sinónimo de trabajo, según el coronel, quien afirma que, en general, el Alcázar goza de un buen estado de salud porque el Patronato está siempre pendiente de las necesidades y tiene como prioridad ineludible garantizar la seguridad de todos sus elementos.

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En cuanto a 2018, Martínez Ferrer detalla que ha sido un año muy interesante porque los trabajos realizados han permitido la recuperación de una zona de gran interés arquitectónico el postigo del Obispo, una puerta de acceso que se desconocía y que es de época ibérica, recuerda.

Trabajos acometidos

Después de las labores de preservación y restauración este resquicio arquitectónico está disponible para el estudio por parte de los especialistas en patrimonio, para los que está previsto que se realice una visita en 2019. Sin embargo, no prevé que pueda ser un elemento que se incorpore a la visita pública del monumento porque, a su juicio, carece de interés turístico y requeriría una modificación del recorrido, que en la actualidad se centra en el piso bajo.

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También ha concluido la restauración de la muralla norte y la recuperación de la bajada del revellín, que estaba perdida, pero que gracias a esta actuación ya se puede distinguir a la perfección. Por otra parte, se ha restaurado la tapia de la muralla baja, es decir, el muro de contención que limita con el río Eresma y que se había desplazado de su posición original.

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