«Pagola fue mucho más que un arquitecto»
Los nietos del que fuera arquitecto municipal promueven una campaña para que el Ayuntamiento le conceda el título de Hijo Adoptivo
Los nietos del arquitecto Silvestre Manuel Pagola Bireben (Bilbao, 1892-Segovia, 1943) están promoviendo una campaña para que el Ayuntamiento de Segovia conceda a su antepasado el título de Hijo Adoptivo, en reconocimiento a la labor que desarrolló como arquitecto municipal entre los años 1923 y 1943.
Los familiares quieren hacer valer así el trabajo de Pagola en favor de la ciudad, teniendo en cuenta el vasto legado arquitectónico y urbanístico que dejó en Segovia, donde construyó numerosos edificios y diseñó calles y plazas. «La polémica suscitada por los inmuebles de Santa Eulalia y Villa Estrella, que dieron lugar a la iniciativa SOSPagola, nos convencieron de la necesidad de hacer algo», señala Paloma Prada Pagola, hija de Manuela, una de los cuatro hijos de Pagola, erigida en portavoz de los descendientes. La iniciativa cuenta con el apoyo de toda la familia para conseguir que Segovia salde su deuda con el arquitecto que cambió su fisonomía. El edificio de Santa Eulalia eludió el derribo y hoy se está rehabilitando. No es el caso del chalé de Villa Estrella, demolido en abril del año pasado pese a las numerosas voces que se alzaron contra la medida, entre ellas la de la Academia de San Quirce.
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El objetivo es conseguir que el Ayuntamiento declare a Pagola Hijo Adoptivo de Segovia y le dedique un pequeño espacio en un lugar público, a modo de recuerdo. «Amó Segovia e hizo lo imposible por vivir en ella con su familia. Se casó con una segoviana, Margarita Pilar García Monedero, y en Segovia nacieron algunos de sus hijos, por ejemplo mi tío José Manuel, que aún vive», cuenta Paloma Prada, que destaca la labor de su abuelo en favor del progreso y el bienestar de la ciudad en una época realmente dura. «Puso toda su energía en el trabajo que desempeñaba. Por sus escritos sabemos que estaba muy preocupado por ayudar a las personas desfavorecidas. Para él fue una lucha tremenda, por ejemplo, llevar el agua potable a las casas, y sufrió con la situación en que se encontraba buena parte de la población. Pagola no es solo el arquitecto racionalista que dejó múltiples edificios en Segovia; Pagola es mucho más, porque estaba convencido de que había que proporcionar a la gente una calidad de vida, lo cual no era posible sin unas infraestructuras mínimas. Eso hace de él mucho más que un arquitecto. Su amor por los demás, sus desvelos para ayudar a la gente y su capacidad intelectual son valores que nos alientan».
El trabajo del arquitecto Silvestre Manuel Pagola Bireben (Bilbao, 1892-Segovia, 1943) forma parte del paisaje urbano de Segovia. Su huella está en el inmueble de viviendas situado en la plaza de la Rubia (esquina entre Serafín y Colón); en la ampliación de la que fuera clínica Gila, en la calle de San Francisco; en la vivienda/hotel del empresario Nicomedes García, fundador de las empresas Anís Castellana y Whisky Dyc, o en chalés como el de Villa Estrella. Su estilo innovador, basado en el racionalismo arquitectónico, lo convierte en uno de los arquitectos más relevantes del primer tercio del siglo XX. En 2023 se cumplieron cien años de su nombramiento como arquitecto municipal y ochenta de su fallecimiento. Sus restos descansan en el cementerio de Segovia.
Respaldo
La iniciativa en favor de la concesión del título de Hijo Adoptivo de Segovia cuenta ya con el respaldo de algunas entidades, como la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce o la demarcación segoviana del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla y León. Los arquitectos se dirigieron hace unos días al alcalde de la ciudad, José Mazarías, para defender la conveniencia de la concesión. «El arquitecto Manuel Silvestre Pagola Bireben demostró un profundo compromiso y dedicación hacia el desarrollo urbano de nuestra ciudad a lo largo de su trayectoria profesional como arquitecto municipal. Pero Pagola también dejó una huella indeleble en nuestra ciudad a través de su excepcional arquitectura, en su evolución de estilos desde el tradicionalismo hasta convertirse en el máximo exponente de la arquitectura racionalista de Segovia», señala el presidente de los arquitectos segovianos, Alberto López Estebaranz.
«Demostró un profundo compromiso y dedicación hacia el desarrollo urbano de nuestra ciudad»
Alberto López Estebaranz
Presidente del Colegio de Arquitectos de Segovia
Los profesionales consideran que Pagola contribuyó al «enriquecimiento del patrimonio arquitectónico local», como atestigua el elevado número de obras catalogadas, «que han dado y dan forma a nuestra identidad como ciudad». Entienden los arquitectos, por lo tanto, que la distinción como Hijo Adoptivo sería «un acto de reconocimiento» y bien pudiera ir acompañada de la denominación de una calle o un espacio público con el nombre de Arquitecto Pagola. «Estamos seguros de que este homenaje no solo honraría al arquitecto y a su familia, sino que también enorgullecería a todos los ciudadanos que hemos sido testigos de su legado arquitectónico».
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