La Fundación Juan de Borbón defiende la ayuda pública para «balancear minorías»

Gómez niega haber «posicionado políticamente» la institución a favor del equipo de gobierno del Ayuntamiento, el Partido Popular, tal y como había afirmado San Juan. «Lo único que he hecho es defender los números de mi trabajo en la fundación porque había sentido un desprecio, y el balance es muy positivo», sostiene la coordinadora, a la vez que pide al portavoz de Segovia en Marcha que asuma el «espíritu de patrono» y no de «un político en el pleno municipal».

San Juan insiste en que su deber es fiscalizar «los 270.000 euros» que la institución percibe de las arcas municipales, «más que todas las entidades sociosanitarias juntas». A su vez, invita a Gómez a nutrir este organismo esencialmente de presupuesto privado. «Si no está dispuesta a aceptar la fiscalización y las críticas de los concejales, la solución es que renuncie a la aportación anual del Ayuntamiento», sugiere.

La coordinadora recuerda a San Juan que ser patrono, un título que recae en todos los portavoces municipales, implica asumir ciertas responsabilidades, como desempañar el cargo «con la diligencia que le corresponde». Asimismo, concreta que San Juan no ha asistido en cinco años a un «solo acto» de la fundación. «Ejerce una labor de fiscalización cuando la función de un patrono es más amplia», puntualiza. En todo caso, «es muy triste para la institución que haya un patrono que habla mal de ella; si lo que quiere es patrocinio privado y fastidia la imagen, los interesados van a salir corriendo», advierte.

De este modo, defiende ante estas apreciaciones la entrada de la directora de la Fundación Caja Rural, Beatriz Serrano; y el director provincial de Educación, Diego del Pozo, al patronato. «Tiene que haber representantes de todos los ámbitos, incluidas las empresas privadas: en 1990 había bastantes», recuerda. Las posibilidades para alcanzar esta condición son «muy amplias». Quien tiene interés en apoyar a la fundación, «puede pagar la cuota de amigo», pero esto no siempre es necesario.

«Hay miembros que ayudan al facilitar agenda de contactos o aportando conocimientos», señala. Y todos ellos reciben entradas gratuitas, aspecto censurado por San Juan al considerarlo un «trato de favor» para algunos concejales. «Lo lógico es que los patronos sepan de cerca lo que se está haciendo, y no conozco ninguna fundación en la que tengan que pagar para ello», remarca la coordinadora.

Segovia en Marcha había observado que el presupuesto del organismo no mostraba la realidad de las cuentas. Gómez atribuye estas diferencias a que muchas veces aceptan colaboraciones «en especie» que no se contabilizan como gastos, ya que se trata de cesiones de habitaciones de hotel, servicios de restaurantes o préstamo de instrumentos.

Por otro lado, San Juan afirma que se trata de una institución «tremendamente dependiente» de la aportación municipal, ya que actualmente supone el 51% de su financiación. La coordinadora es partidaria de estas ayudas, ya que la subvención pública «no solo existe en el ámbito de la cultura, ayuda al estado del derecho de bienestar y contribuye a balancear las minorías». A su juicio, si no se contase con este impulso económico, la música clásica se vería abocada a un espacio muy relegado. «Se trata de apostar por un proyecto muy único que no tienen otras ciudades», concluye.