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Dos agentes piden la documentación al turista. C. Á.
Segovia

«¡Miren, agentes, ahí tienen a uno subiéndose al Acueducto!»

La ciudadanía, cada vez más concienciada, ya colabora con la policía delatando a quienes osan trepar por los pilares del Acueducto

Carlos Álvaro

Segovia

Lunes, 29 de agosto 2022, 17:49

Ocurrió el viernes, sobre las diez y media de la mañana. Un turista trataba de trepar por un pilar del Acueducto, en pleno Azoguejo, pero ... antes de que levantara el segundo pie para encajarlo entre los sillares, alguien lo alertó, poniéndole la mano sobre la espalda: «No puedes hacer eso».

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Nueve o diez metros atrás, había una pareja de agentes de la Policía Local. La delación de un ciudadano hizo el resto: «¡Miren, agentes, ahí tienen a uno subiéndose al Acueducto!». Los policías se giraron y vieron la escena. Y hacia el turista se dirigieron.

A los pies del mismo Acueducto, junto al pilar que segundos antes había tratado de escalar, los agentes explicaron al hombre que lo que acababa de hacer era una infracción en toda regla. Acto seguido, le pidieron amablemente que los acompañara a la patrulla y sobre el capó del coche formalizaron el propuesta de sanción. El turista se reía. Estaba desconcertado. No parecía ser consciente de lo que estaba pasando. Pero la bobada le saldrá cara: 125 euros de multa. Y gracias, porque el Ayuntamiento tiene previsto incrementar la cuantía de este tipo de sanciones cuando entre en vigor la nueva ordenanza.

Turista subido al Acueducto, este domingo por la noche. El Norte

Los casos siguen sucediéndose y la conciencia ciudadana ya delata a los infractores, que suelen ser turistas. Ajenos a lo que advierten los carteles cercanos, escalan por las piedras sin reparar en que subirse al Acueducto conlleva un deterioro del granito milenario, ya de por sí expuesto. Volvió a pasar el domingo por la noche, cuando un hombre cogió carrerilla en la plaza Día Sanz para subirse al monumento, mientras una chica esperaba para hacerle una foto. A apenas quince metros, un cartel en varios idiomas informa de la prohibición de subir al monumento. No sirvió, y sin presencia policial en aquel momento, el turista se libró de la sanción.

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La Policía Local suele vigilar todo el trazado del monumento, lo que no impide que, puntualmente, puedan darse casos. Y si ven alguno, multa al canto, como bien quedó demostrado el viernes.

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