Madrid, «colapsado», deriva a provincias como Segovia el goteo ucraniano de peticiones de auxilio

No es fácil, hace hincapié la edil. La complejidad radica en el estatus que se conceda a las personas del país que sufre los ataques del régimen de Vladimir Putin desde hace una semana. De ahí que las administraciones locales como la segoviana estén atentas a las decisiones de la Unión Europea y del propio Ejecutivo español.

«En función de la situación jurídica se aplica una fase u otra» en el plan de auxilio, tal y como se extrajo de la reunión mantenida este martes entre el Ayuntamiento y responsables de la delegación de ACCEM. Las informaciones que manejaba este miércoles la concejala de Servicios Sociales es que «Madrid está colapsado» por la ingente cantidad de peticiones de auxilio que han llegado a la Comunidad vecina ante el agravamiento del conflicto bélico. Ana Peñalosa añade como ejemplo del aluvión de solicitudes que «ya no se están dando citas previas».

Por su parte, los ciudadanos ucranianos comparten a través de redes sociales o grupos de mensajería instantánea los problemas con los que se pueden topar y las posibles salidas. Es su forma de comunicarse y de informarse, por ejemplo, sobre los lugares donde la respuesta a sus peticiones de acogimiento son más sencillas y rápidas, relata la concejala segoviana.

La representante municipal tiene constancia de que «Madrid está derivando a provincias cercanas» peticiones de ayuda, territorios dentro de su radio de influencia como Segovia, Ávila, Toledo o Guadalajara que empiezan a notar el goteo de solicitudes.

Peñalosa insiste en lo delicado de la gestión de los canales de ayuda humanitaria para responder al grito de socorro que de la población ucraniana. Las dudas aún sobre el estatus jurídico de esos ciudadanos condicionan la atención que viene prestando la delegación segoviana de ACCEM al resto de refugiados de otros países y que huyen también de guerras o de la miseria. El abanico de escenarios se abre en función de la circunstancia en la que lleguen los peticionarios ucranianos. La edil explica que cuando un solicitante de asilo viene en un primer momento sin ninguna cobertura jurídica, ACCEM los recoge y atiende sus necesidades durante un tiempo. Es la llamada fase cero.

La siguiente etapa es cuando la organización proporciona vivienda tutelada, medida de acogida que también se aplica a quienes demandan ayuda y vienen con papeles y amparados por la consiguiente protección internacional. Es en esta fase cuando se puede generar el colapso, ya que los ucranianos pueden copar la cobertura que presta la asociación en Segovia. «¿Entonces qué se puede hacer para garantizar el apoyo al resto de ciudadanos extranjeros?», se pregunta la concejala. «Se está intentando articular cómo dar cobertura a todos», apostilla; pero para ello «necesitamos saber del Ministerio qué trato se va a dispensar a los demandantes ucranianos». Una de las opciones que entran dentro de la estrategia de respuesta es habilitar el albergue de peregrinos de Zamarramala.

Lo más probable, a tenor de lo que intuye Peñalosa, es que estos solicitantes cuenten con la protección internacional y sus propios recursos, e incluso que puedan ser considerados ciudadanos de la Unión Europea. De momento, son escenarios sin determinar pero que hay que tener en cuenta para organizar la respuesta.

«Cruz Roja, Cáritas, ACCEMy el Ayuntamiento queremos coordinar un mecanismo de ayuda para ver cómo hacer frente a la previsible afluencia de ciudadanos ucranianos», revela la edil, quien por otra parte también se hace eco de los ofrecimientos de hogares y particulares que también está recibiendo su departamento para atender las necesidades que plantee la llegada de refugiados. Peñalosa insta a estas muestras de generosidad a que se pongan en contacto con ACCEM para gestionar la predisposición de recursos.

Los gestos solidarios se suceden. Este jueves y viernes 3 y 4 de marzo, respectivamente, de 16:30 a 18:30 horas, hay organizada una recogida masiva de artículos con destino a Ucrania en el colegio de Nueva Segovia. Se necesitan medicamentos, vendajes, gasas, analgésicos, desinfectantes, antibióticos, pañales, compresas, productos de higiene, leche, linternas, pilas...