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Una milla de solidaridad, deporte e inclusión
Alumnos de La Albuera celebran con éxito la primera edición de una iniciativa que reunió a cientos de personas en las pistas de atletismo Antonio Prieto
Sin ningún ánimo competitivo y con la única intención de ayudar y colaborar, cientos de personas participaron este viernes por la mañana en la primera edición de la Milla Solidaria de Segovia. Las pistas de atletismo Antonio Prieto, en la ciudad deportiva de La Albuera, fueron el lugar escogido por los alumnos del segundo curso para ser Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva (TSEAS) del instituto La Albuera para llevar a cabo una iniciativa que tenía como objetivo principal recaudar productos para el Banco de Alimentos de Segovia.
El reto estaba en completar a la carrera una milla en las pistas. Cuatro vueltas para recorrer una distancia de 1.600 metros, un recorrido suficiente para entrar en calor y combatir el frío de una típica mañana de invierno en Segovia con el cielo encapotado. La lluvia respetó tanto a los participantes como los organizadores en una jornada festiva que logró reunir a cerca de medio millar de personas, la inmensa mayoría alumnos del instituto La Albuera.
Desde las doce del mediodía, estudiantes del centro educativo segoviano, muchos de ellos disfrazados, fueron completando el recorrido establecido. Primero, los más pequeños del instituto, luego los de tercero y cuarto de la ESO y los últimos los alumnos de Bachillerato y del resto de enseñanzas que ofrece el centro. Pero la iniciativa no estaba abierta solo a los estudiantes. Profesores y todo aquel interesado en participar en la Milla Solidaria tenía la oportunidad de hacerlo.
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Pista libre para la solidaridad
El requisito era muy simple, ya que la inscripción en la prueba tan solo se entregaba a cambio de la donación de productos para el Banco de Alimentos de Segovia. Y el dorsal no daba únicamente derecho a correr. También suponía entrar en el sorteo de regalos entregados a la organización por las asociaciones, entidades y empresas colaboradoras de la iniciativa.
Entre los participantes en la Milla Solidaria hubo también varias asociaciones de personas con capacidades diferentes, que no quisieron perderse la oportunidad de disfrutar de una jornada de convivencia gracias al deporte. La iniciativa, además de servir para recaudar productos para el Banco de Alimentos, también supuso una fórmula para trabajar por la inclusión de este tipo de personas. El combo perfecto de la mañana fue la colocación de varios puestos de las asociaciones participantes en la que pusieron a la venta productos artesanos realizados por sus integrantes con la que trataron de recaudar fondos.
«La idea es que sea una jornada de convivencia, solidaridad, deporte e inclusión. Queremos pasar una buena jornada y ayudar en todo lo posible a varias asociaciones», exponía Víctor Marcos, profesor del TSEAS en el instituto La Albuera, justo antes de comenzar la primera de las carreras de la mañana. Fueron los propios alumnos de segundo curso los encargados de organizar toda la actividad, en la que fue clave la colaboración del Ayuntamiento de Segovia, de la Dirección Provincial de Educación y de varias empresas que facilitaron alimentos y bebida para reponer fuerzas, así como los regalos que se sortearon entre los participantes.
Los organizadores aseguraron que la cita había sido un éxito. Y prometen continuidad. Habrá una segunda Milla Solidaria de Segovia.
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