La incidencia de la covid en Segovia baja un 47% desde que las mascarillas no son obligatorias
La relajación de la medida al amainar la sexta ola apenas se ha notado en los casos activos, que desde el 10 de febrero oscilan entre 5.400 y 5.600
Aunque no lo parezca, ya que muchos ciudadanos han hecho suyo el popular dicho de que más vale prevenir que curar, se cumplen dos semanas ... desde que las autoridades levantaran la obligación de llevar puesta la mascarilla al aire libre. En las calles se percibe aún recelo, precaución y cierta desconfianza frente al coronavirus, que cuando parecía que se iba siempre ha vuelto, y en la sexta ola lo hizo con un inusitado potencial infeccioso. Tras los primeros quince días del tapabocas voluntario, salvo en aglomeraciones, donde se pide no retirar la máscara protectora, la provincia de Segovia no ha acusado la relajación de las medidas, a pesar de que el coronavirus ni mucho menos ha desparecido.
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Al menos, no se aprecia excesiva mella en una actividad sanitaria que la sexta ola de la pandemia puso al límite del esfuerzo a mediados de enero tras un constante aumento de casos positivos que explotó. Sus ondas expansivas provocaron el desbordamiento de la incidencia, que se ha vuelto a encauzar, tal y como demuestran algunas de las variables utilizadas por la Consejería de Sanidad para evaluar el impacto de la covid-19 en los territorios de la comunidad autónoma.
Las dos semanas que se cumplen sin la obligación de las mascarillas en espacios abiertos se salda en la provincia con una bajada generalizada de la incidencia, tanto en la referencia temporal acumulada de los últimos siete días como en la que contempla las dos semanas más recientes. En ambos indicadores, el porcentaje de descenso es muy similar. Si se toma como punto de partida el mismo 10 de febrero, fecha en la que decayó la obligatoriedad de llevar puesto en tapabocas por la calle, la caída de la incidencia acumulada se sitúa en el 47%.
En el citado periodo de quince días, la provincia segoviana ha pasado de arrastrar una incidencia de 1.343,85 positivos de contagio confirmados a través de las pruebas de detección molecular por cada cien mil habitantes a registrar 711 contagios ratificados por la misma base de población.
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Continúa el riesgo 'muy alto'
Con respecto a la incidencia acumulada a lo largo de las últimas siete jornadas, la evolución recogida en los datos de la Consejería de Sanidad pone de manifiesto un descenso del 48%, por lo que este parámetro disminuyó de los 527,78 positivos por cada cien mil personas que se contabilizaban el día que los segovianos pudieron bajarse la mascarilla por la calle sin exponerse a una multa hasta los 271,37 casos notificados ayer por cada cien mil habitantes.
A pesar de la mejoría de la situación epidemiológica, con una sexta ola que lentamente prosigue en retirada, el nivel de la amenaza de transmisión pública y comunitaria del coronavirus no varía. La provincia, al igual que el resto de la comunidad autónoma, no se apea del estado 'muy alto' de riesgo de contagio, aunque el escenario, a diferencia de lo que se vivió hace tan solo un poco más de un mes, está más controlado.
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Prueba de ello también se encuentra en los datos de la Administración regional sobre la proporción de pruebas de detección que se siguen llevando a cabo y que arrojan resultados positivos en infección por coronavirus. Desde hace dos semanas, el descenso de la positividad, que así se denomina el concepto medido por las autoridades sanitarias, es de ocho puntos. Si el pasado 10 de febrero todavía una de cada cuatro PCR que se hacían en la provincia segoviana concluía la existencia de contagio, este jueves era del 16,8%.
Tres muertes
La peor noticia de los quince días sin la mascarilla obligatoria por la calle son los fallecimientos que ha lamentado en este periodo de tiempo el Hospital General de Segovia. Tres personas han muerto con covid, lo que eleva a 413 la defunciones en el complejo asistencial de referencia en la provincia desde que se desencadenó la crisis sanitaria de la pandemia, hace dos años.
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En cuanto a las hospitalizaciones, la relajación de la medida de prevención tampoco ha provocado un trastorno como el detonado por el estallido de la sexta ola, que obligó a la dirección del centro a habilitar el ala derecha de la cuarta planta. La mejoría en la incidencia también se trasladó a los ingresos, que se han ralentizado paulatinamente. En los quince días transcurridos sin la obligatoriedad de las mascarillas al aire libre se han producido veintitrés nuevos ingresos en planta de pacientes contagiados.
Sin embargo, donde se aprecia mejor la disminución de la incidencia y de los casos que requerían internamiento es en la cifra de enfermos con coronavirus que permanecían ingresados el 10 de febrero y la que había este mismo jueves. En este sentido, ha bajado la ocupación covid en planta del complejo asistencial de veintiún pacientes a doce, casi la mitad.
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En la Atención Primaria
Además, a lo largo de esas dos semanas se han concedido 36 altas, que son trece más que los nuevos ingresos registrados en el mismo periodo de tiempo.
Todos los síntomas revelan el retroceso de la sexta ola durante las dos semanas sin mascarillas obligatorias en la calle, aunque cabe matizar que en la Atención Primaria se siguen viendo casos de infección. Así se extrae del volumen de contagios activos. A pesar de la tendencia descendente de la incidencia, en la provincia persisten 5.474 casos positivos a fecha del pasado martes. Desde el 10 de febrero, la evolución de los positivos vigentes ha subido y bajado, siempre de forma leve, oscilando entre los 5.600 y los 5.400. En esa montaña rusa, el periodo sin mascarillas arroja una disminución de 105 infecciones con respecto al inicio de la relajación de la medida de prevención.
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