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Terrenos del sector conocido como Prado del Hoyo con la sierra de fondo. Antonio Tanarro

El gran polígono industrial de Segovia que nunca llegó a ser

El proyecto de Prado del Hoyo, que prometía transformar la ciudad, vuelve al cajón tras 16 años de obstáculos y pocos avances

Quique Yuste

Segovia

Domingo, 6 de julio 2025, 14:53

En la hemeroteca de El Norte de Castilla, Prado del Hoyo ocupa cientos de titulares. Noticias que, desde 2008 hasta hoy, construyen un relato que empezó como promesa de prosperidad y ha terminado casi como símbolo de una oportunidad perdida para la industria segoviana. Aquel polígono industrial llamado a transformar la economía local sigue siendo, dieciséis años después, un suelo sin urbanizar que acumula retrasos, conflictos y decepciones. El futuro industrial de Segovia, que una vez se dibujó allí, ha terminado buscando otros horizontes a tan solo unos metros de distancia.

Prado del Hoyo nació como proyecto en 2008, en los meses previos al estallido de la crisis financiera global. Era la joya del Plan Estratégico de Segovia y su Área de Influencia: 120 hectáreas que permitirían instalar hasta 170 empresas y generar unos 2.000 empleos. Concebido como ampliación del polígono de Hontoria, junto a la AP-61, era el terreno llamado a atraer inversión, centros de investigación y a dotar a Segovia del motor económico que necesitaba.

La firma del convenio entre el Ayuntamiento de Segovia, entonces dirigido por Pedro Arahuetes, y la Empresa Pública Empresarial de Suelo (Sepes) se produjo en julio de 2008. Sin embargo pronto llegaron los primeros problemas en forma de recursos judiciales de los propietarios contra el acuerdo con Sepes que paralizaron los plazos. En mayo de 2010, el Ayuntamiento de la capital revocó el convenio y firmó otro con los dueños de los terrenos para que ellos mismos desarrollaran el polígono. Parecía una solución, y en diciembre de ese año se rubricó un nuevo acuerdo que ponía los plazos a correr: en seis meses debía presentarse el Plan Parcial y los estatutos de la junta de compensación, y en otros seis meses más, el proyecto de urbanización.

Prado del Hoyo queda ahora relegado ante la apuesta por el desarrollo del sector La Costanilla

En abril de 2011, la comunidad de propietarios presentó una propuesta que consistía en más de un millón de metros cuadrados de suelo industrial, parcelas de distintos tamaños, zonas verdes, equipamientos, viales y la recuperación del arroyo Vadillo. En septiembre de ese mismo año, el Ayuntamiento dio la aprobación inicial y celebró haberlo conseguido «en tiempo récord». Pero el entusiasmo se apagó pronto.

Tras aquella noticia, Prado del Hoyo desapareció del foco mediático hasta mayo de 2014, ya bajo la Alcaldía de Clara Luquero. Entonces se reactivó el proceso administrativo, aunque quedaba pendiente el costoso proyecto de urbanización, con un presupuesto que superaba los 40 millones de euros. Por este motivo, el optimismo volvió a chocar contra la realidad.

En marzo de 2018 surgió un nuevo bloqueo con la dichosa rotonda prevista en los planos, necesaria para conectar el polígono con la AP-61 y Hontoria e incluida dentro de la parcela de un propietario, Francisco Escorial, que se oponía a ceder el terreno. Las negociaciones se complicaron, y aunque el Ayuntamiento intentó solventarlo con sucesivas modificaciones del Plan Parcial, la urbanización seguía sin empezar. Escorial, además, sembró la duda: «El retraso obedece a unos intereses que desconozco», declaró a El Norte de Castilla.

En 202 el proyecto se reactivó con más fuerza que nunca. La entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, citó públicamente a Prado del Hoyo como ubicación para parte del proyecto de Drylock, que pretendía fabricar envases biosostenibles de cartón y papel. El anuncio reavivó la esperanza y el Ayuntamiento aceleró los trámites, pero la burocracia volvió a atascarse. En 2022, el polígono seguía sin urbanizar y el proyecto industrial avanzaba a un ritmo más lento del deseado.

Presentación del proyecto en 2008 por parte del entonces alcalde, Pedro Arahuetes. Antonio Tanarro

En 2023, con Clara Martín como alcaldesa de Segovia y responsable de Urbanismo, se logró desbloquear parte de la situación. Tras meses de contactos, en 2023 se llegó a un acuerdo con Escorial y se aprobó un nuevo Plan Parcial que incluía la construcción de la rotonda. Sin embargo, el tiempo había pasado y el panorama industrial era otro.

En todo este tiempo aparecieron competidores más atractivos. Primero, el polígono de Bernuy de Porreros, con terreno público a precios más bajos y un desarrollo mucho más rápido. La titularidad privada de unos terrenos que ya contaban con un Plan Parcial aprobado eran un lastre que las Administraciones públicas no estaban dispuestas a afrontar. El gobierno municipal, ya del Partido Popular, insistía en que la pelota estaba en el tejado de los propietarios y que debían ser estos los encargados de urbanizar el sector. El Consistorio, eso sí, aportaría su parte como dueño de un pequeño porcentaje de los terrenos.

En ese tira y afloja entre los dueños y el gobierno municipal llegó la puntilla a comienzos de 2025: la Junta de Castilla y León descartó Prado del Hoyo en el Plan Territorial de Fomento por ser un suelo privado. La apuesta pasó a La Costanilla, otro sector del alfoz segoviano, también de suelo privado pero mucho más barato. Prado del Hoyo quedó relegado —aunque no descartado— y como un símbolo más de los grandes proyectos que iban a transformar Segovia y que no se convirtieron en realidad.

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